23 noviembre 2024

Muere el premio Nobel alemán Günter Grass a los 87 años

El escritor alemán Günter Grass ha muerto a los 87 años en un hospital de la ciudad de Lübeck (Alemania), ha informado este lunes su fundación. El autor de El tambor de hojalata (1959) ganó el premio Nobel de Literatura en 1999 y el Premio Príncipe de Asturias ese mismo año. Nacido el 16 de octubre de 1927 en Gdansk (Polonia), en 1944 fue reclutado por la Fuerza Aérea alemana y, tras la Segunda Guerra Mundial, estudió en la Academia de Arte de Düsseldorf.

Grass es una de las figuras destacadas de la vida literaria y civil de Alemania y Europa tras la Segunda Guerra Mundial. En su producción como autor destacan también El gato y el ratón y Años de perro, que junto a El tambor de hojalata constituyen la denominada trilogía de Danzig. Otras obras son: Pelando la cebolla, obra autobiográfica, Mi siglo, una recopilación de sus reflexiones sobre cada uno de los años del siglo XX, incluida una sobre el bombardeo nazi de Gernika en la Guerra Civil, y ensayos políticos como Alemania: una unificación insensata. También destaca por su obra dramática con obras como  Los plebeyos ensayan la rebelión.

En 2012, protagonizó una sonada polémica en su país por la publicación de un poema llamado Lo que hay que decir, en el que acusaba al Estado de Israel de poner en peligro la paz mundial por su capacidad para producir bombas atómicas. El Gobierno de Israel reaccionó prohibiéndole la entrada al país al escritor. En ese poema, el escritor aseguraba que estaba escribiendo con su «última tinta».

El autor de obras como ‘El tambor de hojalata‘ ha muerto en una clínica de Lübecker, según ha informado su editorial. La mezcla entre realidad y ficción avaló el Nobel y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras con los que fue galardonado en 1999.

Su obra estuvo siempre vinculada al debate y a cierta polémica. Desde ‘El tambor de hojalata’ (1959), por el cual tuvo que comparecer ante los tribunales acusado de pornógrafo, hasta ‘Pelando la cebolla‘, en la que desató un escándalo al revelar por primera vez que había sido miembro de las SS a los 17 años, Grass generó polémicas y polarizaciones.

Precisamente la vergüenza de haber pertenecido a las fuerzas nazis en su adolescencia lo torturó hasta sus últimos días. En una conversación con Grass, el experto en literatura Hanjo Kesting consideró que toda la obra literaria, artística y política del autor debía entenderse como «un ejercicio de penitencia de toda una vida».

Nacido un 16 de octubre de 1927 en la ciudad polaca de Gdansk, Grass recibió una educación católica y vivió la infancia «entre el Espíritu Santo y Hitler», según su biógrafo Michael Jürgs.

Tras haber probado fortuna en varias profesiones, fue finalmente la narrativa la que le trajo fortuna y reconocimiento. En 1956 se mudó a París junto con su mujer, Anna. En una modesta habitación de una casa en un patio trasero, el autor escribió «El tambor de hojalata». La historia del extravagante Oscar Matzerath, que se niega a crecer como forma de protesta, fue pronto un clásico de la posguerra y le trajo fama y dinero

Con un estilo marcado por influencias tan dispares como Alfred Döblin o François Rabelais, los hermanos Grimm o Jean Paul, Grass dejó en más de medio siglo de actividad una rica obra de géneros tan diversos como drama, lírica, piezas de ballet, aforismos, ensayos, novelas y autobiografía, además de esculturas, dibujos y pinturas. Entre los títulos destacan novelas como «Años de perro» (1963), piezas de teatro como «Los plebeyos ensayan la revolución» (1966) o la trilogía autobiográfica que incluía el polémico «Pelando la cebolla» (2006).

Comprometido y polémico

Es imposible disociar la figura de Grass de la política y el compromiso social, convencido de la identificación entre escritor y ciudadano y de que la literatura, si bien no puede cambiar a las personas, puede ayudar a construir a largo plazo una sociedad mejor.

Apenas hubo un tema importante para los alemanes sobre el que Grass no polemizara: defendió a escritores perseguidos, fustigó la energía nuclear, consideró «apresurada» la reunificación alemana y en 2003 publicó en la agencia DPA un artículo contra la guerra de Irak iniciada por el entonces presidente estadounidense George W. Bush.

Amante de la cocina, el buen vino y la familia, Grass deja con su muerte un vacío cultural al que es difícil encontrar paralelos en la historia de la Alemania moderna tras la guerra.