Sobre el impuesto de sucesiones y donaciones están haciendo circular mucha desinformación y demagogia para confundir a la gente.

Es una figura impositiva que afecta a muy pocos ciudadanos (sólo un 2% cuando se hereda de familiares directos, esto es, de padres a hijos) y no se paga nada cuando se recibe por debajo de los 250.000 euros (un cuarto de millón, una cantidad importante y que no está al alcance de cualquiera).

Se trata de un impuesto progresivo que sigue el principio de que quien más gane o más tenga, más abone. Es, además, un tributo del Estado cedido a las comunidades autónomas como parte del sistema de financiación y por tanto la recaudación se dedica al mantenimiento de los servicios públicos (sanidad, educación, dependencia y políticas sociales).

El Partido Popular tuvo la oportunidad en los cuatro años de mayoría absoluta de eliminar el impuesto y compensar a la CCAA por la pérdida de ingresos. Y no lo hizo.

Cuando se conocen estos datos, ya no resulta tan fácil falsear la realidad. Sectores conservadores, con el PP al frente, están metiendo miedo y enredando cuando la inmensa mayoría de la población no desembolsará nada por el impuesto de sucesiones.

Estaría bien que algunas cadenas de televisión que tanto bombo le están dando a este asunto (les da audiencia) explicaran también que cuando se recibe una herencia, además de sucesiones, hay que hacer frente al impuesto de plusvalías a los ayuntamientos y los gastos de registro y notaría.

Tampoco estaría de más que precisaran que muchas de las renuncias a las herencias se debe a las deudas que llevan consigo (por ejemplo, hipotecas). Más allá de algún caso concreto que pueda conllevar una injusticia, el impuesto de sucesiones lo pagan los que obtienen cuantiosos legados. Insisto, la inmensa mayoría, 98 de cada 100, no tributa ni un euro.

 

https://youtu.be/1gXmzOGfS3I

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