Miguel Ignacio Prados Osuna escribió el siguiente texto, titulado “El amor de mi pueblo” en el especial de las fiestas de 1972.

Un año más los hijos de Atarfe nos disponemos a celebrar nuestras fiestas. Un año más todos nos congregamos junto a Santa Ana acudiendo de todas las partes de la geografía, por muy lejos que estemos. Nuestro corazón, tan grande, siempre está dispuesto a recibir al amigo de la infancia, al compañero o al simple conocido que nos presentaron años atrás; para todos queda un recuerdo. . ., recuerdo que se fomenta porque un día estuvimos juntos en Atarfe.
 
Hoy se abren las puertas de nuestro programa con savia nueva, nuestro agradecimiento a los que nos procedieron en este mismo lugar, somos atarfeños como vosotros, pero las primaveras surgen con mucha fuerza, nos habéis transmitido el amor a nuestra tierra, nosotros queremos colocar esa bandera en la más alta cumbre a que nuestras fuerzas alcancen.
 
Atarfe va cambiando en su fisonomía, nuevas calles, barrios enteros se van robando a la vega que los rodea, ella gustosa de mantener a sus hijos nos ha brindado un año rico en frutos. Gracias, campo de Atarfe. Gracias a vosotros industriales, que habéis rodeado nuestro pueblo con un cinturón de fábricas y los hijos que en sus días marcharon, hoy regresan gustosos de trabajar en su pueblo y para su pueblo. Para vosotros maestros de la cultura, sacerdotes del saber, Atarle nunca os será ingrato, Atarfe os agradece el ser un pueblo tan grande como culto. Vuestro tesón y sacrificio ha tenido un fruto muy maduro «En- Atarle no existen analfabetos».
 
Pero ambicionamos más, los hijos de Atarfe queremos saber más y una Sección delegada del Instituto Padre Suárez abre sus puertas para que los atarfeños, cada año en más número, preparen su entrada al templo del saber que es la Universidad.
 
Perdona mujer, no te había olvidado, te había dejado para el final y darte las GRACIAS, así con mayúsculas, los elogios que de tus hijos se hagan y nos han educado en ese amor que se transmite de generación en generación y que por todo el pueblo se respira. . .,
 
Es el amor atarfeño.
 
En la fotografía, Paco Ramión y reina y damas de honor de las fiestas de aquel año.
Gacetilla y curiosidades elvirenses
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