Cada palabra que decimos, cada paso que damos o gesto que hacemos influye en los niños. Por eso hemos de hacer lo posible para influir de forma positiva con nuestros actos en los más pequeños. De cómo se les trate y eduque en casa y en la escuela puede depender su aprecio y confianza en sí mismos, es decir su autoestima.

¿Qué impide su correcto tratamiento?

Una autoestima sana es la que tiene una persona que conoce sus virtudes y sus defectos y sabe convivir con ellos. Así es como lo define César Bona, maestro de escuela y uno de los 50 finalistas del Global Teacher Prize en 2014, quién nos cuenta la importancia de ser conscientes de este tema en el que los padres son los primeros modelos para sus hijos y para el que está claro que en la escuela no sólo se enseña, sino que también se educa

La competitividad que sin darnos cuenta es provocada hace que la autoestima no se trate como se debe . Porque muchas veces los niños son la proyección de los padres y los padres son la proyección de la sociedad. Por estos motivos, lo que no podemos hacer es fomentar la competitividad que ya existe en la sociedad de forma terrible en clase. De hecho, es precisamente la cooperación lo que tenemos que estimular más. Y ser conscientes también de que no somos todos iguales, sino que todos somos diferentes. Y que las diferencias enriquecen. Teniendo eso en cuenta es cuando podemos empezar a aprender unos de otros. 

En las aulas, pocos recursos

En la escuela falta educar para la autoestima ya que, aunque no se puede generalizar, siguen pesando mucho los contenidos. Además, hay que tener en cuenta que, a pesar de que somos seres sociales, se siguen mandando actividades individuales centradas en el conocimiento. Además, faltan más equipos interdisciplinares con psicólogos o pedagogos para apoyar a niños y profesores.

Muchas veces se hace hincapié en lo malo para intentar construir conociendo lo malo. Por eso es tremendamente importante ser conscientes de que cada palabra que decimos y cada paso que damos, cada gesto que hacemos, va a influir en los demás. Y por eso hemos de hacer lo posible para influir de forma positiva.

Claves para detectar y trabajar un problema de autoestima

Detectar un problema de autoestima en las aulas es fácil si se tiene la mente abierta o si se es capaz de ponerse en lugar de las personas que tienes enfrente. Un niño por naturaleza suele ser abierto y es raro que un niño no sonría al menos una vez al día. Si un niño está distraído, si está llamando la atención de alguna manera, quizás sea por algo.

A la hora de trabajar la autoestima es interesante que sepamos que todos los seres humanos tenemos algún tipo de talento. Además, todos los niños y niñas tienen el deseo de sentirse queridos, el deseo de sentirse escuchados y el deseo de sentirse útiles. Si nos basáramos en esas tres premisas seguramente muchas cosas cambiarían. Con las personas adultas pasa exactamente igual y se puede aplicar al trabajo y a la vida en general.

De la misma manera, también es importante enseñar a reflexionar a los chicos y chicas mucho más de lo que se enseña normalmente. Asimismo, los padres y profesores deben ser conscientes y pensar en la forma en que repercutirá en los niños cualquier frase que se diga o gesto que se haga.

aumentar autoestima niños

Ningún niño viene con un manual de instrucciones. Por eso son importantes las escuelas de padres. Sobre todo para compartir experiencias de unos y otros. Además, debemos educar hacia la felicidad lo que implica también educar en la frustración, educar en la resiliencia, educar en el respeto, en la autoexigencia (pero sin pasarse porque hay casos de autoexigencia enfermiza), en el esfuerzo, en la gratitud. Si tú educas en la gratitud, pues a la vez educas temas como la envidia, la avaricia, pero de forma positiva.

baja autoestima en niños

Y no hay que olvidar que también educa la sociedad, los anuncios, las canciones… Los niños son buenos por naturaleza pero terriblemente influenciables para bien y para mal. Si quieres educar a tu hijo en la autoestima, te ofrecemos estos consejos:

  • Amor y aceptación. Un niño que se siente querido y aceptado por sus padres tal y como es, tendrá una mejor autoestima, más confianza en sí mismo.
  • Valora y elogia sus logros por pequeños que sean pero de forma sincera. A veces puede bastar una mirada de aprobación, una sonrisa. Hazlo también en presencia de otras personas importantes en su vida: profesores, abuelos, amigos, etc.
  • Escúchale con atención cuando hable. Y trátale con respeto, sin juzgarle, para que se sienta cómodo cuando exprese sus emociones, para que sepa que son importantes para ti.
  • Lenguaje positivo. Intenta que sean más frecuentes las muestras de interés y el refuerzo positivo que las críticas negativas. Si quieres corregirle, dirige la crítica a la acción que no te ha gustado, no a su persona.
  • Evita compararle con otros niños. Permítele equivocarse o tropezar de vez en cuando. Los errores y pequeños accidentes son parte del aprendizaje.
  • Pon límites y normas razonables y hazlas cumplir.
  • Ofrécele tu apoyo y aliento (sin exagerar) para que el niño progrese en sus metas. Pero no hagas las cosas por él. Es bueno que aprenda a esforzarse, a asumir sus responsabilidades.

https://www.ocu.org/consumo-familia/bebes/consejos/fomentar-autoestima-infantil

OCU

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