23 noviembre 2024

¿Quiénes han realizado la huelga por las reválidas de la Lomce? ¿Por qué?

 La huelga de ayer  26 de Octubre es la primera del curso escolar y se opone a las pruebas de evaluación que fija la ley de eduación en vigor, la Lomce. Las reválidas son en tercero y sexto de primaria, al final de la ESO y del Bachillerato. Padres y estudiantes convocan la movilización. Sindicatos y oposición les apoyan.

Los argumentos contra de los convocantes: que son un modelo pedagógico arcaico que se eliminó en el tardofranquismo, que buscan frenar la llegada de alumnos a la Universidad y que deslegitiman al docente y a la evaluación continua.
El rechazo a las reválidas de la Lomce, —a realizar en tercero y sexto de Primaria, al final de la ESO y del Bachillerato— ha suscitado la primera convocatoria de una huelga este curso escolar
La movilización ha  convocado a las familias de la enseñanza pública y los sindicatos de estudiantes. Han sido llamados a participar todos los componentes de la comunidad educativa de las etapas de Primaria y Secundaria: alumnos, padres y profesores. Se convocaron  manifestaciones en más de cuarenta capitales de provincias, en algunos casos a mediodía y en otros por la tarde.
Con este paro, los convocantes han intentando sobre todo evitar la primera convocatoria de las reválidas de ESO y Bachillerato, unos exámenes a los que este año deberán presentarse más de 550.000 alumnos.
¿Qué son las reválidas?
Las reválidas son pruebas de evaluación, exámenes, que introduce la Lomce para medir el grado de adquisición de competencias del alumnado en Primaria y para que cuenten en el expediente del alumno en Secundaria.
Se realizan en tercero y sexto de Primaria, así como al terminar la etapa de la ESO y del Bachillerato. Aprobar las de secundaria será absolutamente necesario para lograr el título de fin de etapa. La última, la de Bachillerato, sustituye a la Selectividad. Si no se aprueban esta reválidas, solo podremos optar a hacer la Formación Profesional Básica.
La evaluación de ESO (alumnos 15 y 16 años) se pondrá en marcha en 2017, pero no será hasta 2018 cuando los alumnos tengan que aprobarla para obtener el título. Lo mismo con Bachillerato (17 y 18 años), que este primer año de aplicación no servirá para titular, pero sí para acceder a la Universidad.
El Gobierno en funciones aprobó estas últimas reválidas en el Consejo de Ministros del 29 de julio. Ese día, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, defendió que «en la mayoría de los países de la OCDE y la Unión Europea existen pruebas estandarizadas al final de las etapas educativas».
El PP sostiene que estos exámenes son la forma que tiene el Gobierno de elevar la calidad del sistema educativo.
¿Quién realiza las reválidas?
Las consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas organizan las reválidas de Primaria. Las de Secundaria se sacarán a concurso. El anteproyecto de la Lomce contempla un gasto de 2,3 millones de euros para la adjudicación de la prueba de la ESO, mientras que Educación sostiene que la del Bachillerato se compensa por la suspensión de la Selectividad.
¿Quién ha convocado la huelga?
La Plataforma Estatal por la Escuela Pública convoca la huelga del 26 de octubre. Esta plataforma la integran Ceapa, que son los padres de la escuela pública, y el Sindicato de Estudiantes.
Los padres aseguran que esta vez les apoyan el PSOE, Podemos e IU, entre otros partidos políticos. Los sindicatos de docentes UGT, CC OO y STE apoyan la convocatoria y promueven concentraciones.
¿Quiénes se oponen a las reválidas?
Además de la Plataforma por la Escuela Pública, otros colectivos se han manifestado contrarios a la vuelta de las reválidas al sistema educativo español. La Federación de Asociaciones de Directivos de centros Educativos Públicos ha solicitado al Ministerio de Educación que retire la vinculación del título de ESO y Bachillerato a la aprobación de estos exámenes.
Buena parte de la oposición ganó una votación en el Congreso que pide la derogación del decreto que regula las reválidas.
Por su parte, en el Congreso de los Diputados a principios de octubre se aprobó una Proposición No de Ley que pedía la derogación del decreto que regula las reválidas, unos exámenes «con efecto punitivo», señalaron los promotores de la iniciativa, la antigua Convergencia. La votación salió adelante con 175 votos a favor, 133 en contra (PP), y 34 abstenciones (Ciudadanos).
Sin embargo, una PNL solo sirve para pedir iniciativa al Gobierno, no obliga a nada. De hecho, el ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, ha defendido las reválidas siempre como «adecuadas a las necesidades de los alumnos y sus familias» y ha insistido en que se pondrán en marcha en Secundaria «porque lo dice la ley». El Consejo de Estado, órgano consultivo del gobierno para la aprobación de leyes, también puso pegas a los decretos de las reválidas. Consideró que se habían configurado con poca participación de los afectados. El Consejo no entiende cómo es posible, además, que se puedan presentar alumnos a la prueba con dos asignaturas suspensas y obtener el título si la pasan.
Una decena de Comunidades Autónomas no gobernadas por el PP tambien se han opuesto. Algunas se han manifestado «insumisas» a las de Primaria, mientras otras cumplen la ley aunque sus servicios jurídicos las han recurrido en los Tribunales. Se da la circunstancia de que una región en la que gobierna el Partido Popular, Castilla y León, también está en contra.
¿Cómo se ha protestado contra ellas?
Las reválidas de Primaria arrancaron el curso pasado. Algunas Comunidades, como Aragón, Cataluña o Extremadura, no obligaron a sus centros a llevarlas a cabo. Otras, como Asturias, las realizaron, pero recurrieron a los tribunales su obligatoriedad. Ceapa llevó a cabo una campaña para disuadir a las familias de presentar a sus hijos a los exámenes.
Un alumno andaluz consigue 690.830 firmas contra las reválidas a través de Internet Con las reválidas de Secundaria, la mayoría de las autonomías (aquellas que no gobierna el PP) y organizaciones escolares como los padres de Ceapa y el sindicato CC OO están presentando recursos en los tribunales contra el real decreto que las regula.
Aducen, entre otros motivos, que un gobierno en funciones no está capacitado para aprobarlo. CC OO, que lo recurrió en la Audiencia Nacional, resalta que estas «reválidas» son «un despropósito» que afectará a los jóvenes y dificultará la «equidad» en el acceso a la Universidad.
Además, un estudiante andaluz de 14 años ha entregado en el Ministerio de Educación cientos de miles de firmas contra estas nuevas pruebas conseguidas en plataformas de Internet. «Para que os hagáis una idea de lo que supone: a partir de 2018, si un alumno como yo aprueba los cuatro cursos de la ESO, incluso con buenas notas como es mi caso, no obtendrá el título de esta etapa educativa hasta no aprobar una reválida final, que constará de siete asignaturas. Si no se aprueban esta reválidas, solo podremos optar a hacer la Formación Profesional Básica, es decir, se nos cierran las puertas de la FP de grado medio y del Bachillerato».
Así exponía la situación el estudiante, Isidoro Martínez, de San Fernando (Cádiz), en su petición de Change.org. Ya lleva 690.830 firmas. Martínez fue recibido por el ministro de Educación. Sin embargo, Méndez de Vigo insistió en que las reválidas no se cuestionan, aunque se comprometió a intentar alcanzar en esta legislatura un pacto de Estado por la educación.
¿Cuáles son los argumentos de los padres?
Ceapa ha elaborado un decálogo de razones por las que consideran necesario secundar la huelga de este miércoles. Se resumen en que las familias consideran las reválidas «un modelo pedagógico arcaico» basado en una sucesión continua de exámenes configurados como barreras. Los padres creen que «deslegitiman al docente» y ponen en cuestión «la evaluación continua».
Tampoco les gusta que sean realizadas «por personas ajenas» a sus hijos e hijas. Los padres consideran que «deslegitiman al docente» y ponen en cuestión «la evaluación continua». Las familias consideran que estas pruebas buscan que solo una minoría llegue a la Universidad, dicen que son «cuestionadas por toda la comunidad educativa», así como por gobiernos autonómicos.
Tampoco les gusta que supongan «un negocio para unos pocos», los empresarios que se encargarán de su organización. Asimismo, piensan que las reválidas «ni tan siquiera han sido desarrolladas a tiempo para que el alumnado sepa de qué se le examinará, ni para que el profesorado sepa cómo ayudar».
Sobre los decretos que las aprobaron, dicen que «son una auténtica chapuza legislativa que genera indefensión e inseguridad al alumnado».
La web de la Ceapa incluye junto a su decálogo de razones, unos formularios comunes para justificar la ausencia de los alumnos el miércoles en sus respectivas aulas.
¿Y del Sindicato de Estudiantes?
En un comunicado, el Sindicato de Estudiantes expone como «después de cuatro años de recortes salvajes, el Partido Popular vuelve a declarar la guerra a la juventud y a las familias trabajadoras. Aprovechando los meses de verano, Rajoy ha aprobado por decreto y a escondidas la mayor agresión contra la educación pública en décadas: la entrada en vigor de las reválidas franquistas. El objetivo es claro: expulsar fulminantemente del sistema educativo a cientos de miles de jóvenes de familias humildes».

El sindicato cree que las reválidas «no buscan la mejora de la calidad educativa». Según su comunicado, «eso solo es posible invirtiendo en educación pública, en recursos humanos y materiales que garanticen condiciones digna en nuestros centros, contratando profesores, aumentando los desdobles, acabando con la masificación…». Y prosigue: «Justo lo contrario de lo que ha hecho el PP recortando más de 7.000 millones d euros en todos estos años, despidiendo a 32.000 profesores, subiendo brutalmente las tasas académicas o eliminando las becas de libros y de comedor». Síguenos en Facebook

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