La Orden detalla los objetivos del plan pero no explica cómo actúa ante la alerta de falsa información

 

Las elecciones americanas no han permitido debatir con el cuidado que merece un asunto como el de la orden ministerial sobre la desinformación. Saltó a la palestra sin previo aviso el pasado jueves y a gran velocidad fue contestada por los periodistas, que reciclamos siempre de cualquier movimiento de esta naturaleza, y por la oposición, que desde el minuto uno y sin necesidad de detalles, afirmó que era un arma represora.

Pablo Casado anunció su intención de denunciar al Gobierno en Bruselas. Bueno, ese fue un pinchazo en hueso, porque ayer la Comisión Europea avalaba el protocolo español. Se inserta en el Plan General Europeo contra la Desinformación, dijo el portavoz de la Comisión, Johannes Burke.

Las fake news constituyen una amenaza gravísima y Europa se despliega para frenar su propagación. El protocolo preparado por España, dijo, está en línea. Bueno, pues muy bien, lo celebramos y sin embargo, despejado este capítulo fundamental, es decir, estamos en la ortodoxia europea, yo planteo algunos reparos y algunas dudas de procedimiento y de contenido. ¿Por qué se lanzó el plan sin una mínima información previa? ¿Por qué las aclaraciones empezaron a hacerse después de que llegara a la tromba de sospechas y cuando la orden ya estaba publicada en el Boletín Oficial del Estado?

La Orden detalla los objetivos del plan, que son de gran envergadura y la composición del organismo, que es amplísimo y del más alto nivel, pero no explica cómo actúa ante la alerta de falsa información. No sabemos que ordena la orden, ni a quién, ni cómo, ni qué papel juegan, si juega alguno, el conjunto de órganos ya existentes en las asociaciones de periodistas.

¿Por qué todos los miembros de la estructura creada para luchar contra la desinformación proceden de los aparatos del Gobierno? ¿No hubiera sido preferible crear un organismo independiente, autónomo, con representantes de otros poderes del Estado? Alguien ha dicho algo así como la Junta Electoral Central o llevarlo al Parlamento, como propuso Fernando Vallespín.

En fin, esta noticia precisa de bastantes aclaraciones. Bueno, al menos a mí me hacen falta y espero que algunas se hagan en la sesión de control. 

POR IÑAKI GABILONDO

https://cadenaser.com/programa/2020/11/10/hoy_por_hoy/1604992759_776494.html

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