Sin duda uno de los elementos urbanos de nuestro pueblo que no aparece en ninguna fotografía de las que hasta ahora conocemos, es el lavadero público.

Levantado junto al antiguo Matadero municipal (más o menos a la altura, del tanatorio), ha sido un olvidado de los objetivos de las cámaras fotográficas. Tan solo conocemos los planos del edificio, diseñado por Fernando Wilhelmi y Manzano en 1905 y aprobado unos meses más tarde por el Gobernador Civil. En la fotografía que ilustra nuestra entrada de hoy, podemos ver la sección transversal y el alzado de dicha construcción. Estos planos sirvieron de base para que los vecinos del barrio Santa Adela, hicieran hace unos años una cruz de mayo, con el lavadero como tema.

Los lavaderos solían construirse a las afueras de los pueblos y cerca de arboledas o praderas que servían para tender la ropa y que se orease. Se dividían en dos estanques en uno enjabonaban (solía situarse en la parte más baja) y en el otro aclaraban, este estaba en un lugar algo más elevado “para que sus aguas no se viesen”. Alrededor de estas pequeñas pozas había un espacio con inclinación y ondulaciones para facilitar el frote de la ropa.

Los lavaderos eran mucho más que un lugar donde lavar la ropa. El lavadero, congregaba a decenas de mujeres que acudían cargadas con barreños y calderos a lavar la ropa. Eran verdaderos centros de socialización del mundo rural.

Construido cerca de un nacimiento de agua llamado de la Higuerilla, de donde cogía el agua, en nuestro pueblo también acudían las mujeres a lavar al Charcón. Y sobre todo, como fiesta, cuando alguna mozuela iba a casarse, las amigas y parientas acudían en comitiva festera a la Madres del Rao, a “lavar la lana”.

Curiosidades elvirenses.

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