Pagar y callar
Son muy listos estos liberales del PP. Se les llena la boca de inflamados discursos para promover la siempre alabada iniciativa privada, con discutibles subvenciones de todo tipo, pero en el momento en que alguien va a perder dinero ahí están los mismos ministros del PP –o sus sucesores, que tanto monta- rescatando de la quiebra a tanto sacrosanto inversor y traspasando la deuda al Estado.
Son los que prefieren que todos los españoles paguemos los desvaríos o aires de grandeza de los Álvarez-Cascos y similares, antes que las grandes constructoras, ni un pelo se les toca, y menos aún los bancos, siempre a sus pies. ¿Responsables de los desaguisados? El conocido maestro armero.
El turno le ha llegado a las autopistas de peaje aznarianas, monumentales e inútiles obras que ya hemos ido pagando y que nos van a costar, además, la friolera de unos 5.500 millones de euros que fácilmente podrán alcanzar los 7.000 millones.
Tanta generosidad de los gobiernos del PP con algunos de sus amigos, relean la lista de donantes a Bárcenas, no es nueva. Habría que recordar, por si hiciera falta, que el rescate bancario se llevó, según datos de la oficial Comisión Nacional de los Mercados, cerca de 70.000 millones de euros.
Lo peor es que semejante desvergüenza se repite una y otra vez. Los ciudadanos estamos, a lo que se ve, para pagar y callar.