23 noviembre 2024

Irritabilidad, sueño, cansancio, estados de ánimo alterables y déficit de atención, entre los principales síntomas

El reloj se retrasará una hora de las 03.00 a las 02.00 de la madrugada del sábado, ganando una hora de sueño. Sin embargo, esto implica que amanecerá antes, pero anochecerá también antes, algo que unido a la disminución de las horas de luz durante estos meses puede afectar a nuestra salud. Es la advertencia que se lanza desde la web de meteorología eltiempo.es, que recuerda que el cambio de hora de este fin de semana trae consigo un ajuste de nuestro reloj biológico.

Alteración de ritmos circadianos

Los ritmos circadianos son los cambios físicos, mentales y de conducta que siguen un ciclo diario y que atienden sobre todo a la luz y oscuridad en el ambiente. Es decir, son oscilaciones de las variables biológicas en intervalos regulares de tiempo que tienen todos los seres vivos.

En el caso del ser humano, un ejemplo claro de ritmo circadiano es dormir por la noche y estar despierto durante el día. Esto puede verse alterado con el cambio horario y puede afectar con síntomas como la somnolencia o el cansancio, irritabilidad, cambios en el estado de ánimo y déficits de atención y memoria, especialmente en niños y personas mayores.

Las recomendaciones pasan por una adaptación progresiva, cambiando lentamente el horario de las comidas y cenas, ajustando la hora de acostarnos y evitar compensar el desajuste horario durmiendo el día posterior al cambio de hora. No obstante, los efectos no suelen durar más de un par de semanas.

Trastorno afectivo estacional

Durante estos meses de transición hacia el invierno, los días son cada vez más cortos. Si a esto le sumamos que el atardecer se producirá aún más temprano debido al cambio horario, el número de horas de luz natural cuando acaba nuestra jornada laboral se ve notablemente reducido. En muchos casos, de hecho, llega a ser inexistente.

La disminución de horas de luz produce un descenso de los niveles de serotonina, una sustancia química del cerebro relacionada con el estado de ánimo. Además, la melatonina (la hormona que interviene en el ciclo natural del sueño) puede verse alterada.

Esto puede dar lugar a cambios en el estado de ánimo, en lo que se conoce como trastorno afectivo estacional, un tipo de depresión que se ve relacionado con los cambios de estación. En la mayor parte de los casos, estos síntomas aparecen a final del otoño y principio del invierno, y se traducen en un estado de ánimo bajo, pérdida de interés en las actividades que antes se disfrutaban, disminución de la energía, cambios en el apetito, dificultad para concentrarse o problemas para dormir.  También en la web

CADENA SER

FOTO: Los niveles de serotonina y melatonina pueden verse alterados y causar insomnio. / GETTY IMAGES