Estas son algunas de las claves para averiguar si eres víctima de ciberacoso

La batería del móvil te dura menos de lo normal? ¿Se recalienta aunque no lo utilices demasiado? ¿Tienes descargada alguna aplicación extraña con varios permisos activados en los ajustes de tu dispositivo tipo ubicación, micrófono o cámara? ¿Te ha llegado un mensaje en el que la persona que te lo envía hace referencia a datos y detalles que solo habías compartido en tú círculo más íntimo? Si la respuesta es afirmativa, puede que estés siendo víctima de ciberacoso y ni siquiera lo sepas. Las nuevas tecnologías se han convertido en los últimos años en una herramienta indispensable no solo para comunicarnos sino también para gestionar los diferentes ámbitos de nuestra vida tanto profesional como personal. El problema surge cuando esos avances se vuelven en nuestra propia contra.

Es el caso del llamado ‘stalkerware’, una aplicación comercial que permite espiar el móvil de otra persona sin su consentimiento y que suele ser utilizado por acosadores para controlar los movimientos de sus parejas o exparejas. Solo en los diez primeros meses del año pasado fue usado por al menos 28.000 personas en todo el mundo, con Rusia, Brasil y EE UU como países más afectados por número de casos. España ocupa el quinto lugar a nivel europeo, según los datos que maneja la compañía de ciberseguridad Kaspersky, cofundadora de la Coalición internacional contra el Stalkerware, dedicada fundamentalmente a detectar y eliminar este tipo de conductas tóxicas en las redes. «Es importante concienciar a la población sobre este tipo de acoso para que todas las partes implicadas –víctimas, fuerzas y cuerpos de seguridad y asociaciones de ayuda– puedan mejorar la detección y protección de las personas afectadas por la ciberviolencia», apostilla Vanessa González, directora de comunicación de Kaspersky Iberia.

Este tipo de software, que trabaja en un segundo plano y permite extraer toda la información del móvil espiado (ubicación, mensajes, correos electrónicos, movimientos de cuentas bancarias, claves de acceso, fotografías, vídeos…) no requiere de grandes conocimientos en informática para su instalación, aunque sí es necesario tener acceso físico al dispositivo de la víctima para poder hacerlo. Se trata de una herramienta especialmente peligrosa en los casos de violencia de género porque el acosador puede monitorizar todos los datos que circulan por el móvil sin que la víctima sospeche nada: desde su ubicación en tiempo real a los mensajes en redes sociales o el historial de llamadas o del navegador.

Pese a que este software espía deja rastro y ya existen en el mercado aplicaciones capaces de detectar su actividad, los expertos en ciberseguridad advierten de que instalar un antivirus para eliminar la aplicación puede ser «potencialmente peligroso» en casos de violencia de género porque el el acosador puede recibir una notificación de que se ha desinstalado el programa. «Y hacer frente a nuestra pareja en esta situación solo aumentará el riesgo al que se enfrenta una víctima de ciberacoso», añade Encarni Iglesias, presidente de Stop Violencia de Género digital. Lo más aconsejable en estos casos es ponerlo en conocimiento de las fuerzas de seguridad para que investigue el dispositivo. El código penal español considera el stalkerware como una práctica constitutiva de delito, que se castiga con penas de hasta 4 años de prisión.

Necesidad patológica de control

Al margen de los tecnicismos, ¿qué lleva a una persona a instalar una aplicación espía en el móvil de su pareja sin su consentimiento? «Su necesidad patológica de control. Y el control sobre la pareja ni se entiende ni se justifica bajo ningún concepto. De hecho, es uno de los principios básicos del maltrato», zanja Elena Daprá, vocal de la sección de Psicología de las organizaciones del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.

En este sentido, son muy llamativos los resultados de una encuesta realizada por Kaspersky en más de una veintena de países, entre ellos España, en la que el 15% de las personas consultadas reconoce abiertamente que no ve ningún problema en espiar el móvil de su pareja sin su consentimiento. Y más de dos tercios lo justifican si sospechasen de una infidelidad o por cuestiones de seguridad. «Si tu crees que tu pareja está con otro o con otra se lo preguntas directamente, no le instalas una aplicación en su móvil para controlar todos sus pasos. Además, una persona que hace algo así no se queda ahí. Lo suele acompañar de otro tipo de comportamientos que en pareja son muy tóxicos: hacerse la víctima continuamente (el culpable de todo siempre es el otro); amenazas (‘si me dejas me voy a morir’…); critica todo el rato a la otra parte; celos enfermizos; agotan con peleas y mal rollo; no respetan el tiempo a solas de la otra persona…», enumera la psicóloga Elena Daprá.

PONLE FRENO AL ‘STALKERWARE’
  • La Coalición contra el Stalkerware aconseja seguir estos pasos si se tienen sospechas de ciberacoso.

  • No apresurarse a eliminar el programa espía ya que el acosador puede enterarse. «Es muy importante tener en cuenta que el agresor puede ser un riesgo potencial para la seguridad personal».

  • Ponerse en contacto con las autoridades locales y organizaciones de apoyo a las víctimas de violencia doméstica para recibir ayuda sobre seguridad

  • La Coalición contra el stalkerware ofrece información en su web sobre cómo protegerse del ciberacoso También se puede consultar la página dedicada a las víctimas y supervivientes sobre la detección, eliminación y prevención del ‘stalkerware’.

  • Utiliza una protección de ciberseguridad (antivirus) probada para comprobar si se ha instalado un programa espía en el teléfono móvil. «Ahora bien, esto solo debe hacerse después de evaluar el riesgo potencial para la víctima, ya que el agresor puede darse cuenta del uso de una solución de ciberseguridad», insisten.

CARMEN BARREIRO
FOTO: ALBA POCURULL
https://www.ideal.es/vivir/relaciones-humanas/expareja-espia-traves-20220108144949-ntrc.html
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