Desplome del euro: ¿qué efectos tiene una paridad con el dólar?

La moneda única se debilita por el temor a la recesión

 

Un euro ya casi vale lo mismo que un dólar. La divisa común se ha desplomado en los últimos días a mínimos de 20 años y ya se cambia por 1,0101 ‘billetes verdes’. En lo que va de 2022 ha caído un 10%. La debilidad del euro responde a varias razones. Por un lado, los cada vez mayores temores de recesión en la zona euro se suman a las tensiones energéticas a raíz de la guerra de Ucrania. Por otro, el dólar se fortalece ante la política monetaria más agresiva de la Reserva Federal (Fed) frente al BCE, que aún no ha subido los tipos mientras que el banco central estadounidense ya lo ha hecho en tres ocasiones. Este cóctel ha llevado a la moneda comunitaria a rozar la paridad contra el dólar, una situación que no se daba desde 2002.

Fue en 2008, justo antes de la crisis financiera, cuando el euro tocó máximos al cambiarse a 1,58 dólares. Entonces, el Banco Central Europeo (BCE) sacó su artillería monetaria para estimular el crecimiento y la divisa común empezó a depreciarse. Ahora, la autoridad monetaria está a punto de subir los tipos de interés por primera vez en una década para ralentizar la inflación, lo que debería estimular al euro, pero el problema es que va con mucho retraso frente a la Fed.

Además, parte del mercado cree que el BCE podría aflojar el endurecimiento monetario para impedir la desaceleración económica. Así, los expertos opinan que la paridad euro-dólar se verá antes de que acabe este ejercico, e incluso algunos no descartan que el euro se sitúe por debajo de la barrera del 1. Pero, ¿qué efectos tiene esta situación en los bolsillos? Como en las monedas, hay dos caras y los pros y los contras dependen de la divisa que se use.

– Comprar o vender en dólares es más caro. De este modo, los europeos tienen que pagar más, por ejemplo, por las materias primas, cuyo precio se fija en dólares, y en un momento en el que el petróleo y el gas están disparados. Las empresas estadounidenses pueden verse perjudicadas porque sus productos se vuelven más caros para los compradores extranjeros.

– Más presiones inflacionistas. Las personas que operen con euros tendrán una pérdida de valor en comparación con la moneda estadounidense, lo que se suma a la merma del poder adquisitivo que ya se sufre por la alta inflación.

Simon Harvey, director de Análisis de Mercado FX de Monex Europe, explica que «para la economía de la eurozona, una moneda más débil tiende a ser estimulante, especialmente para la balanza comercial de Alemania. Sin embargo, dada la actual crisis energética y la presión de la inflación interna sobre el consumidor dentro del bloque económico, una mayor depreciación del euro no hará sino lastrar aún más las condiciones de crecimiento y aumentar la presión sobre la inflación».

– Trasvase de capitales de Europa hacia EE UU porque el dólar remunera más. El alza de tipos en EE UU ha elevado las rentabilidades de la deuda estadounidense al 3%, lo que atrae a los inversores que buscan mayores rendimientos. «Un BCE menos agresivo ante una inflación que continúa su escalada en Europa ha desencadenado una huida de los inversores del euro, acomodándose en el dólar estadounidense ante la respuesta de la Reserva Federal», señala Diego Morín, analista de IG.

– Exportaciones más baratas e importaciones más caras en Europa.

– Turismo. Mientras que los viajeros de EE UU que vengan a Europa podrán comprar más barato, los europeos que vayan a EE UU tendrán que rascarse más el bolsillo.

Desde Monex Europe señalan que «cuanto más tiempo cotice el euro en estos niveles tan bajos, más probable será que el BCE intervenga haciendo que se especule con un movimiento de 50 puntos básicos en su próxima reunión». Ahora mismo la expectativa es una subida de 25 puntos básicos el próximo 21 de junio y un ajusta al alza incluso mayor en septiembre si la inflación sigue desbocada, algo que ha confirmado el propio BCE.

«La semana pasada se puso fin a un primer semestre brutal para los activos considerados de riesgo. El temor por una posible recesión es ahora el principal impulsor de los mercados de divisas y el dólar estadounidense se ha beneficiado de ello», indica Enrique Díaz-Álvarez, de Ebury. A su juicio, «dado que es casi seguro que se producirá una subida de tipos de 25 puntos básicos en la próxima reunión del BCE y no se puede descartar una subida de 50 puntos básicos en la siguiente, creemos que los niveles actuales a los que cotiza la moneda común ya reflejan muchas de las malas noticias y creemos que hay margen para un repunte significativo cuando los activos de riesgo se estabilicen».

FOTO: Letras de inflación encima de un billete de dólar. Reuters
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2022/07/08/midinero/1657266908_362718.html
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