23 noviembre 2024

ATARFE en el Patrimonio Inmueble de Andalucía: Real Sociedad de Tiro de Pichón

medidas: 3072 x 2304tamaño: 20 MB formato: TIFF

Descripción

Las instalaciones de la Real Sociedad de Tiro de Pichón de Granada se sitúan a 14 kilómetros de la capital granadina, en la zona norte del embalse del Cubillas, en el término municipal de Atarfe, muy cerca de su límite con Albolote. El conjunto, obra de Jose María García de Paredes en 1966, se asienta sobre un terreno que presenta una suave pendiente descendente hacia el sur, en dirección al embalse y las instalaciones se integran entre un hermoso pinar que puebla toda la zona.

Se llevó a cabo un estudio previo de las necesidades del programa y de los espacios que debían integrar este conjunto. Posteriormente, se llevaron a cabo las obras en varias fases, debido a la gran cantidad de elementos diferentes a construir, siempre con la visión global del conjunto, necesaria para que las realizaciones en cada una de las fases no entorpecieran la construcción de las demás.

En medio de este amplio territorio, dominado por el pinar, García de Paredes ordena el proyecto con el diseño de un edificio lineal de dos alturas, de sencilla distribución, muy modulada, con plantas racionales, sobrias, y con un cuidado en la implantación y utilización del entorno próximo al edificio, con terrazas, bancadas, piscinas y otros elementos que colaboran a ordenar el territorio y a ofrecer una imagen de severa horizontalidad.

Volumétricamente el edificio es muy rico en texturas, con su magnífico empleo del ladrillo visto, sus juegos de luces y sombras, voladizos, etc., lo que unido a una sabia elección del hueco y sus carpinterías lo dotan de un vibrante efecto de conjunto, que dice mucho a favor de lograr grandes efectos a partir de la simplicidad de formas y volúmenes.

El acceso al complejo se realiza a través de una vía secundaria, privada y exclusiva del club, que parte desde la carretera nacional CN-323 y que desciende en dirección al pantano adecuándose entre los bosques de pinos que la rodean. En la parte norte de esta vía de acceso se colocaron las explanadas de tiro al pichón y tiro al plato. Estas canchas de tiro debían estar orientadas necesariamente al nordeste, para evitar que desde primera hora de la mañana el sol entorpeciera a los participantes de esta actividad. Al sur de la vía se colocaron las pistas y canchas de las diferentes actividades deportivas, como pistas de tenis, la piscina, un pequeño campo de golf y una zona infantil con guardería y juegos para niños. El edificio social de club propiamente dicho se colocó entre estos dos grupos de zonas deportivas, aprovechando una zona del terreno que se encontraba sobreelevada con respecto al resto, dominando así todas las actividades que se desarrollaban a su alrededor.

medidas: 2304 x 3072tamaño: 20 MB formato: TIFF
medidas: 2304 x 3072tamaño: 20 MB formato: TIFF

Dos ideas fundamentales fueron las premisas de inicio que García de Paredes tomó como partida para el diseño del edificio social. Por un lado, debía existir una visibilidad directa y perfecta desde el edificio hacia las pistas de tiro, tanto desde el interior del mismo como desde sus zonas exteriores. Por otro lado, el edificio debía beneficiarse al máximo de las excepcionales vistas panorámicas de su entorno, tanto por el paisaje que le rodeaba como por su privilegiada situación elevada. Estas dos ideas de proyecto le llevaron a concebir un edificio compuesto por multitud de planos diferentes, alternados con terrazas para que siempre existieran distintos ángulos de observación y planos de estancia y disfrute, tanto de las pistas de tiro como del resto de instalaciones y paisaje, con el pinar y el embalse al fondo.

Dos plantas articulan este edificio singular: por una lado, la planta baja o inferior alberga el acceso y en él se sitúa, tras una pequeña escalinata, la recepción y diversas dependencias relacionadas con la actividad del tiro, como armería, taller de armeros, vestuarios, cocinas y baños; por otro lado, la planta primera o superior está destinada a salones de celebración, en dos niveles, restaurante, bar y terrazas que se disponen alrededor del espacio principal, cubiertas con toldos y totalmente orientadas a los campos de tiro y al paisaje. Toda esta planta superior, totalmente abierta al exterior gracias a su cerramiento de vidrio, forma un solo espacio continuo, cubierto por un único techo de casetones de madera y solamente diferenciado en zonas gracias a los desniveles en su forjado de piso, de manera que la zona del bar se sitúa en un plano superior al resto. El mobiliario en cada uno de estos niveles es distinto, siendo el del nivel superior pequeñas mesas y sillas en las que tomar un refrigerio, mientras que el del nivel inferior está compuesto de grandes sillones y elementos más cómodos para una estancia más continuada.

Las condiciones en las que se llevaron a cabo las obras determinaron en gran medida el resultado final del proyecto y los materiales y técnicas que se usaron. Por una parte, la rapidez con que debían ser ejecutadas, llevó a la utilización de elementos constructivos estandarizados y modulares, simplificando al máximo su colocación. Se utilizaron solamente cuatro tipos de materiales: en los cerramientos exteriores y paramentos interiores se usó un ladrillo blanco silíceo calcáreo de siete centímetros; como cerramiento trasparente, en la mayor parte de la planta alta, se usaron lunas de vidrio pulido montadas sobre una carpintería metálica de perfiles de 40 milímetros; en el suelo se colocaron baldosas de gres; y la madera que cubría el falso techo estaba compuesta de paneles chapados de ukola.

Por otra parte, el presupuesto con el que se contaba, no muy elevado, llevó a la concepción de un edificio de sencillos volúmenes y formas, sin ninguna complicación espacial ni estructural. De hecho, para el diseño de la estructura y de los espacios interiores, García de Paredes utilizó una malla cuadrada de 3×3 metros en la que fue insertando los diferentes elementos para conseguir los niveles distintos en el edificio que permitían la mayor visibilidad desde todos sus puntos. A partir de ella fue generando todos los elementos constructivos que separaban unos espacios de otros, facilitando así su comprensión y, sobre todo, su construcción.

El resultado final es un edificio que se inserta de manera sensible y serena en el medio que le rodea, habiendo permanecido todos estos años sin ninguna estridencia, y aún hoy, gracias en gran medida a la elección de estos limitados materiales y a su sabio uso desde una concepción nada conformista ni popular, concediéndole a este inmueble la apariencia, nada fácil, de haber estado en ese lugar desde siempre.

Datos históricos

En 1892 se fundó la Real Sociedad de Tiro de Pichones de Granada, con sede en la ciudad de Armilla. En 1949-50, se reestructura la Sociedad, acordándose en una de las reuniones su nueva ubicación a unos terrenos en la zona del Río Beiro, detrás del Campo de Deportes del Frente de Juventudes, terrenos que le habían sido regalados por el Gobernador Civil.

Posteriormente, y con la idea de mantener la tradición y de mejorar considerablemente las instalaciones, años más tarde, en 1964, el histórico club deportivo, se trasladó a unos terrenos de 22 hectáreas junto al embalse construido que recogía las aguas del río Cubillas, adquiriendo el actual nombre de Real Sociedad de Tiro de Pichón de Granada. Estos terrenos se estaban sometiendo a una repoblación forestal masiva, que a posteriori contendrían la erosión del terreno y convertirían el entorno en el bosque de pino carrasco que es en la actualidad.

Gracias a sus principales promotores (los señores Dávila Ponce de León y los hermanos Rodríguez Acosta Calstrom) y al novedoso proyecto que acometían, el club pronto se convirtió en referente de la clase acomodada de la ciudad.

El proyecto se le encargó al arquitecto José María García de Paredes, que realizó «un edificio de líneas modernas» en 1966-67, en ladrillo blanco rodeado de terrazas en paratas de distintas alturas, con salones diáfanos y cerramiento en cristal, necesario para disfrutar del entorno natural que lo rodea.

Su crecimiento espontáneo y su preocupación de ofertar deporte y entretenimiento a todos los miembros de la familia hizo, e incluso hoy sigue haciéndolo, que se crearan nuevas actividades hasta el punto de que convertirse en «un club social, familiar y deportivo», tres características con igual importancia, promoviendo y favoreciendo entre sus usuarios una relación personal y social que iba más allá del deporte que se practicara.

medidas: 2304 x 3072tamaño: 20 MB formato: TIFF
medidas: 2304 x 3072tamaño: 20 MB formato: TIFF

FUENTES DE INFORMACIÓN

Información Bibliográfica

COLEGIO OFICIAL DE ARQUITECTOS DE GRANADA. José María García de Paredes en Granada (1962-1990). Colegio Oficial de Arquitectos de Granada, 2001. 84-607-2879-X.

MESALLES, Félix. La Arquitectura del Sol. Sunland Architecture. COA Cataluña, COA Comunidad Valenciana, COA Illes Baleares, COA Murcia, COA Almeria, COA Granada, COA Malaga, COA Canarias, 2002. 84-86828-38-4.

MOSQUERA ADELL, Eduardo; MORENO PÉREZ, José Ramón; PEREZ ESCOLANO, Víctor; PEREZ CANO, María Teresa. 50 años de arquitectura en Andalucía: 1936-1986. Consejería de Obras Públicas y Transportes. Junta de Andalucía, 1987. 84-505-4974-4.

MOSQUERA ADELL, Eduardo; PEREZ CANO, María Teresa. La Vanguardia Imposible. Quince años de arquitectura contemporánea andaluza. Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, 1990. 84-87001-50-5.

Real Sociedad de Tiro Pichón. García de Paredes. Julio 1970, 35-37.

Real Sociedad de Tiro Pichón. Granada. Agosto 1971, 12-13.