Desde que las encuestas la señalaron como la candidata mejor situada para sustituir a Angela Merkel al frente del gobierno alemán, la candidata verde Annalena Baerbock ha sido el blanco de todo tipo de ataques. El más reciente, una acusación de plagio. ¿Funcionará la campaña orquestada contra ella?

Desde abril, Annalena Baerbock está en el punto de mira de media Europa. Por un lado, porque su proyecto político, basado en la lucha contra el cambio climático y la defensa de un modelo económico basado en la sostenibilidad, ha alimentado las expectativas de un cambio de ciclo en el continente, después de 15 años de liderazgo conservador de Angela Merkel. Por otro, porque su elección como candidata del Partido Verde para las elecciones que se celebrarán en septiembre en Alemania ha despertado un evidente nerviosismo, tanto entre sus rivales políticos domésticos como entre potencias extranjeras como Rusia. Un nerviosismo que las encuestas, que hace unas semanas la situaban como favorita, han alimentado hasta convertirse en una auténtica campaña de acoso y derribo contra ella. ¿El último capítulo? La acusación, por parte de un experto austriaco, de que Baerbock habría copiado varios párrafos del libro que acaba de publicar en Alemania.

La acusación señala 12 pasajes que guardan similitudes con artículos periodísticos e informes oficiales. La obra, en la que la líder ecologista combina su ideario político con algunas referencias y anécdotas personales, está pensada para acercar a la candidata al electorado alemán. Mientras algunos de sus rivales políticos han aprovechado la noticia para desacreditarla otros, como el diputado liberal Marco Buschmann, le han restado importancia en Twitter: «Venga, que hay cosas más importantes…»

 

El problema es que llueve sobre mojado. La expectación que levantó su candidatura provocó una reacción visceral sin precedentes en Alemania. La lista de agravios, maquinados en su mayoría por integrantes de la extrema derecha, pero también procedentes de Rusia, es interminable. Desde fotomontajes en los que aparece desnuda e insultos machistas hasta teorías conspirativas sobre su relación con George Soros y fake news sobre su intención de prohibir las mascotas o eliminar las pensiones de viudedad para dedicar esos fondos a ayudar a los refugiados. Todo aderezado con la consiguiente dosis de machismo y misoginia hacia una candidata joven, mujer y madre.

Baerbock, que codirige el Partido Verde desde 2009 y ocupa un asiento en el parlamento alemán desde 2013, creció en una granja y es hija de una trabajadora social y un ingeniero mecánico que la llevaban a manifestaciones pacifistas y anti-nucleares cuando era una niña. Después de estudiar Políticas en la universidad de Hamburgo y de obtener un máster en Derecho Internacional en la London School of Economics, trabajó en el Parlamento Europeo durante tres años antes de iniciar su propia carrera política. Madre de dos hijas, está casada con un asesor político y lobista, pero es extremadamente celosa de su vida privada.

Aunque las últimas encuestas han rebajado sus expectativas electorales, todavía quedan tres meses para los comiciones y Baerbock aún podría disputarle la victoria al candidato conservador Armin Laschet, heredero de Merkel en la CDU. Pero también podría forjar coaliciones hasta ahora inéditas en Alemania. Ahora, la pregunta es si la campaña de acoso y derribo orquestada contra ella conseguirá desgastarla o si tendrá justo el efecto contrario. La respuesta, el próximo 26 de septiembre en las urnas.

Ixone Díaz

FOTO: Annalena Baerbock. Crédito: Getty.

Annalena Baerbock: acoso y derribo contra la líder ecologista alemana

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