Tiña, infecciones, hongos… cuidado con la manicura, los tatuajes y el laminado de pestañas

La OCU exige que se «intensifiquen las inspecciones en peluquerías y centros de estética para asegurar que se realiza una correcta desinfección de los utensilios»

Hace unos días, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) alertaba de la existencia de un brote de tiña del cuero cabelludo en adolescentes del todo el país que se cortan el pelo mediante la técnica del degradado o rasurado, «lo que puede haber favorecido el contagio de la enfermedad al usar maquinillas eléctricas infectadas», precisaban en el comunicado. La noticia ha vuelto a poner sobre la mesa un tema que afecta tanto a los profesionales como a los clientes y que los dermatólogos reivindican desde hace tiempo: la necesidad de incrementar los controles sanitarios en peluquerías y centros de belleza para evitar casos como el denunciado la semana pasada por la AEDV.

«Es necesario que estos negocios cumplan escrupulosamente con todos los parámetros de higiene y seguridad sanitaria porque una incorrecta esterilización de los utensilios puede poner en riesgo la salud de los clientes: infecciones, reacciones alérgicas, alteraciones de la piel…», señala la dermatóloga Ana Molina.

De hecho, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha exigido públicamente a las comunidades autónomas que «intensifiquen sus campañas de inspección a peluquerías, centros de estética y similares para asegurar que se realiza una correcta desinfección de los materiales no desechables de uso compartido». Aunque ahora son las peluquerías las que están en el ojo del huracán por el brote de tiña detectado en adolescentes, las infecciones por no esterilizar correctamente el instrumental no son exclusivas de estos negocios. «Se debe ser especialmente cuidadoso con manicuras y pedicuras, tatuajes y laminado de pestañas», enumeran los expertos.

Prohibido cortar las cutículas

Las manicuras y pedicuras exigen todo un despliegue instrumental que puede ser foco de numerosas infecciones si no se esteriliza correctamente, incluida la tiña del pie. «Un material contaminado puede servir como transmisor de enfermedades procedentes de otros clientes. La mayoría son infecciones bacterianas, pero también se pueden contagiar hongos e incluso enfermedades víricas», explica la doctora Molina.

Otro foco de contaminación son las heridas que puede causar la propia manipulación de la uña durante la manicura o pedicura (cortes, raspados…) y que sirven como puerta de entrada a numerosos microorganismos. En este sentido, los dermatólogos insisten en que «no se debe tocar ni cortar nunca la cutícula de la uña porque es lo que la protege. Se debe evitar toquetear y manipular esa parte. Los mayores problemas siempre se dan cuando te acercas a las zonas vivas, como el cuero cabelludo en el caso del brote de tiña o las cutículas de las uñas». El uso de acrilatos en esmaltes semipermanentes también se relaciona con la dermatitis alérgica de contacto, por lo que se recomienda limitar su uso», coinciden los dermatólogos.

Alergia al color rojo

Las reacciones adversas a los tatuajes son bajas (un 2%) en relación a la cantidad de personas que se tatúan en todo el mundo, pero es verdad que también tienen sus contraindicaciones. «La principal son las reacciones alérgicas, que en ocho de cada diez casos se deben al pigmento rojo o a las mezclas que hace el tatuador con ese color. La mayoría de los clientes desconocen las sustancias que les inyectan y sus posibles efectos adversos, por eso se recomienda hacer una fotografía de las tintas empleadas y guardarla por si hubiera problemas en un futuro», aconseja la doctora Molina.

Los tatuajes también se relacionan con infecciones, especialmente por microbacterias o virus de la hepatitis, aunque cada vez son menos frecuentes. «Se asociaban principalmente al color gris, que se obtenía usando agua no estéril como diluyente de la tinta, una práctica que apenas se usa ya».

Infección ocular

Los tintes y laminados o lifting de pestañas también pueden acarrear problemas sanitarios si no se hacen con el material y la técnica adecuada, ya que «no existen coloraciones de pestañas naturales ni orgánicas. Aunque se apliquen con sumo cuidado, no se deja de correr riesgos. Los posibles efectos colaterales del tinte de pestañas son hinchazón, inflamación del ojo e infecciones oculares», resume el doctor Juan Durán de la Colina, director médico del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO) y catedrático de Oftalmología de la UPV.

Algo parecido ocurre con las extensiones. «Uno de los mayores problemas es que algunas se pegan con productos que pueden lesionar la superficie ocular y causar reacciones alérgicas», alertan en la Sociedad Española de Oftalmología (SEO).

Mucho ojo con las lámparas de secado de las manicuras semipermanentes

La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) también ha alertado sobre el uso repetido de las lámparas que se usan para acelerar el secado de las manicuras semipermanentes, puesto que sus luces ultravioletas y LED aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel adyacente a la uña. «Hasta ahora se pensaba que solo eran nocivas las de luz ultravioleta, pero los últimos estudios han demostrado que también lo son las lámparas que usan LED», explican. Los dermatólogos aconsejan aplicarse un protector solar de amplio espectro en las manos antes de usar uno de estos aparatos de secado.

 
FOTO: LEAL
 
https://www.ideal.es/vivir/salud/tina-infecciones-hongos-20230124141933-ntrc.html
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