«Si mis dedos pudieran… deshojar a la luna» PROYECTO EDUCATIVO DEL CEIP JOHN LENNON
“… ¿Qué culpa tiene mi corazón?/ Si la niebla se esfuma, / ¿Qué otra pasión me espera?/ ¿Será tranquila y pura? ¡¡Si mis dedos pudieran/ Deshojar a la luna!!»
(Si mis manos pudieran deshojar. Federico García Lorca)
Hace ya 20 años que el profesorado de Educación Infantil del Colegio Público de Educación Infantil y Primaria ‘John Lennon’, de Fuenlabrada (Madrid), ideó una actividad lúdica y profundamente educativa que pretendía, y ha conseguido, ampliar y profundizar en las relaciones personales entre iguales, con el profesorado y con las familias. Una vez al año, Profes, Niños y Niñas pasan juntos ‘una noche en el cole’.
Esta actividad de desarrollo emocional y social y de identificación y apropiación del espacio físico del centro, comenzó en el lugar del colegio más familiar, el más conocido para todos… el aula. Este paso supuso un primer momento en la configuración de un comportamiento de autonomía personal que, bien trabajado, encierra un auténtico potencial educativo: ‘pasar alguna noche fuera de su casa’.
María Elena Ampuero Lozano, maestra de Educación Infantil del Colegio Público ‘John Lennon’, nos comenta… “no podíamos esperar, en ningún caso, la repercusión que ha tenido a lo largo de los años, no sólo en el alumnado, también en las familias, el profesorado y en antiguos alumnos y profesores del centro.”
A partir de esta primera experiencia, equipo docente de educación infantil diseñó y desarrolló un proyecto educativo mucho más ambicioso de crecimiento y mejora de la idea original, gracias a una efectiva y bien calculada participación de toda la comunidad educativa.
En la actualidad ‘La Noche Mágica’ —afirma María Elena— es el colofón de un proyecto de investigación que se desarrolla, y adquiere entidad, a lo largo de todo un mes de vida escolar. Una iniciativa que cada año, organizan siete maestras de Educación Infantil del Colegio, en estrecha coordinación con la Asociación de Madres y Padres, el Equipo Directivo y el resto del Claustro de profesores. Los que finalmente ‘gozan’ de esa noche juntos son los alumnos y las alumnas de 3, 4 y 5 años, las maestras del Equipo de Educación infantil, las alumnas en Prácticas de Magisterio y el Equipo Directivo.
El Equipo Docente de Educación Infantil está configurado por algunas maestras de incorporación reciente (aunque, en algunos casos, ya hace siete años), y por otras profesionales que llevan ya veinticuatro años trabajando juntas. Las profesoras más recientes han contado siempre con la experiencia y el ánimo de las más antiguas, lo que les ha llevado a aceptar el proyecto con verdadero entusiasmo y sin fisuras.
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La temática (la Prehistoria, Egipto, India, Fantasía, El bosque…) se elige y se elabora con los niños y niñas en todas y cada una de las aulas de educación infantil, partiendo de las aportaciones de cada asamblea de aula, dialogando y procesando la información necesaria.
Las maestras se responsabilizan de ajustar el tratamiento didáctico del proyecto en cada aula, y el global de toda la etapa, a las referencias curriculares establecidas normativamente. Ponen en juego aprendizajes instrumentales: lecto-escritores, lógico- matemáticos, de habilidades sociales…; incorporan en las rutinas del alumnado procedimientos y estrategias de investigación e indagación, de difusión y presentación colectiva y creativa de los aprendizajes alcanzados. En definitiva hacen girar la vida del aula alrededor del proyecto didáctico, durante ese mes del curso.
En cada clase se va narrando y construyendo colectivamente el formato y la secuencia del desarrollo; trabajando, de hecho, de manera precisa los conceptos, procedimientos, habilidades, actitudes, capacidades y competencias relacionadas con la temática escogida.
Adquieren conocimientos, realizan una labor de exploración, de búsqueda de información en casa y en el aula, aportan elementos sugerentes (juguetes, cuentos y libros, fotos…), y ayudan con sus elaboraciones plásticas, que son convenientemente ampliadas y utilizadas para decorar el vestíbulo y la entrada del colegio.
Estas actividades de desarrollo personal y aprendizajes curriculares despiertan en los chicos y chicas, una gran curiosidad y unas enormes ganas por aprender.
Con este proyecto de investigación didáctica, el equipo educativo trata de conseguir, entre otros objetivos… Alejar los primeros miedos de los padres por la separación nocturna de los hijos.
- Alejar los primeros miedos de los padres por la separación nocturna de los hijos.
- Experimentar entre el alumnado sentimientos de colaboración y de goce colectivo.
- Poner en juego comportamientos de autonomía de aseo corporal y alimentación: cenar y desayunar solos, vestirse, dormir…
- Ayudarles a ser capaces de expresar y manifestar emociones y sentimientos en clase y en casa.
- Compartir experiencias positivas entre iguales.
- Promover la investigación y el acercamiento a aspectos teóricos, de formulación y descripción, y prácticos sobre cada aspecto de contenido trabajado, indagando, buscando materiales, objetos…; realizando excursiones educativas relacionadas con la temática…
- Potenciar el desarrollar de la creatividad y la imaginación.
- Hacer conscientes a las familias de la importancia de educar en el desarrollo de la autonomía.
- Crear escuela, construir comunidad escolar, implicando a toda la comunidad educativa y a las familias, en particular, en una tarea aprendizaje común y de colaboración en el desarrollo de un proyecto didáctico de crecimiento y desarrollo madurativos de chicos y chicas de 3, 4 y 5 años.”
María Elena manifiesta que “esta labor educativa consigue que un proyecto de investigación de estas características tenga todo el sentido educativo necesario, adquiriendo consistencia en un centro escolar. Por otra parte arbitra un procedimiento global ‘con sentido’ de participación de la comunidad educativa, con el diseño y la construcción, año a año, de una nueva edición de ‘La Noche Mágica’”.
Esta idea colectiva y compartida de lo que supone contribuir al desarrollo del alumnado de educación infantil se muestra magníficamente, incluso en el diseño y confección colectiva del utillaje y los decorados… y más aún, la confección del escenario y la elaboración del relato de la vivencia de esa noche.
El año pasado, el 2014, el núcleo temático de motivación fue “El Universo”.
Las familias encuentran en este proyecto su lugar, de una manera natural.
“Las familias están informadas del proyecto a través de las reuniones con las tutoras. Conocen en qué consiste y lo que van a vivir sus hijos e hijas.
Tres semanas antes de la noche mágica se cita a los familiares que pueden colaborar. Es una participación voluntaria que incluye a los padres y madres de otros ciclos. En la reunión se pone en común el trabajo de ambientación. Se muestran los bocetos de los dibujos de manera detallada y se presentan algunas ideas de cómo se podrían realizar.
Se dividen en grupos de trabajo, formados por familiares con experiencia en esta actividad y por los que se incorporan de nuevo. Cada grupo tiene su espacio de trabajo (gimnasio, sala de psicomotricidad, plástica…)
Algunos trabajan esporádicamente y otros de forma más sistemática, pero los grupos funcionan de forma fluida y participan con ilusión.
Se les anima, continuamente, a que ofrezcan sugerencias, diseños, soluciones a los problemas que van surgiendo y es evidente que, en muchas ocasiones, mejoran las propuestas iniciales. Hay personas que tienen más facilidad para determinados trabajos, por ejemplo diseñar trajes, bocetos, construir vehículos… Están siempre dispuestos a colaborar aunque, en algunas ocasiones, sus hijos o hijas ya no sean alumnos del colegio.”
[Propuesta didáctica]
El claustro de profesores se implica de manera decidida. Se organiza en grupos en torno a actividades sugerentes, motivadoras e ilustrativas: cuenta-cuentos, danza, baile, magia… Se hacen propuestas y se establece su desarrollo. Todos las labores de confección de materiales, disfraces, escenificación, música, actividades… están coordinadas por el equipo docente de educación infantil.
Una semana antes, un personaje visita el colegio, les hace una visita… Una motivación extra, que les prepara para lo que está por llegar. Y ¿Qué está por llegar? “La Noche Mágica”.
El día que se celebra esa deseada noche, el alumnado vive su clase habitual, y cuando se marcha a casa por la tarde…, los actores responsables de la transformación del colegio se ponen manos a la obra, y una especie de actividad febril se desata, hay que decorar el colegio por fuera y por dentro, el centro se convierte en algo muy diferente…
“La Noche Mágica” comienza a eso de las nueve de la noche, con una representación en la que profesores y profesoras se disfrazan según el tema elegido. En el patio, delante de la puerta de entrada al edificio, ponen en escena una ejecución que consigue sorprender a niñas, niños y familiares acompañantes. Cuando acaba la actuación todos van pasando al interior del colegio y al contemplar el vestíbulo… se les transforman las caras, se les iluminan, descubren la magia…
Todo es una sorpresa, tras otra… La entrada al colegio imaginariamente transformada, con todos los profes mudados en personajes de una quimera (astronautas, indios, piratas, científicas…). A continuación se entra al vestíbulo, donde todo brilla (con luz negra y colores fluorescentes), donde la magia cautiva…
Mientras esto ocurre, las aulas aguardan pacientemente el final del recorrido. De hecho, ya están ‘listas’, preparadas con los sacos de dormir, con los alimentos de la cena, las linternas… todo para vivir una noche especial junto a los amigos y las amigas.
De pronto, alguien avisa, y es que… ¡Va a comenzar la gran actuación!… Desfilan caballeros medievales, árabes en camello, hombres de la prehistoria cazando mamuts, indios bailando la danza de la lluvia… La aventura termina con una poción mágica de colores (leche, azúcar y colorantes) que nos darán poderes especiales.
Vuelven al aula, se cuentan cuentos, hacen pis… y a dormir.
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María Elena cuenta que “…a la mañana siguiente les despertamos con el himno del cole “Imagine” de John Lennon ¡Cuánto hemos dormido! Nos vestimos, peinamos y nos “bañamos” en colonia, y para nuestra sorpresa, los personajes de la noche anterior nos han dejado un regalo para que esta noche permanezca en nuestra memoria.
Desayunamos chocolate con churros y vienen a buscarnos las familias que además, ayudan a recoger y colocar la clase…”.
