22 noviembre 2024

Inevitable, irreversible y otros falsos mitos sobre la artrosis

Los últimos recuerdos que tengo de mi abuela son los de una mujer de edad avanzada, limitada en sus movimientos y casi siempre sentada en su sillón. El “reuma”, como ella decía, era el culpable de su incapacitante situación.

Cuando los dolores se hacían más agudos, mi abuela acudía a su médico de cabecera, quien trataba de consolarla en cada consulta, como si se tratara de un mantra, con cuatro afirmaciones sobre su enfermedad:

  1. Que con los años, era algo inevitable.
  2. Que era irreversible, no tenía cura.
  3. Que debía evitar el movimiento para aliviar el dolor.
  4. Que los fármacos antiinflamatorios que le recetaba ayudaban a combatirla.

Aquellos consejos contribuyeron a que la imagen que conservo de mi abuela sea la de una mujer resignada y sin alternativas ante su dolencia.

Hoy sé qué es lo que realmente padecía: artrosis. Y desafortunadamente todavía sigue existiendo un tremendo desconocimiento y desinformación sobre esta enfermedad. Y lo que aún es más triste, muchos pacientes siguen resignándose a las mismas cuatro afirmaciones sobre su diagnóstico y tratamiento.

Hoy le invito a desmontar uno a uno estos mitos y, si usted padece artrosis, a encontrar alivio y una gran mejoría.

Mito nº 1: La artrosis es inevitable
¡FALSO! Aparece con los años… o no

La artrosis es una enfermedad de carácter reumatoide que degrada el cartílago de las articulaciones, convirtiéndolo en una superficie irregular y haciendo que pierda su capacidad de amortiguación. Y tradicionalmente ha estado asociada al envejecimiento, lo que normalizaba de alguna manera los dolores articulares a partir de cierta edad.

Los mayores de 65 años se ven muy afectados por esta enfermedad y alrededor de la mitad de la población adulta de más de 50 años muestra signos de artrosis de rodilla. Y sin embargo, la artrosis no es la consecuencia inevitable del envejecimiento del esqueleto.

La artrosis puede y debe evitarse desde la prevención, siguiendo unas sencillas pautas de conducta y alimentación:

  • Practicar una actividad física suave y regular.
  • Evitar el sobrepeso, que provoca una presión excesiva sobre la articulación de la cadera y rodilla, además de una inflamación crónica que acaba afectando a las articulaciones de todo el cuerpo.
  • Evite las malas posturas que impliquen movimientos repetitivos.
  • Siga una dieta pobre en proteínas glicadas (AGE), que atacan el colágeno, principal componente del cartílago, y priorice los modos de cocción rápidos y a menos de 180º (como el vapor o el horno a baja temperatura), evitando empanados, fritos y barbacoas.

Cuando vea alguna persona mayor que no padece artrosis, indague sobre su forma de vida. Es probable que siga (aun sin saberlo) estas medidas. Y la primera gran mentira sobre la artrosis habrá caído por su propio peso.

Mito nº 2: El dolor se palía evitando el movimiento
¡FALSO! Si las articulaciones se bloquean… ¡muévase!

Hace muchos años, el estar tumbado, el sedentarismo y la inactividad eran recetas habituales para evitar el dolor articular. Desgraciadamente siguen estando en boca de muchos (incluso de algunos médicos) a la hora de tratar a las personas con artrosis. Y no hay nada más alejado de la realidad.

La pieza maestra de la articulación es el cartílago, que envuelve y protege las extremidades de los huesos, y que está bañado en un gel, el líquido sinovial, que ejerce de lubricante natural y evita la fricción entre los huesos.

Para que el líquido sinovial actúe, debe circular e impregnar el cartílago mediante un sencillo mecanismo: el movimiento.

Por lo tanto, el sedentarismo es la peor receta para unas articulaciones que sufren y que, cuanto menos se usan, más se deterioran.

El ejercicio físico moderado, evitando los deportes con riesgo de traumatismo, se revela de nuevo como el remedio verdadero ante las falsas creencias.

Mito nº 3: La artrosis se combate con antiinflamatorios
¡FALSO! El remedio, peor que la enfermedad

Para aliviar los dolores articulares, los médicos recurren con frecuencia a los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Pese a que muchos se venden sin receta, lo que los pacientes no saben es el riesgo que éstos tienen de producir úlceras digestivas, hemorragias o insuficiencia renal. Y además de los efectos secundarios y una eficacia bastante modesta, lo realmente grave es que a largo plazo pueden agravar la situación y acelerar la degradación y pérdida del cartílago.

La prescripción de estos medicamentos es aún más difícil de entender cuando existen sustancias completamente naturales y de probada eficacia contra el dolor y la inflamación articular. Como estas dos:

  • Harpagofito. Esta planta africana permite un alivio rápido del dolor en entre un 25 y un 45%.
  • Curcumina. Sustancia que se extrae de la cúrcuma, tiene propiedades antiinflamatorias y efectos protectores de las articulaciones.

¿Por qué insistir entonces en los antiinflamatorios cuando la naturaleza pone a nuestro alcance remedios que obtienen resultados sensacionales contra la artrosis sin ningún efecto secundario? Seguramente encontremos la respuesta en los intereses comerciales de la poderosa industria farmacéutica.

Mito nº 4: La artrosis es irreversible
¡FALSO! La solución está en su mano

A pesar de que las investigaciones en torno a la artrosis están siendo muy activas, aún no se ha logrado ningún tratamiento médico que la cure definitivamente. Pero una dieta adecuada, acompañada de algunas sustancias naturales, puede combatirla e incluso revertirla.

Pero debo ser honesto: la solución contra la artrosis sólo depende de usted.

En nuestro último número de Salud AlterNatura, que estamos a punto de enviar a la imprenta, hemos preparado un informe especial con todas las claves definitivas para enfrentarse a la artrosis y vencerla. Pero no merece la pena que lea nuestro artículo si no está convencido de que es usted el que debe actuar.

  • En primer lugar, cuidando… ¡su corazón! Estudios han demostrado que el espesamiento de las paredes de los vasos sanguíneos obstruye parcialmente el aporte de nutrientes al cartílago, y que una mala irrigación sanguínea puede implicar su degradación y hasta la pérdida completa de la función articular.
  • También descubrirá cómo la glicación (la “caramelización” de las proteínas del cuerpo) juega un papel muy importante sobre la degradación del cartílago y cómo combatirla.
  • Además, conocerá la importancia de una dieta pobre en gluten, debido a sus propiedades inflamatorias y la lista de alimentos que debe excluir desde hoy mismo de su plato.

No crea a los que le digan que la artrosis es un callejón sin salida. Si usted quiere, se puede revertir.

Así las cosas, y vistas estas grandes mentiras sobre la artrosis, no resulta difícil entender cómo la población general ha terminado por asumir como ciertos viejos tópicos, falsas creencias y medias verdades acerca de esta enfermedad.

Luis Miguel Oliveiras