El coronavirus relegó en los CAP la detección de patologías y además ha crecido la mental

Así lo indica un estudio (aún en preprint ) del equipo de investigación que dirige Antoni Sisó en el Capsbe, el consorcio del Institut Català de la Salut (ICS) y el hospital Clínic, que gestiona tres CAP en Barcelona: Les Corts, Casanova y Comte Borrell. En estos centros, que cubren a 87.500 habitantes, se analizó el descenso de casos en dolencias que son factor de riesgo cardiovascular, cáncer u otras crónicas.

Se compararon los casos vistos en el 2020 con una media de los tres años anteriores. La menor incidencia en muchas enfermedades el año pasado se atribuye a que dejaron de diagnosticarse, al estar los centros volcados en la covid y al no acudir muchos pacientes al médico por miedo al contagio, indica Sisó, quien también preside la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (CAMFiC).

En cáncer hay mayor disparidad y hubo tipos de tumor en que no se vio infradiagnóstico, pero entre las patologías más comunes que atienden los CAP, en pocas se vieron más casos el año pasado. Una excepción es la ansiedad, con un 18% más de casos, lo que da una idea del aumento del malestar mental, señala Sisó.

CÁNCER

En dos tipos muy comunes, como el de mama y el de próstata, los CAP detectaron un 22% y 27% menos de casos

El médico llama “efecto desplazamiento” por la covid al infradiagnóstico de patologías comunes. Es de esperar que muchos de esos pacientes lleguen ahora a las consultas, quizás con la enfermedad más avanzada, aunque Jaume Sellarès, director del CAP Sardenya de Barcelona (autogestionado por los profesionales), subraya que el retraso de la detección no necesariamente debe implicar más mortalidad.

“Pero hay que acelerar su atención, sobre todo, de los de más edad, así como de nuestros pacientes que estaban estables, los que íbamos controlando, para ver que no se hayan descompensado”, dice Alba Brugués, enfermera en el CAP Can Bou de Castelldefels y presidenta de la Associació d’Infermeria Familiar i Comunitària (AIFiCC). Sisó señala que es igualmente necesario recuperar y potenciar la atención domiciliaria.

DIABÉTICOS

Llegan con 4,5 kilos más de media y más hipertensos, observó un estudio

Al ir aumentando el número de visitas no covid, los CAP se han encontrado, por ejemplo, con que los diabéticos han engordado unos 4,5 kilos de media, les ha aumentado la tensión arterial o no se les hicieron los controles de pies (en los que pueden padecer problemas de los nervios, tienen mayor riesgo de úlceras y hasta de gangrena). Así se vio en un estudio con 250 de estos pacientes crónicos, explica Sisó.

Pero la avalancha que temen los CAP es la de personas con problemas de salud mental, que ya van llegando. “Vemos mucha angustia, personas que han perdido a familiares por la covid, que no se pudieron despedir, abuelos que han estado muchos meses lejos de hijos y nietos”, explica Sellarès. Brugués señala que “hay muchas ganar de hablar, pero en algunos casos, también observamos una mayor agresividad”.

MÁS ANSIEDAD Y ANGUSTIA

Sisó reclama que haya psicólogos en los CAP para hacer más accesible la terapia

Sisó reclama psicólogos en los CAP, no solo en los centros de salud mental. Defiende que así las terapias serían más accesibles para los pacientes y los profesionales tendrían una relación más directa con ellos y conocerían mejor su entorno.

El presidente de la CAMFiC también cree que son necesarios fisioterapeutas para “desmedicalizar” muchos casos de dolor crónico. E igualmente reclama otros profesionales, como nutricionistas.

Del mayor malestar mental no escapan los mismos profesionales de la salud, advierte Lourdes Franco. El agotamiento mental hace que muchos deban tratarse y cogerse bajas.

MARTA RICART

FOTO:Protesta de médicos para pedir más profesionales en la primaria el pasado miércoles en Barcelona 

 Imanol Olite / ACN

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