Cuatro síntomas que revelan claramente tu nivel de agotamiento

Cuando uno piensa en ‘agotamiento’, a menudo asume que significa que estamos sobrecargados, pero en realidad tiene muchos más matices que simplemente estar ocupado o abrumado por una situación

En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó el agotamiento como un síndrome que resulta del estrés laboral crónico que no puede ser controlado con éxito. Por definición, el agotamiento (o burnout, en inglés) es una condición que experimentan los profesionales en la que desarrollan síntomas similares a la depresión como resultado de aspectos de su rol. El agotamiento puede manifestarse mostrando signos de agotamiento físico, mental y/o emocional como resultado del estrés relacionado con su trabajo o lugar de trabajo. Pueden desarrollarse una serie de posibles síntomas fisiológicos y psicológicos que afectarán significativamente a la calidad de vida en general de la persona que lo sufre.

Independientemente del tipo o la causa raíz, el agotamiento generalmente se manifiesta como una combinación de síntomas internos y externos, dicen los expertos. Y experimentar estrés relacionado con el trabajo, agotarse y sentirse abrumado hasta el punto de enfermarse debido a las exigencias del oficio o del entorno laboral puede ocurrirle a cualquier empleado, en cualquier puesto (ya sea equipo de hospital, dueño de negocio, fotógrafo o atleta) y en cualquier etapa de la vida profesional.

‘Chivatos’ del estrés:

1. Sentirse desconectado del entorno y discutir con las personas que nos rodean

El cinismo, el aumento de discusiones con la pareja, familia o amigos, es habitual, ya que se produce una desconexión con las personas que nos rodean. Las actitudes negativas hacia los compañeros de trabajo, aparte de la familia, vienen de la mano de ese desapego general.

2. Procrastinar incluso en las tareas más pequeñas

Las personas con agotamiento pueden sentirse atraídas por la procrastinación y el aislamiento, así como emplear distracciones como escudo para escapar de las responsabilidades. Esto suele ir adherido a olvidarse de cosas, problemas de concentración y aumento de la irritabilidad. Es posible que se omitan tareas o completen solo partes de las mismas, y el trabajo puede volverse errático e inconsistente.

3. No priorizar el cuidado personal, como el ejercicio y una dieta saludable

Cuando el agotamiento se cierne sobre nosotros, dejamos de lado nuestro cuidado personal, en el pack compuesto por dieta, sueño y ejercicio.

placeholder Los arrebatos de ira o la angustia emocional persistente son algunos de sus signos. (Pexels)
Los arrebatos de ira o la angustia emocional persistente son algunos de sus signos. (Pexels)

4. Insomnio a pesar del agotamiento físico y emocional

Es una cruel realidad que, a veces, cuanto más agotado estás, más difícil resulta dormir. El insomnio leve no es poco común para quienes experimentan agotamiento. Es posible que estés demasiado conectado pensando en todas las cosas que sucedieron ese día, que deben hacerse mañana, etc, que te impiden relajarte y dormir. También es habitual tener un ciclo de sueño interrumpido y levantarse con dolor de cabeza, tensión muscular, hipertensión e incluso desórdenes gastrointestinales.

Varían en cada individuo

Eso sí, los síntomas pueden ser diferentes para cada persona. Por ejemplo, dos compañeros de trabajo en el mismo puesto laboral pueden responder a los mismos factores estresantes de diferentes maneras; uno puede acabar agotado y el otro no. Alternativamente, ambos pueden agotarse, mostrando diferentes signos de la amplia gama de posibles síntomas que pueden caracterizar el agotamiento mental o físico debido a que el estrés evoluciona como respuesta a los problemas relacionados con el trabajo que pueden desarrollarse durante semanas o meses.

«Si bien a menudo se habla del agotamiento profesional en campos como la profesión médica o el derecho, cualquiera puede sufrir agotamiento»

Es importante estar atentos a las señales; no esperar a que llegue una crisis para descubrir cómo podemos responder al estrés. En lugar de encontrarse en una situación que vimos venir, hay que observar los patrones sutiles, y no tan sutiles, que se pueden desarrollar para responder al agotamiento a nivel personal y en el trabajo. El aumento de la conciencia de estos signos puede ayudarnos a comenzar a abordarlos antes de caer en el agotamiento total.

¿Tratamiento?

No hay una terapia establecida para el agotamiento. A muchas personas les resulta útil abandonar su lugar de trabajo, ya sea de manera temporal o permanente. Pero otros pueden ser capaces, con apoyo terapéutico, de modificar su entorno de trabajo y sus actitudes hacia él, de manera que eliminen o reduzcan los factores responsables que provocan el agotamiento.

Por Sarah Romero

FOTO: El agotamiento es, en suma, cuando el estrés se vuelve crónico y tiene un efecto perjudicial en otras áreas de la vida. (Pexels)
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