Los fondos de inversión promueven operaciones inmobiliarias sorprendentes para su transformación en residencias de mayores

Este domingo un anunciante puso en los periódicos una publicidad insólita. El anuncio a media página que recogía el diario La Vanguardia es anónimo y no es el texto habitual que busca vender cosas, sino comprarlas, como muchos pasquines callejeros que aparecen en las farolas ofreciendo adquirir una casa, un coche o un reloj de oro. La diferencia es que este mensaje pagado no buscaba a un lector común y corriente: “Compramos hospitales”. Poca gente en España tiene uno.

Al teléfono móvil que aparece en el anuncio responde Valeria Hernández, que se identifica como una trabajadora de la inmobiliaria Renta Corporación, con sede en Barcelona. Según la información de esta empresa en internet, Renta Corporación se dedica a comprar inmuebles para alquilarlos a largo plazo: viviendas, hoteles, locales comerciales, trasteros… Hernández explica por teléfono que es la primera vez que se interesan por comprar hospitales, pero realmente su idea no es mantenerlos como tales, sino transformarlos en residencias de mayores para luego ponerlos en alquiler a alguna de las empresas del sector. Normalmente, los gigantes de atención a personas mayores conocidos por el gran público son inquilinos de las decenas de centros que gestionan, una fórmula que les ha permitido crecer rápido. Por su parte, los grandes fondos dueños de los edificios se aseguran rentas a largo plazo. Es un arreglo que se ha generalizado en las últimas dos décadas: hoy centros comerciales, hoteles, bancos, etcétera muchas veces no son propietarios de los inmuebles donde operan.

El anuncio de Renta Corporación: "Compramos Hospitales".
El anuncio de Renta Corporación: «Compramos Hospitales».

Hernández cuenta que tienen el apoyo de un fondo de inversión extranjero para estrenarse como propietarios en este sector que les parece promisorio, debido al cambio demográfico. Desde hace un tiempo el gran capital ha puesto su mira en España porque la población envejece a un ritmo muy rápido. “Hay mucha escasez de camas para residencias de mayores porque no se cubre la demanda que se avecina en los próximos años”, cuenta ella.

A Renta Corporativa no le vale cualquier tipo de hospital. El anuncio precisa que les interesan aquellos que tengan superficie “a partir de 4.000 metros cuadrados” y se ubiquen “en las ciudades de Barcelona y Madrid y sus áreas metropolitanas”. Hernández explica que buscan inmuebles grandes porque una residencia de pocas plazas no resulta rentable. “Debe tener espacio para al menos entre 80 y 100 camas”, puntualiza.

Rastrear el centro

Aunque el anuncio sea raro, este tipo de operaciones no son inusuales. Los expertos del sector de residencias indican que fondos de inversión e inmobiliarias llevan años rastreando el centro de las grandes ciudades para hacerse con inmuebles con potencial para ser reconvertidos en residencias de mayores. Antiguos colegios, conventos o cines son hoy hogares de mayores porque faltan niños, monjas y espectadores. Pero es más extraño encontrar casos de hospitales que no funcionen, explica Aitor Artetxe, director de la consultora del sector Gerokon. “Los hospitales son compatibles para una reconversión, pero no conozco tantos hospitales que cierren”, explica él. “Obviamente están buscando clínicas privadas. En Madrid ha habido alguna operación de ese tipo, por ejemplo cuando [el grupo de salud privado] Quirón vendió sus edificios más pequeños tras un cambio de estrategia”. Normalmente los fondos compradores buscan inmuebles bien situados porque así las empresas que gestionan residencias pueden acoger a clientes de alto poder adquisitivo.

Artexte añade que no va a ser nada fácil para esta inmobiliaria catalana encontrar a estas alturas buenos inmuebles porque grandes actores como las inmobiliarias CBRE o BNP se hicieron antes de la pandemia con muchas ubicaciones privilegiadas: “Llegan un poco tarde. Está peinado todo el país”.

El apetito inversor se debe al cambio demográfico en España, segundo país con mayor esperanza de vida de Europa tras Malta. Un informe de la consultora Savills Aguirre Newman de abril del año pasado hablaba de “un mercado lleno de oportunidades”. Inversores de EE UU, Reino Unido, Bélgica u Holanda están interesados en las residencias de nuestro país. Es una señal de que al capital no le ha asustado la preocupación creciente por la calidad del servicio y el miedo que ha generado la pandemia de coronavirus.

José María Pena, director ejecutivo de DomusVi, el mayor grupo en España con la gestión de 143 centros, decía la semana pasada que ante el reto demográfico, los españoles “vamos a necesitar más de 100 residencias nuevas al año”, según el portal especializado InfoResidencias.

Pero Artexte pone en duda que la voracidad de los inversores esté justificada. “Hay demasiado optimismo puesto en el sector de las residencias en España. Se ha extendido la idea de que faltan camas en comparación con otros países de Europa, pero no se tiene en cuenta que la estructura social de España no es la misma que la de Alemania y países del norte, sobre todo por la importancia que tiene aquí la familia y porque no hay tanto dinero y muchos no pueden pagar una plaza de residencia”.

Sea como sea, a la fecha de publicación de este artículo, Renta Corporación aún no había encontrado el hospital que busca. Según el catálogo nacional de hospitales, en la provincia de Barcelona hay 137 hospitales y en la Comunidad de Madrid, 91. Quizás haya algún dueño interesado que aún no ha visto el anuncio. O quizás sea más fácil y rápido llamar directamente uno por uno hasta encontrar suerte.

Fernando Peinado

FOTO: Edificio de una residencia de mayores en la calle del Doctor Esquerdo de Madrid.GOOGLE MAPS

https://elpais.com/espana/madrid/2022-04-27/un-anuncio-que-da-que-pensar-compramos-hospitales.html

 
 
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