Las pensiones mínimas contributivas subirán hasta situarse en los 1.178 euros al mes en 2027

La nueva cuota de solidaridad se aplicará sin topes sobre todo el salario que sobrepase la cotización máxima pero no tendrán que pagarla los autónomos, según los cambios introducidos en la reforma de las pensiones

La segunda fase de la reforma de las pensiones ya está lista y se aprobará previsiblemente este jueves en un consejo de ministros extraordinario. La nueva norma contará con el respaldo unánime de los sindicatos, que este miércoles rubricaron el acuerdo con el Gobierno después de arrancarles nuevas cesiones como mejoras en las pensiones mínimas, que se elevarán hasta situarse en los 16.500 euros brutos al año en 2027 en el caso de las contributivas, según estimaciones que avanzó el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, durante su comparecencia en el Pacto de Toledo.

Pero esta vez no tendrá el apoyo de la patronal, que se desmarca argumentando que carga todo el esfuerzo en las espaldas de los trabajadores y las empresas y penalizará la creación de empleo.

«Es una reforma histórica de un avance extraordinario. Afianzamos y robustecemos el sistema en tres cuestiones: suficiencia, equidad y sostenibilidad», proclamó el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, quien sin embargo aún sigue sin dar cifras concretas del impacto real de las nuevas medidas. Sí reconoció este miércoles que lo que hace «básicamente» es neutralizar la derogación del factor de sostenibilidad y la puesta en marcha de la nueva revalorización con el IPC, con lo que no insufla nuevos ingresos.

UGT y CC OO han conseguido que el Gobierno mejore aún más la subida de las pensiones mínimas, que se irán revalorizando en mayor medida que la inflación los próximos cinco años hasta fijar un suelo. Así, la cuantía mínima de la pensión de jubilación contributiva para mayores de 65 años con cónyuge a cargo no podrá ser inferior en 2027 al 60% de la renta mediana. Escrivá cuantifica que escale así en cinco años hasta el entorno de los 16.500 euros brutos, que repartidos en 14 pagas supondría 1.188 euros al mes, frente a los actuales 966 euros.

Concretamente, el nuevo borrador de Real Decreto Ley al que ha accedido este periódico establece que «desde el año 2027 la cuantía mínima de la pensión de jubilación contributiva para un titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo, una vez revalorizada con el IPC, no podrá ser inferior al umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos. Según los últimos datos del INE referentes al año 2021, se sitúa en los 14.302 euros brutos anuales y el ministerio calcula que en 2027 ascenderá gasta los 16.500 euros anuales.

El Gobierno se compromete a ir reduciendo de forma progresiva año a año la actual brecha hasta llegar a esa cuantía en 2027, puesto que en la actualidad la pensión mínima de jubilación para mayores de 65 se sitúa en 13.527 si tienen cónyuge a cargo (10.963 euros si no tienen).

Esta misma subida se fija también para las pensiones de viudedad con cargas familiares y para todas las pensiones contributivas con cónyuge a cargo, excepto la de incapacidad permanente total de menores de 60 años. Por su parte, las pensiones no contributivas se incrementarán adicionalmente cada año, en el mismo período y por el mismo porcentaje, pero con la referencia a multiplicar por 0,75 el umbral de la pobreza de un hogar unipersonal , que estaría situado para este año en un mínimo de 7.151 euros brutos anuales.

Recargo sin topes

Otra concesión que ha realizado Escrivá es una subida mayor de las cotizaciones para las rentas altas. Así, la nueva norma que previsiblemente se aprobará mañana en un Consejo de Ministros extraordinario elimina la potestad de que el Gobierno de turno fije cada año en los Presupuestos el importe máximo sobre el que se aplique la nueva cotización adicional de solidaridad.

Significa esto que esta nueva cotización supondrá un gravamen de hasta un 6% que se aplicará por todo el salario que esté por encima de la base máxima, situada en 2023 en los 54.000 euros brutos anuales, en previsión de que pueda haber un cambio en Moncloa hacia la derecha que minimice este impuesto sin tener que hacer cambios en la ley. Así, para un trabajador que gane 100.000 euros tendrá que pagar este recargo por 46.000 euros restantes.

Esta cotización de solidaridad, que solo tendrán que pagar los asalariados, no los autónomos, será del 1% en 2025 y se irá incrementando anualmente en 0,25 puntos porcentuales hasta alcanzar el 6% en 2045, del que un 5% correrá a cargo de la empresa y el 1% restante, del trabajador.

Blindaje a la ‘hucha’ de las pensiones

Además, otro de los cambios que recoge el nuevo texto de real decreto es que incrementa los límites máximos que se pueden sacar cada año del Fondo de Reserva, la conocida como ‘hucha de las pensiones’, que se irá llenando estos próximos años del dinero recaudado a través del nuevo mecanismo de equidad, que duplica su cuantía hasta el 1,2%, y del recargo a las rentas altas, así como de dotaciones extra que puede aprobar cada año vía Presupuestos. Así, en 2023 se podrá retirar un máximo del 0,10% del PIB para pagar las jubilaciones del baby boom, cuantía que aumenta cada año progresivamente hasta tocar techo en 2048, cuando se podrá sacar el equivalente al 0,91% del PIB. Los próximos años este límite se reduce y se rebaja al 0,50% en 2053, cuando ya hayan prácticamente desaparecido las tensiones financieras por la oleada de jubilaciones.

Lucía Palacios

FOTO: El ministro JoséLuis Escrivá (primero de la izquierda), junto al líder de UGT, Pepe Álvarez (segundo de la derecha).

https://www.ideal.es/economia/pensiones/pensiones-minimas-subiran-elevarse-encima-1020-euros-20230315113902-ntrc.html#vca=web-push&vso=ideal&vmc=PENSIONES&vli=_

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