La agenda “Mujeres en el flamenco” destaca el papel femenino en la música
La Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, desde 1998, evocando el bello título de la película «Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto», empezó a editar Agendas para “visibilizar a las mujeres en todos los campos de los que el patriarcado nos ha excluido”. Esta, la de 2017, está dedicada a ‘Las mujeres en el flamenco, patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad”.
Para ello la organización ha contactado y contado con algunas de las artistas más relevantes en este estilo musical “tan vinculado a la liberación de las personas más excluidas”, asegura Lourdes Pastor en entrevista con AmecoPress. Lourdes, cantaora flamenca, capaz de convertir un martinete en himno feminista, es una de las artistas incluidas en la agenda. Junto a ella, 16 grandes artistas femeninas del cante, el toque y el baile flamencos.
La cantaora jiennense Carmen Linares, La Paquera de Jerez, Niña Pastori, María La Perrata, Fernanda de Utrera, Estrella Morente, Sandra Carrasco, Esperanza Fernández, Aurora Vargas, La Niña de los Peines, Mayte Martín, La Serneta y Remedios Amaya, la bailaora Matilde Corral, la guitarrista Marta Robles y la percusionista Nasrine Rahmani son las protagonistas de esta agenda, “una iniciativa dedicada a 17 mujeres que con esfuerzo, con lucha y trabajo fueron capaces de abrirse camino en el mundo del flamenco, en el que históricamente han tenido más protagonismo los hombres y las mujeres han estado relegadas a segundo plano”.
En sus páginas, se puede encontrar, además, algunas de las maestras que desde finales del siglo XIX eran «tocaoras» y marcaron el cante de quienes las sucedieron. Todas son mujeres que han tenido el coraje de vivir y expresar su sentimiento más profundo a través del Flamenco, que sin duda, es la expresión del sometimiento a un pueblo en nombre del racismo, el clasismo y de la imposición de las religiones”.
Aunque Lourdes, precursora del Feminismo en el flamenco, opina que “este no es un ámbito más machista que la política, la universidad, otras músicas, otros espacios y Premios conocidos, en los que todavía nadie piensa en una mujer…”. Por eso, “hacemos el esfuerzo cada año, de resaltar y destacar la labor de filósofas, políticas, migrantes, lesbianas….”.
“Que las mujeres hemos sido y somos invisibilizadas en todos los espacios es una realidad. Si curioseamos a lo largo de la historia dónde han estado las mujeres en la ciencia, la filosofía, el deporte, la música, el cine, la pintura, la arquitectura, la literatura… nos daremos cuenta de que las mujeres no hemos estado o no se nos ha nombrado. Las mujeres hemos sido vetadas de la cosa pública, mujeres como Hypatia de Alejandría que se atrevió a manifestar su interés por la ciencia y demostró ser una magnífica matemática, astrónoma, filósofa… fue violada y después brutalmente asesinada por una turba de cristianos en marzo del 415 d.c., para que a ninguna otra mujer se le ocurriera seguir su ejemplo y atreverse a pensar. Esa es nuestra historia, la historia de más de la mitad de la humanidad. ¿Por qué en el flamenco iba a ser diferente que en la música clásica? ¿Cuántas directoras de orquesta hay? ¿Cuántas directoras de cine han conseguido un Oscar? ¿Por qué somos bailarinas pero no guitarristas? Pues porque hasta hace muy poco tiempo no se nos ha permitido elegir nuestro destino, sencillamente no podíamos optar a tener la profesión que quisiéramos, no teníamos modelos en los que inspirarnos. Afortunadamente, ha habido mujeres como la mencionada Hipatia, Olimpe de Gouges, Emilia Pardo Bazán, Clara Campoamor,… que han defendidos nuestro derechos a ser dueñas de nuestras vidas. Gracias a ellas y muchas otras mujeres que desde el feminismo se han posicionado y siguen posicionándose para que las mujeres dejemos de ser ciudadanas de segunda, aunque ello les haga perder prestigio y les cueste esfuerzo, tiempo y mucho cuestionamiento, gracias a todas ellas hoy podemos hablar de que las mujeres estamos representadas casi en todos los espacios, aunque nos queda aún un largo camino.”
Cuando se le pregunta por los retos Feministas en la actualidad, Pastor afirma que “las feministas tendremos que tener nuestra propia agenda, y no marcada por el patriarcado”. Y destaca que “sabiendo que los poderes están formados básicamente por hombres, las cuestiones por las que el Feminismo tiene que seguir trabajando no han variado: la igualdad sexual, la corresponsabilidad, la paridad, la abolición de la prostitución”.
Lourdes Pastor
Lourdes Pastor, un quejío gitano que recuerda al cante más añejo, envuelto en una personalidad libre y revolucionaria. Nacida de padre gitano y madre castellana, del primero heredó el metal de su voz y de su madre todo lo demás. Nació en Puente Genil en la década de los 80 en un barrio y una familia muy flamenca. Ha crecido arropada por la familia materna en la que el flamenco estuvo presente varias generaciones. “Estrella de Córdoba” era el nombre artístico de su tía abuela, que pisó las tablas de escenarios de todo el mundo. También su abuelo y su abuela eran personas aficionadas al flamenco y la copla: Manolo Caracol, Rafael Farina, la Paquera, Marifé de Triana, Juana Reina… era la banda sonora de aquel patio en el que Lourdes Pastor creció. Ha sido su tío Jk Pastor el que le dio la mano, compartiendo con ella sus acordes a la guitarra, enseñándole distintas corrientes que el flamenco iba mostrando, Pata Negra, Camarón, Lole y Manuel, los Gipsy King… comenzaron a sonar pronto en aquella casa, más tarde se convertirá en el compositor de la letra y música de su primer y segundo disco, en los que ella misma ha tenido implicación directa desde los textos a la dirección musical y la imagen, aportando en los mismos su creatividad y su ser.
Siempre relacionada con el mundo del arte, cantaba desde pequeña y participaba en grupos de teatro, de baile…, decidió estudiar sociología, entre otros motivos, para investigar el por qué de la marginación del pueblo gitano. Lleva toda su vida defendiendo los derechos de las mujeres de los más excluidos de la Tierra, junto a su madre, Rafaela Pastor Martínez, referente en la defensa de los derechos de las mujeres. Todo esto es lo que Lourdes Pastor plasma en su forma de cantar: el mestizaje, la conciencia social, el coraje de vivir, la libertad, el amor por lo diferente… es lo que la hace única en un mundo en el que es difícil hacerse un hueco, si como ella, los recursos de partida con los que cuentas son el propio talento y esfuerzo.
Escenarios como el Teatro Goya o el Colegio Oficial de Médicos en Madrid, el Teatro Duque de Sevilla, El Palacio de Viana y el Teatro Góngora en Córdoba, el Teatro de Segovia… han aplaudido y se han emocionado con una puesta en escena que transmite fuerza y autenticidad, cantándole por tangos, bulerías, rumba, martinetes, tarantos… a un mundo más justo para las mujeres, para la clase obrera, para las personas más excluidas.
Tiene dos discos editados, el primero “La mitad de la verdad” fue gracias al mecenazgo de Cristina Molina Petit, filósofa y amante del arte. El segundo “¿A quién le cantaré yo?” ha sido patrocinado por la Fundación Orange.
Os dejamos el Martinete del que es autora:
«Que me van a condenar
Por mi razón, por mi conciencia
Que me van a condenar
Por ser mujer ya vivo presa…
Ay mare mía, que pasará.
Porque No somos esclavas,
Queremos ser nuestras dueñas,
Nacemos libres, humanas
Y no queremos que nos vendan.»
Foto: archivo AmecoPress
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