Ni a maestras. Cuando lleguen los resultados de los niveles en lectura y matemáticas del alumnado de Primaria, que nadie eche sus manos a la cabeza. Que mire las instrucciones del reparto horario desde primero hasta sexto de la escuela. Que observe la disminución ordenada en Lengua y Matemáticas. Habrá que ver cuántas horas se han perdido para lectura, para cuentas en los últimos cursos.

El magisterio no ha hecho de su capa un sayo. Se está obligando a dejar de dar de leer en el momento en el que hay cursos en los que quedan los horarios con cuatro horas y media para Lengua a la semana, lo mismo que con Matemáticas.

No entro en el incremento dado a Religión. Para leer, lo que se dice leer, serán los padres y madres quienes multipliquen (matemática pura) su dedicación en casa en estas habilidades, lectura y escritura, ponerse las pilas con ellos, y volver a regalarles libros de cuentos, poesías, novelas, relatos…

Todo lo que signifique acercarlos a la letra impresa, porque desde el gobierno andaluz, concretamente desde la consejería de educación, han decidido que con menos de una hora diaria en la escuela ya hay bastante. Sí, seguro que los gobernantes y sus adláteres vendrán a explicarlo, a justificarlo y de paso a culpar a los maestros y maestras que no lo hagan como ellos digan, pero lo cierto es que se ha aumentado el tiempo en Religión y Educación Física (calla, que el consejero es entrenador de baloncesto) y se ha bajado en otras destrezas básicas.

JUAN DE DIOS VILLANUEVA 

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