Gerver afirma que el Informe Pisa es «lo más dañino de la historia de la educación»
Unas de las personalidades más influyentes del mundo en el ámbito de la educación, Richard Gerver, considera que «lo más dañino en la historia de la educación» es el Informe Pisa, elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y que evalúa el rendimiento académico en cerca de cien países de los cinco continentes.»Pisa es muy peligroso; nos da datos sobre el desarrollo académico y los gobernantes utilizan mal esos datos y se obsesionan: piensan que la educación es como el fútbol y todos quieren ser el Real Madrid o el Barcelona, cuando ni los niños son máquinas, ni nosotros estamos jugando al fútbol», ha dicho en una entrevista con Efe.
Ha resaltado que la propia OCDE ha publicado otro informe en el que se indica que los países «obsesionados» en los exámenes formales, como Pisa, presentan más dificultades para que la gente joven encuentre trabajo, por lo que ha insistido en que «si se pone la atención en Pisa, los niños serán cada vez menos capaces de trabajar en el mundo real».
Richard Gerver (Londres, 1969), quien se encuentra en Bilbao para participar en el ciclo de conferencias sobre innovación educativa Eventos Savia, organizado por la editorial SM, ha apuntado que a los políticos no les importa el futuro a largo plazo de los alumnos porque viven «enfocados» a las elecciones que se celebran cada cuatro o cinco años, y por ello definen sistemas educativos a corto plazo.
Sobre el continuo cambio de leyes educativas en España ha resaltado que es un hecho «típico y no único» de este país, y ha puesto como ejemplo de buenas prácticas a Finlandia, donde la educación «no está dirigida» por políticos.
«En España, al igual que en otros países, hay una gran diferencia entre lo que se hace y lo que se debería hacer cuando se emprende una reforma educativa: se construye sobre ideas e iniciativas que ya existen y esta manera de legislar complica más el sistema, confunde a los profesores, aburre a los niños, los padres no saben qué esperar del colegio y las empresas no encuentran las destrezas necesarias en los futuros trabajadores», ha reflexionado.
El camino adecuado, según ha apuntado, consiste en definir un nuevo sistema entre todos los agentes implicados, porque resulta «frustrante» que, al final, se prepare a los alumnos «para un mundo que ya no existe».
Ha citado como ejemplo los exámenes, que ha definido como «herramientas importantes» para evaluar, pero que se transforman en un «problema» cuando se convierten en un fin en sí mismo, porque la educación «no consiste en preparar a alumnos para aprobar exámenes sino prepararlos para la vida».
«Las universidades y el mundo laboral buscan jóvenes que piensen por sí mismos, que puedan romper las reglas y encontrar sus propios patrones, no a jóvenes capaces de hacer cien exámenes», ha dicho.
Una tarea ingente de deberes para hacer en casa, en su forma tradicional, tampoco tiene sentido, según Gerver, y únicamente consiguen «aburrir» al alumno y hacer que cada vez se implique menos en su propio aprendizaje.
«No he encontrado un solo informe que pruebe que los deberes tienen un impacto significativo en el desarrollo de los niños», ha precisado, aunque ha añadido que el trabajo en casa puede ser «maravilloso» cuando el alumno quiere saber más de lo aprendido en el colegio porque le «ha capturado el aprendizaje».
También ha aludido al papel de los profesores en el aula y les ha desafiado a «comportarse como profesionales, resolver los problemas sin esperar a que les políticos les den permiso y les digan cómo hacer su trabajo».
Ha recordado a este colectivo que la educación «no consiste solo en transmitir información al alumno, sino que hay que conseguir que los alumnos sean conscientes de su propio aprendizaje, y para lograrlo no se requiere una legislación política sino destrezas pedagógicas, pasión y creatividad».
En este punto se ha referido a la introducción de las nuevas tecnologías en el aula y tras recalcar que se trata solo de una herramienta y «no de una respuesta», ha mantenido que la educación necesita de una «alta interacción entre los seres humanos».
«No solo por usar el ipad en clase se crea un sistema educativo; un buen profesor puede enseñar con nada, igual ahora que hace cincuenta años», ha indicado.
En relación con el alto índice de abandono escolar en España, Gerver ha recordado que los expertos dicen que la persona nace con ganas de aprender, por lo que la pregunta sería «¿qué ocurre con ese amor por el aprendizaje?. Normalmente, lo que ha pasado es que ese niño ha estado en su pupitre y ha escuchado una hora tras otra a un profesor hablando; el ser humano no aprende así».
Gerver no es un teórico de la educación, según ha enfatizado él mismo, sino que habla con base en la experiencia y en la evidencia ya que en dos años convirtió un colegio inglés con un índice alto de fracaso escolar en un centro innovador en el que «los alumnos hacían cola para entrar todos los días».