¿Cómo podrán vivir 10.000 millones de personas en la Tierra en el año 2050?
Esta es la pregunta que se plantea la segunda Asamblea de las Naciones Unidas para el Medioambiente (UNEA-2) que arrancó en Nairobi con el objetivo de poner en marcha la sección medioambiental de la Agenda 2030, definida el pasado año por la ONU para marcar la ruta hacia un desarrollo sostenible.Delegados de más de 170 países debatirán durante toda la semana en la capital keniana, donde tiene su sede el Programa de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (PNUMA), para alcanzar acuerdos que impulsen las políticas medioambientales a escala global.
Nos jugamos mucho en este envite porque las medidas que se adoptan hoy se quedan obsoletas al día siguiente. Todavía hay poca conciencia de que estamos degradando el planeta que se está calentando ante nuestros ojos, se derriten los casquetes polares y desaparecen las selvas y avanzan los desiertos.
La UNEA, aspira a convertirse en la primera autoridad mundial en materia medioambiental. En el seno de este organismo tienen cabida no solo representantes políticos, sino también empresarios y miembros de la sociedad que, de forma conjunta, intentarán introducir en la agenda política mundial las cuestiones más acuciantes en materia medioambiental. Participará en la definición del futuro tras los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que expiran este año, y en la búsqueda de soluciones a desafíos como la contaminación marina, la sostenibilidad energética, el uso de plásticos, la seguridad alimentaria, la caza furtiva y el contrabando de animales.
Tras la aprobación de la Agenda 2030 que establece los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático (COP21) y el alcanzado el Adis Abeba en materia de Financiación del Desarrollo, “la cuestión clave ahora es ponerlos en marcha”.Más allá de esta agenda multilateral, la UNEA-2 definirá medidas para luchar contra el tráfico ilegal de la flora y la fauna, por el tratamiento de residuos químicos, la defensa de los océanos, la reducción del impacto de los conflictos armados en el medioambiente y la mejora de la salud mediante la protección de los ecosistemas.
La UNEA se configuró como una asamblea subsidiaria de la Asamblea General de la ONU y se reune cada dos años. En este nuevo foro medioambiental de la ONU están representados tanto los políticos como sus representados, países ricos y pobres, que permitirán avanzar «hacia el futuro» del planeta.
