23 noviembre 2024

La brecha española no es comparable a la italiana, mucho más alarmante. Doce comunidades están por encima de la media de España y cinco por debajo. En matemáticas, por ejemplo, la separación entre los extremos en España es de 66 puntos (30 puntos equivale a un curso escolar, según ha convenido la OCDE), 10 puntos más que hace tres años y 14 respecto a hace seis años. De esta forma, los niños navarros adelantan a los canarios curso y medio en Matemáticas.

El agujero es menor en comprensión lectora, con 47 puntos de separación entre comunidades: en 2012 era de 54 y en 2009 de 46, así que se vuelve a la casilla de hace seis años. Es decir, un castellanoleonés va un curso y medio por delante en lectura de un extremeño. Y en ciencias los extremos distan 46 puntos, cuando fueron 40 hace tres años y 55 hace seis. Eso equivale a un curso y medio.

El informe vuelve a incluir a los alumnos canarios, que se salieron en el de 2009, y sus datos empeoran la media nacional. Además, por primera vez muestran datos detallados de Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. Es la primera vez que todas las comunidades españolas aparecen reflejadas en el informe, lo que exige una muestra ampliada que cada autonomía debe sufragar. En cada país se hacen pruebas a entre 4.500 y 10.000 estudiantes. En España se han examinado 37.205 de 980 centros.

En matemáticas a la cabeza está Navarra (518), posicionada 32 puntos por encima del promedio de España y 28 del total de la OCDE, a la altura de Canadá, Estonia y Finlandia. En la edición anterior del informe también fue la primera, con un punto menos. Le siguen de cerca Castilla y León, La Rioja y Madrid. Por contra, en la cola se encuentra Canarias (452), 34 puntos por debajo de la media de España, que comparte las cifras con Eslovaquia y Argentina. Después se posicionan Andalucía y Murcia. En la anterior edición Extremadura cerró el ranking con 461 puntos.

¿Qué comunidades sacan mejor nota en PISA?

Extremadura (475), Andalucía y Baleares ostentan los peores datos de lectura. Extremadura está a 21 puntos de la media española y a 18 de la de la OCDE, comparable con los datos de Argentina o Lituania. Hace tres años también cerró el listado, pero con 457 puntos, por lo que ha mejorado en 18 puntos. A la cabeza vuelven a estar Castilla y León (522), 26 puntos por encima de la media Española, con datos similares a Corea o Finlandia, siempre puestos de ejemplo. Le siguen a Castilla y León Madrid, ganadora en la última edición con 11 puntos menos que los logrados por Castilla y León, y Galicia.

En ciencias, Castilla y León es la mejor (519 puntos), 26 por encima de la media de la OCDE y de España. Después van muy cerca Madrid, Navarra y Galicia (ambas empatadas). La nota castellana es idéntica a la que obtuvo en 2012. Se asemeja a las puntuaciones de China, Corea del Sur y Nueva Zelanda. Cerrando el grupo de comunidades está Andalucía (473), seguida de Extremadura y País Vasco, con cifras similares a Islandia, Argentina y Croacia. En la edición de 2012 cerraba Murcia, con 486 puntos, una región que ha dado un paso adelante en las tres competencias examinadas.

El debate de las evaluaciones comunes

Monserrat Gomendio —que fue secretaria de Estado de Educación hasta abril de 2015 con el ministro José Ignacio Wert y aclara que habla «solo» ahora como directora general adjunta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)—, destaca las «diferencias enormes de más de un curso entre Madrid y Castilla y León y Extremadura y Andalucía». Gomendio subraya el «nivel de formación muy dispar» entre unas regiones a otra y los «problemas de equidad» que conlleva. «Si no fuera por PISA, el sistema español sería ciego. No sabríamos cuáles son las comunidades que están mucho peor». Gomendio aconseja a España que haya evaluaciones comunes y estandarizadas a escala «nacional». Una idea que comparte el ministro Íñigo Méndez de Vigo. «Nadie» de los grupos parlamentarios le ha dicho que esté en contra, aunque otra cosa es cuándo y cómo hacerlas. «Es un debate que se va abrir».

Sorprende mucho el caso del País Vasco —en 2012 por primera vez consiguió superar la media española en los tres apartados—, porque su inversión en Educación es muy alta, no ha sufrido los recortes de otras regiones, es la región con mayor número de titulados universitarios (la formación de los padres suele ser determinante) y la tasa de abandono temprano más baja de España. La vecina Navarra, de características muy similares, sin embargo, despunta.

La consejera de Educación vasca Cristina Uriarte ha calificado de «sorprendentes» los datos porque «no era lo esperado». Cree que en el retroceso puede haber influido el cambio de formato -la prueba ya no es en papel sino por ordenador- o el que se haga ahora en menos centros. Aunque no ha querido escurrir el bulto y ha afirmado que tras “de «analizar en profundidad” los resultados se tomarán “las medidas oportunas”.

Cataluña, con un sistema educativo también bilingüe como el vasco, no sale malparada, aunque no sobresale. La región se ha situado por primera vez por encima de la media española, europea y de la OCDE en las competencias educativas básicas, en especial en el área científica (12 puntos más). La consejera de Educación, de Meritxell Ruiz, sostiene que este aumento se debe a que hay un “modelo de enseñanza basado en competencias y resolución de situaciones complejas y no en modelos estándares».

En regiones costeras como la Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias o Andalucía el empleo en el turismo –fácil y de nula formación- lastra sus cifras de abandono temprano de las aulas y, por tanto, su sistema educativo. La inversión en Educación es importante pero no determinante. Andalucía hace un gran esfuerzo y está a la cola. Aún pesa, según los expertos, el índice de alfabetización de los bisabuelos de los niños evaluados en PISA y en el sur este era muy bajo.

Castilla y León: «Hemos sido eficientes con recursos ajustados»

El consejero de Educación de Castilla y león, Fernando Rey, ha mostrado esta mañana un entusiasmo desbordado ante unos resultados «apabullantes». Su comunidad lidera dos de las destrezas en España (ciencias y lectura) y está a la altura de países como Canadá, Finlandia o Japón. «El éxito es el resultado de una enorme eficiencia con recursos ajustados, con unos resultados no son los esperables con nuestra renta per cápita». «Tenemos muy pocos alumnos con bajo rendimiento y eso nos entusiasma. Hay una gran homogenización entre los alumnos», ha proseguido Rey. De esta forma, la región cumple el objetivo de la Unión Europea para 2020 de que menos del 15% de los escolares tenga una nota por debajo del nivel 2 (hay seis niveles), que se considera que incapacita para integrarse de forma correcta en la sociedad. Además, el 70% de sus repetidores están por encima del nivel 2 y no existe sesgo de género, las chicas sacan las mismas notas que los chicos en matemáticas y ciencias, y ellos tienen que mejorar algo en lectura, aunque ningún país tiene tan pocos alumnos malos lectores. No les lastran tampoco los inmigrantes, incluso los de segunda generación sacan mejores notas en ciencias que los españoles. «La integración es máxima», subraya Rey. «Tenemos un escenario social importantísimo. Una cultura de la solidaridad y de políticas de apoyo a las personas con menos oportunidades». Desde 1999 Castilla-León mantiene el porcentaje de centros concertados en un 30%. No se concierta hasta que se ha construido, a diferencia de lugares como Madrid donde ha sido un negocio asegurado. Las diferencias de resultados entre concertados y públicos es inapreciable. «Es un sistema excelente y homogéneo», se felicita Rey. Su objetivo ahora es mejorar en matemáticas, destreza en la que Navarra les adelanta, aunque en la última década han dado un salto importante. «Y queremos aulas inclusivas, bilingües, que sean las mejores del mundo».