23 noviembre 2024

6 biomarcadores pueden indicar si una persona es bipolar

Nueva ayuda en el complejo diagnóstico del trastorno bipolar.

Diagnosticar el trastorno bipolar es una tarea difícil. No se conocen marcadores químicos conocidos y prescribir un tratamiento incorrecto puede ser absolutamente perjudicial para el paciente. Ahora, un nuevo estudio aclara este extremo, exponiendo que revisar los niveles de ciertas proteínas servirían de biomarcadores de la anteriormente conocida como “depresión maníaca”.

A diferencia de los altibajos normales que experimentamos la mayoría a lo largo de nuestra vida, las personas que sufren de trastorno bipolar pueden experimentarlo en distintas fases o etapas, todas ellas muy extremas: desde las vertientes más altas, con episodios maníacos, a las más bajas con episodios de gran depresión.

Existen cuatro formas en las que el trastorno bipolar puede presentarse: trastorno bipolar I: (episodios maníacos que duran al menos 1 semana o episodios depresivos a menudo de 2 semanas de duración); trastorno bipolar II (episodios depresivos y episodios de hipomanía); trastorno bipolar no especificado (hay síntomas bipolares, pero no se ajustan a los criterios anteriores); trastorno ciclotímico (episodios de hipomanía y depresión leve durante al menos 2 años pero sin cumplir los requisitos de los anteriores).

Los síntomas del trastorno bipolar producen un efecto devastador en la vida cotidiana, ya sea a nivel laboral, personal… Como comparte síntomas con la esquizofrenia y otros trastornos de la personalidad, diagnosticar acertadamente un trastorno bipolar no es sencillo. Realizar escáneres cerebrales, análisis de sangre o exploraciones externas, solo sirven para descartar otras patologías pero no para acertar en el diagnóstico, por lo que era necesario encontrar algo más.

Así, una investigación llevada a cabo por la Clínica Mayo (EE.UU.) analizaron 272 proteínas diferentes en la sangre de 288 pacientes (174 con trastorno bipolar y 141 individuos como grupo de control), consiguiendo identificar que 73 de las proteínas medidas difirieron entre los cuatro grupos de estudio y 6 de ellas resultaron significativamente diferentes entre el trastorno bipolar y el grupo control.

A pesar de que la muestra es pequeña, su resolución abre la esperanza a un diagnóstico mucho más rápido y preciso, puesto que, aunque no exista una cura para el trastorno bipolar, muchas personas sí responden bien al tratamiento.


“El potencial de tener una prueba biológica para ayudar a diagnosticar con precisión el trastorno bipolar
establecería una gran paso en la práctica médica. Ayudaría a los médicos a elegir el tratamiento más adecuado para los individuos difíciles de diagnosticar”, explica Mark Frye, líder del estudio.

El trabajo ha sido publicado en la revista Translational Psychiatry.