¿Qué hay que hacer para evitar las piedras en el riñón?
Cólico nefrítico: un dolor insoportable
En las listas de dolores físicos, siempre aparece en los primeros puestos el del cólico nefrítico. También se suele mencionar el dolor del parto o el de muelas, pero quien ha sufrido alguna vez un cólico nefrítico seguramente lo pondrá en primer lugar.
El cólico nefrítico produce un dolor repentino e intenso en la zona lumbar, hasta el punto de que a veces lleva al desmayo a quien lo sufre. En la fase aguda, a algunos pacientes incluso hay que administrarles morfina de lo insoportable que resulta el dolor.
El cólico nefrítico es la forma más frecuente con la que dan la cara los cálculos renales, coloquialmente llamados “piedras en el riñón”. Una piedra es un trozo de material sólido que se ha formado dentro del riñón a partir de sustancias presentes en la orina. Al ser expulsado el cálculo a través de las vías urinarias, es cuando ocasiona dolor (mayor cuanto más grande es la piedra). Un 75 % de los cálculos logran ser expulsados a lo largo de un proceso que dura entre 8 días en el caso de los más pequeños y unos 22 días si el cálculo mide 5 ó 6 mm. En algunas ocasiones es necesario intervenir al paciente para extraerlo.
Los cólicos nefríticos son más frecuentes en hombres que en mujeres y la edad crítica para sufrirlos es entre los 30 y los 60 años. En España, entre un 10 y un 20% de los hombres y entre un 3 y un 5% de las mujeres sufrirán al menos un episodio de cólico nefrítico a lo largo de su vida.
¿Qué hay que hacer para evitar las piedras en el riñón?
Pues algo de bastante sentido común: beber abundante agua, y más aún si hace calor.
La razón es sencilla. Aunque no es su única función, los riñones sobre todo actúan como unas eficientes máquinas depuradoras, procesando y purificando la sangre, que llega a ellos cargada de desechos y sale limpia. Después eliminan esos desechos a través de la orina. Los riñones necesitan agua para funcionar adecuadamente. Si no se bebe lo suficiente, los riñones producen una orina muy concentrada y pueden empezar a producirse cálculos. Una orina más diluida reduce la saturación de los elementos que producen los cálculos (fosfato de calcio, oxalato de calcio…) y se acelera el tránsito de los elementos cristalinos por los riñones.
Además, es conveniente también seguir una dieta rica en verduras y fruta, con suficiente calcio (pero ¡ojo! sin abusar de los lácteos) y sin exceso de proteínas animales.
Como ve, las pautas generales para prevenir los cálculos son sencillas y las cumplirá simplemente llevando una dieta saludable.
Si ya ha tenido un cálculo, tiene muchas probabilidades de que vuelva a repetirse
El problema es cuando ya se ha tenido un cálculo, pues la probabilidad de que vuelva a repetirse es alta (entre un 35 y un 50% a los 5 años y un 65% a los 10, y más aún si hay antecedentes familiares de cálculos renales). En ese caso, ya no bastará con beber suficiente agua y llevar una dieta saludable, sino que será necesario adoptar cambios dietéticos, que además varían en función de la composición del cálculo (por eso es tan importante en los pacientes que sufren un cólico nefrítico filtrar su orina para recuperar el cálculo y poder analizarlo).
Y eso es exactamente de lo que trata el Dossier “Cómo prevenir los cálculos renales (y evitar que se repitan)”, que puede recibir como regalo extra junto a su suscripción a Los Dossiers hasta el próximo domingo 3 de mayo.
Si usted (o alguien a quien aprecia y a quien quiere ayudar) ha sufrido ya un cálculo renal, este Dossier es sencillamente imprescindible para rebajar drásticamente las probabilidades de que se repita. Le dirá exactamente qué comer –y en qué cantidades- y qué es lo que debe evitar, para ayudar a sus riñones a no volver a producir cálculos.
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¡A su salud!
Juan-M. Dupuis