Reino Unido instaló 70 veces más energía solar que España
Los recortes a las renovables, las trabas legislativas y sobre todo, la falta de voluntad política, han relevado a España, uno de los países con más horas de sol de Europa, a la marginalidad del sector fotovoltaico.
Lejos del paraíso que proyectaron años atrás los inversores, España apenas es hoy representativo en la apuesta europea por la energía solar.
En todo 2015, nuestro país sólo instaló 49 nuevos megavatios de potencia fotovoltaica, una buena parte de ellos (13MW) en instalaciones aisladas de la red para actividades agrarias y de regadío, según el último informe anual publicado este miércoles por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) que aglutina a todo el sector.
Para hacerse una idea, el sombrío Reino Unido instaló el año pasado 3.500 megavatios, seguido de Alemania, con 1.500 y Francia, con 900. Incluso el pequeño término municipal de Bruselas, una de las ciudades europeas con más lluvia, instaló en 2015 más potencia fotovoltaica que todo España junta: 51 megavatios.
“A pesar del destacado crecimiento a nivel mundial y europeo de la energía solar fotovoltaica, en España la falta de voluntad política es la principal causa por la que el país ha desaparecido del top 10 de los países más favorables a la energía solar. Este retroceso ha sido motivado por una legislación desfavorable y el clima de desconfianza legal hacia este tipo de inversiones motivado por el Gobierno”, señala el informe.
UNEF señala que, antes de que el ministerio de José Manuel Soria aprobara la polémica normativa sobre autoconsumo, se produjo un leve repunte de nuevas instalaciones de baja potencia en viviendas; pero tras el Real Decreto se frenó.
Mientras tanto, la energía fotovoltaica sigue batiendo récords año a año en el resto del mundo, impulsada sobre todo por las inversiones en China, Japón y EEUU. En 2015 se han instalado 50.000 nuevos megavatios en todo el mundo, un 25% más que el año anterior. La explicación de este éxito, según el presidente de UNEF, Jorge Barredo, no hay que buscarla tanto en los factores climáticos como en los económicos.
“Ahora mismo la energía solar está vendiendo a precios muy por debajo de los precios tradicionales. Las renovables ya no necesitan subvenciones, sino que son las convencionales las que están pidiendo protección ante las energías limpias”, señala Barredo.