22 noviembre 2024

En el especial de las fiestas de IDEAL de 2003, los profesores de la Universidad de Granada Miguel Giménez Yanguas, José Miguel Reyes Mesa y Miguel Ángel Rubio Gandía, escribían sobre la Vega Azucarera Granadina. De dicho artículo hemos extractado la siguiente información.

En los diferentes ciclos que la Vega de Granada ha experimentado, destaca en el ultimo cuarto del siglo XIX y primero del XX el cultivo de la remolacha azucarera y el desarrollo consiguiente de la industria del azúcar de remolacha, pues Granada ya contaba con una dilatada tradición en la elaboración de azúcar de caña que desde el siglo X se cultivaba en el litoral de Andalucía oriental.

…….. La sociedad anónima La Vega Azucarera Granadina fue constituida el 3 de enero de 1904 con un capital inicial de 1.500.000 pesetas representado por 1.500 acciones, todas ellas con un valor nominal de 1.000 pesetas nominativas e indivisibles y no transferibles a extranjeros, y unos estatutos que obligaban a los socios a aportar 30 toneladas de remolacha por acción.

La fábrica, en principio, con una capacidad de molturación de 400 toneladas diarias, se instaló en una parcela con una superficie de 70.000 m2 en el municipio granadino de Atarfe, al pie de Sierra Elvira, junto a la carretera de Granada a Córdoba y al ferrocarril Granada-Bobadilla, del que partía un ramal que entraba a la propia fábrica para la entrega de la remolacha azucarera y suministro de carbones. Además, cuando se estableció la línea del tranvía Granada a Pinos-Puente, la fábrica dispuso también de una vía de entrada para el abastecimiento de remolacha.

La factoría comenzó a funcionar en 1904 y fue parada en 1982. Tras su cierre la maquinaria fue desmontada y algunas edificaciones, como el cuerpo principal de fabricación, han sido demolidas.

Entre los primeros presidentes de esta empresa se encuentran D. Manuel Jiménez Abril y D. Enrique Sánchez Molinero y vicepresidente D. Inocencio Romero de la Cruz, con posterioridad también presidente. Su primer gerente fue D. Manuel Mancebo Muñoz y su primera sede social estuvo ubicada en c/ Cárcel nº 26 de Granada, pues luego pasó plaza Isabel La Católica, nº 2.

La industria producía azúcar, pulpa seca y, posteriormente, se le dotó de una destilería para producir alcohol para bebida y alcohol desnaturalizado para usos industriales a partir de las melazas azucareras. En los últimos años, la instalación contaba con unos 200 trabajadores, organizados en tres turnos, 1 director, 1 químico, 3 ayudantes de laboratorio, 1 gerente y 1 médico. En el recinto fabril vivían los trabajadores más especializados, el administrador de la fábrica, el médico y el jefe del taller, en casas independientes y en dos casas adosadas, vivían dos vigilantes permanentes del recinto.

En la década de 1960 se realizaron reformas, construyéndose naves más amplias y mejor acondicionadas (nave de recepción de remolacha y laboratorio para análisis de la riqueza de la remolacha para efectuar el pago a los agricultores, vestuarios y servicios, taller mecánico, oficinas y una depuradora de agua).

Las campañas de 1930 y 1931 señalan el momento álgido del cultivo de la remolacha en la Vega de Granada; a partir de aquí se iniciará una crisis permanente sin ánimo de recuperación. Dificultades de todo tipo provocan una reducción del cultivo y de la producción de azúcar, que se ve más agravada aún al unirse a los anteriores los efectos que provoca el desencadenamiento de la Guerra Civil que termina consolidando la crisis. Tres causas se plantean para explicar la decadencia: el descenso de los rendimientos medios derivados de la falta de abonos y el agotamiento de los suelos; el precio oficial poco remunerador frente a otros cultivos como el trigo, la patata y el tabaco de venta más fácil y de mayor cotización y, también se arguyen, las peores condiciones climáticas frente a otras zonas remolacheras del norte de España, más húmedas y secas.

La fábrica fue clausurada en 1982 siendo director a D. Miguel González Carrascosa y entre los motivos se argumentó la competencia que ejercía la fábrica instalada en Linares (Jaén) capaz de molturar en un solo día diez veces más que la fábrica de La Vega. Para evitar su cierre miles de vecinos se concentraron ante el Ayuntamiento de Atarfe y el 23 de abril de 1982 se celebró un pleno municipal para buscar posibles soluciones. En las semanas siguientes se plantearon alternativas diversas para conservar los puestos de trabajo: elaboración de envases de madera utilizando los chopos de la vega, una planta de refinado de aceite de girasol, entre otras. Al no existir posibilidad de ayudas por parte de la Administración, pues ya estaba próxima la entrada de España en la CEE y se sabía que había que reestructurar el sector azucarero lo que implicaba el cierre de varias fábricas del país, su clausura fue inevitable…….

Curiosidades elvirenses.