22 noviembre 2024
Ejercitar la memoria puede ser divertido para los niños de 3 a 6 años. Para ello, es necesario un ambiente relajado y tranquilo, en el que el niño encuentre descanso y pueda prestar atención a los ejercicios estimulantes que le vamos a ofrecer.

El niño debe poner todos los sentidos a favor de este momento de aprendizaje, para así poder almacenar toda la información posible de manera consciente, motivada e interesada por aquello que aprende.
Estas lecciones se podrán relacionar con otros aprendizajes, como la rima, la canción, los trabalenguas, las imágenes, etc. Además, estos estímulos deberán aumentar en complejidad y ser más variados a medida que el niño crece. Y es que conforme crece en edad, crece su capacidad de procesar mayor cantidad e información.

Ejercicios para estimular la memoria de los niños

Los ejercicios para estimular las capacidades del niño son muchos y muy variados. Entre ellos, podemos ver bastantes que ayudan a ejercitar la memoria de pequeño, estos son algunos de ellos.
– Tarjetas de asociación: nuestro hijo tiene que recordar dónde se encuentran las dos tarjetas iguales. Para ello, les mostramos primero todas las tarjetas boca arriba, y a continuación, se ponen boca abajo. Nosotros mismos podemos diseñar las tarjetas, condibujos coloridos y fáciles de recordar.
– ¿Qué había?: para desarrollar su memoria visual, debemos colocar encima de una mesa varios objetos. Dejamos que el niño los observe un tiempo y después, los retiramos. El niño tendrá que recordar cuáles eran y nosotros los iremos poniendo encima de la mesa.
– Canciones infantiles: a los niños les encantan las canciones. Podemos animarles a que se aprendan de memoria aquellas que tenemos grabadas para ellos en CDs y a que las canten varias veces. Juguemos con ellos a que pongan el final de las canciones cada vez que cantemos juntos. Así, cuando nosotros digamos «estaba el señor don…», el niño tendrá que concluir la frase diciendo: «don gato». Este pequeño truco es ideal para desarrollar la atención y memoria de los niños.
– Cuentos: a nuestros hijos les gustan mucho que les contemos los mismos cuentos una y otra vez. Cuando ya se los sepan, podemos equivocarnos intencionadamente para que ellos nos corrijan. También podemos preguntarles qué va a ocurrir.
– ¿Qué hicimos ayer?: para sorprender al niño y probar su memoria, podemos preguntarle por las actividades realizadas el día anterior. Se trata de recordar cronológicamente, desde la mañana a la noche.
– Números de teléfono: vamos a escribir en varios trozos de papel diversos números de teléfono. Algunos serán parecidos, otros más distintos. Le diremos que uno de ellos es el más importante y tendrá que descubrirlo cuando los mezclemos todos. También podemos pedirle que se aprenda los números interesantes.
– ¿Qué es diferente?: un jugador, niño o adulto, aparece vestido con normalidad, después, pedimos a nuestro hijo que cierre los ojos durante varios segundos, tiempo durante el cual la persona que participa tendrá que cambiar algo de su aspecto (por ejemplo, subirse la manga del jersey). Después le diremos al niño que descubra la diferencia.

Una memoria en plena forma

– Procura establecer un orden en las actividades diarias. La desorganización generalmente provoca muchos fallos de memoria.
– Deja que sea el niño quien vaya a buscar las cosas que necesite o que le pidamos:ropa, juguetes, comida… de este modo, tendrá que aprender dónde se guardan las cosas y recordarlo para cuando haga falta.
– Los olvidos son normales, es imposible recordar toda la información que llega a diario. Por eso, si nuestro hijo olvida alguna de sus tareas, démosle pistas hasta que recuerde lo que tiene que hacer.
– Para sorprender al niño y probar su memoria, podemos preguntarle por las actividades realizadas el día anterior, o cuando se vaya a dormir, podemos estar un rato con él recordando lo que hemos hecho durante el día. Se trata de recordar cronológicamente, desde la mañana a la noche.