¿Qué partido está haciendo más por la gobernabilidad de España?

La fallida investidura de Pedro Sánchez nos deja con la sensación agridulce de que, quizás, unos y otros podrían haber mirado más por el interés general del Estado y menos por los intereses partidistas de cada formación. En juego estaba la gobernabilidad de España, que si bien parece estar saliendo de la crisis con un un crecimiento sostenido del PIB, se resiente de la situación de interinidad en que vivimos, con malos datos del paro en el pasado mes de febrero y la indefinición de tener aún bastantes meses por delante sin un Gobierno estable. Sí, porque a día de hoy, lo más factible es que los españoles deban volver a pasar por las urnas el 26 de junio, con lo que, como mínimo, no tendríamos Presidente del Gobierno hasta después del verano y eso, si cambian suficientemente las tornas, porque el último Sondeo publicado en el Termómetro Político de febrero, nos demostraba que difícilmente las nuevas elecciones traerían mayorías suficientes para gobernar y esta situación de bloqueo podría volver a repetirse, con el indudable perjuicio que ello significaría para España como país.

Sin duda, estos meses nos dejan dos hechos referenciales: la renuncia de Mariano Rajoy a intentar su investidura, ante su falta de apoyos y la apuesta fallida de Pedro Sánchez por la transversalidad, buscando puntos de confluencia en los programas de Ciudadanos y Podemos, para gobernar en solitario. También se ha percibido en el ambiente que los miembros del PP y Podemos apostaban más por la repetición de las Elecciones que por poner toda la carne en el asador para lograr cerrar pactos y acuerdos.
Por todo ello hemos preguntado a los miembros del Club Opinamos si podían decirnos, cuál era, en su opinión, la formación política que con más ahínco había luchado por la estabilidad y la gobernabilidad de España. 1.500 ciudadanos de distinta clase social, nivel de estudios, edad y procedencia han respondido a esta cuestión y sus respuestas se mueven, mayoritariamente, en una misma dirección.

Apenas un exiguo 5’6 % de los encuestados piensa que ese partido ha sido el PP, tampoco son muchos más, un no muy alto 13’9 % de los ciudadanos, quienes creen que Podemos ha hecho todo lo posible por alcanzar la gobernabilidad de España. De hecho, la tercera opción más votada, con un buen 16’9 % de los apoyos es la que defiende que ningún partido se ha mojado lo suficiente pensando en el provecho real del Estado.
Los grandes beneficiados en la percepción del conjunto de los españoles, son los protagonistas del único pacto que se ha cerrado en estos días. Un notable 22’7 % de los encuestados opina que la formación liderada por Albert Rivera, Ciudadanos, es la que más ha trabajado en pro de la estabilidad del país. Mientras que un todavía mayor 34 % de los españoles piensa que ha sido el PSOE quien ha luchado con mayor fuerza para lograr la gobernabilidad y evitar que esta situación de interinidad se dilatara aún más en le tiempo.

Las herramientas de segmentación según el sexo del individuo encuestado nos ofrecen matices al resultado general del estudio. Aunque entre hombres y mujeres la opción más votada es la de que el PSOE es el partido que ha intentado más lograr la gobernabilidad, la segunda opción de las españolas varía con respecto al resultado general, ya que para un importante 25’5 % de las féminas, ninguno ha hecho nada por evitar las nuevas Elecciones Generales.
Al dividir los resultados en función de la renta anual de las personas entrevistadas aparecen grandes diferencias. El PSOE se impone entre las rentas bajas y medias como el gran defensor de la gobernabilidad, pero en opinión de un mayoritario 31’9 % de los españoles con ingresos entre los 40.000 y los 65.000 € anuales, ha sido Ciudadanos quien más ha trabajado por intentar dar estabilidad al país cuanto antes. También es significativo que entre los ciudadanos con rentas superiores a los 65.000 € al año, la alternativa con más votos, un sobresaliente 34’2 % del total, sea la que defiende que ninguno de los partidos políticos ha hecho nada por el bien general del Estado.