La Cumbre sobre Refugiados y Migrantes no ofrece compromisos firmes
La primera Cumbre sobre Refugiados y Migrantes organizada por la ONU en Nueva york ha sido una oportunidad sin precedentes para lograr un acuerdo justo y audaz con el fin de garantizar la seguridad y la dignidad de refugiados y migrantes.
Como se esperaba, la Declaración final no ofrece compromisos firmes para cambiar el estatus quo y los Gobiernos han dado una respuesta insuficiente.
“Los países ricos deben dar de manera urgente un paso adelante para recibir, proteger y Apoyar a los refugiados. Las investigaciones de Oxfam muestran que los seis países más ricos del mundo, que representan más de la mitad de la economía global, acogen a menos del 9% del total de refugiados y solicitantes de asilo. Son los que tienen más capacidad y responsabilidad los que más dan la espalda a los necesitados”, afirma Paula San Pedro, responsable de incidencia humanitaria de Oxfam Intermón.
En cuanto al papel de España en la Cumbre sobre Refugiados y Migrantes, Oxfam Intermón celebra el compromiso que ha hecho el Rey Felipe VI, reconociendo la responsabilidad compartida que todos los estados tienen ante la crisis global de desplazamiento. La ONG también valora que el Rey haya mencionado el papel de España en el Consejo de Seguridad de la ONU, y espera que en los últimos meses de su membresía sea capaz de dar una respuesta a las causas del desplazamiento, promueva la agenda preventiva y fomente los embargos de armas.
Sin embargo, Oxfam Intermón reconoce su preocupación ante un discurso que ha señalado que España ha gestionado de manera eficiente y “con buenos resultados” la crisis de desplazamiento. Tal como la ONG ha denunciado en su últim o informe, las políticas españolas de migración han antepuesto el control de fronteras a la protección y dignidad de las personas y han reducido las partidas destinadas a ayuda humanitaria a su mínima expresión (67% desde 2011).
Oxfam Intermón considera imprescindible que España dé un giro radical a su política migratoria y esto implica que la responsabilidad compartida a la que se refiere el Monarca se traduzca en la acogida inmediata de los más de 17.000 refugiados que el Gobierno se comprometió a recibir de manera inmediata. Hasta el momento sólo han llegado a España 480.