Las ‘Obras completas’ de Mariluz Escribano la sitúan en el canon de la mejor poesía

Publicadas por Cátedra con edición de la profesora Remedios Sánchez, se presentan hoy dia 10 a las 19h. en el Paraninfo de la Facultad de Derecho

Remedios Sánchez, profesora de la Universidad de Granada (UGR)y presidenta de la Asociación de Escritores y Críticos Literarios de Andalucía, es además la albacea y propietaria de los derechos literarios de la poeta granadina Mariluz Escribano, tristemente fallecida en 2019. Ella fue su maestra en la vida y en la palabra escrita, y ahora le dedica un justo homenaje con la publicación de sus ‘Obras completas’ en la Editorial Cátedra, una edición para la que ha realizado un completo estudio, imprescindible para conocer en profundidad la vida y obra de la escritora. Ello equivale a que el nombre de Escribano, Autora Clásica del Año en el Centro Andaluz de las Letras en 2021, se inscriba con letras de oro en el canon literario de nuestro país. Mañana a partir de las 19.00 horas, se presentará este volumen en el Paraninfo de la Facultad de Derecho.

Ella fue una poeta valiente. «De las personas más valientes», añade Sánchez. «Mariluz Escribano cuenta la verdad que se esconde en las cosas pequeñas, que para mí son las que ponen en alboroto la vida, parafraseando a San Juan de la Cruz o Santa Teresa. La suya es una poesía que se compromete, creada en un momento difícil, y publicada, en algunos casos, 40 años después de haber sido escrita». El primer poema que la profesora tiene datado es de 1958, y la mayoría de su obra la produjo en los años 70, salvo los libros que se publicaron desde 2015, ‘El corazón de la gacela’ y ‘Geografía de la memoria’. «Pero como esta ciudad es tan difícil para las personas que no se someten a las estructuras de poder de unos u otros, la poesía de Escribano ha sido silenciada todo este tiempo», destaca la editora.

Cuando Sánchez conoció su obra, en 2002, trató, como buena teórica, de clasificarla. «Pero eso con ella no funciona», asegura. «Primero, porque no empezó a publicar cuando comenzó a escribir, y cuando ella tuvo la posibilidad de visibilizar su obra, las corrientes dominantes en esta ciudad quedaron perplejas, preguntándose cómo una mujer de 58 años, sin padrino literario conocido, se atrevía a publicar».

La autora no se sometió al aval de unos o de otros. «Escribía desde la más absoluta libertad; por ello, todo fue más complicado para ella. Hasta que ganó el Premio de la Crítica, y quien había fingido no verla, entendió que aquí había una gran autora, honda, vivaz, absolutamente necesaria en un momento en que los radicalismos estaban aflorando. Por eso ha calado tanto en la gente que está al margen de estas luchas de poder, y entiende lo que implica su obra: hablar de un tiempo perdido que no hay que olvidar», dice Sánchez.

«Mariluz Escribano amó a Granada desde sus calles y sus gentes, y disfrutó de su cultura como nadie», afirma Remedios Sánchez

El mejor método para descubrir a la persona, al personaje, es leerla. «En sus poemas está su historia. Y estoy tan convencida de que su obra va a triunfar como lo están los responsables de Cátedra», asegura la editora. De hecho, esta es la segunda ‘Poesía completa’ de una autora que publica la editorial. «Cuando escribió su último libro, ‘Geografía de la memoria’, detalló los momentos esenciales de su existencia. De hecho, el libro se iba a titular ‘Detrás de los visillos’, porque la idea era mostrar los pequeños sucesos cotidianos que marcaron su historia. Pero se llama ‘Geografía de la memoria’ porque es un recorrido por su vida, con detalles como su estancia en Estados Unidos en Antioch College, una de las universidades más prestigiosas, donde había estudiado la esposa de Luther King o dos Premio Nobel».

Reivindicación

Afirma la profesora que se habría quedado allí, pero el amor por Granada que le inculcó su madre, y la reivindicación de la memoria de su padre, Agustín Escribano, asesinado por venganza a manos de los militares sublevados, le conminaron a volver. «Ella quería que esos que mataron a su padre la vieran a ella por las calles, ya que todo el mundo decía que era su prolongación», explica.

Entroncada con Federico García Lorca por la amistad con su familia –pasó muchos veranos en la Huerta de San Vicente–, era un torbellino, como ya pronosticó su padre, antes de morir en aquel verano negro de 1936: «Muchos van a rabiar con su presencia», dijo, cuando apenas gateaba. En sus versos, retrata, como afirma Remedios Sánchez, «una ciudad en la que muy pocas cosas cambian, y que olvida a quienes fueron los motores de su desarrollo intelectual y moral, sus hijos más válidos. Mariluz amó a Granada desde sus calles y sus gentes, y disfrutó de su cultura como nadie. Cuando vivía en Jun, muy joven, bajaba con su traje y su mantón a los conciertos del Festival, porque sentía la música. Y paseaba una Alhambra por entonces vacía».

Amor, memoria y tiempo son las constantes de su obra. «Mariluz llama a la memoria, pero no una memoria de confrontación, sin rencor. Ella no quería que otros niños vivieran lo que ella vivió. El nombre de su padre, como el de Federico, se pronunció durante mucho tiempo en voz baja. Y eso, teniendo en cuenta que él no hizo otra cosa que promover la educación en una ciudad que no era la suya de nacimiento, es una ignominia». Una ignominia que estas ‘Obras completas’ escritas por su hjia ayudan a restañar.

JOSÉ ANTONIO MUÑOZ

foto: La profesora Remedios Sánchez, con el libro. / ALFREDO AGUILAR

 

 
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