24 noviembre 2024

Voy os hablo a vosotros. A los hombres que leéis esta columna cada semana. Y empiezo con una pregunta (bueno, dos): ¿cómo te sueles sentar en el metro, en el autobús, en el tren, en la butaca del cine o de un teatro? ¿Eres de los que practica el manspreading?

No hace falta que te vayas corriendo a ver qué significa. Te lo explico. Si vas ahora en el metro, echa un vistazo a tu vagón y mira cómo van sentados Si vas ahora en el metro, echa un vistazo a tu vagón y mira cómo van sentados ellos y cómo van sentadas ellas.

Muchos se despatarran, literalmente, sobre el asiento. Abren sus piernas y sin querer, inconscientemente, ocupan el espacio del asiento de al lado. Si coincide que justo en ese asiento va una mujer, ella se encoge para, uno, no tener que estar pegada a su vecino el ‘despatarrado’, y dos, por un tema de educación.

Ellos invadiendo espacio, ellas haciéndose pequeñas. Una imagen demasiado gráfica, demasiado común, que en grandes ciudades quieren cambiar. En Nueva York y en Japón hace meses que han puesto en marcha varias campañas de concienciación, campañas impulsadas por las instituciones. Quieren que el espacio común sea eso, común, no invadido por quienes se desploman sobre el asiento.

Y Madrid ha sido la primera ciudad europea en sumarse. A partir de la semana que viene verán en los autobuses de la EMT pegatinas recordando a los pasajeros, a ellos, que se sienten, por favor, con las piernas cerradas. En esto también hemos crecido con más barreras que vosotros. Y es hora de cambiarlo.

Es curioso porque desde que leí la iniciativa he estado fijándome en cómo se sientan ellos en las reuniones, en las comidas, en el trabajo. Y oye, siempre con un arco bien abierto. Separando las piernas todo lo ancho que pueden.

No voy a entrar en la incomodidad o no de cerrar que puedan tener los hombres por una cuestión física. Me voy a centrar en la actitud. En lo que les define en ese gesto. En la despreocupación, el ‘aquí estoy’. Nosotras, casi siempre, cruzando piernas, cerradas siempre, bien rectas. Sé que es cuestión de cultura, de educación, pero en esto también nos lleváis ventaja.

En esto también hemos crecido con más barreras que vosotros. Y es hora de poder cambiarlo. Con una simple pegatina: no hace falta grandes movilizaciones. Muchos ni os habíais dado cuenta.

A otros, lo he escuchado también, os parece el colmo de la tontería. Y seguro llenaréis este artículo de comentarios indignados. Pero piensa en que eres tú el que está en ese asiento de al lado. A Tom Hanks le sacaron una foto despatarrado en el metro de Nueva York. En inglés lo llaman ‘manspreading’. En un programa le sacaron esa foto y él, simplemente, pidió perdón: «El vagón estaba vacío, no estorbaba a nadie», dijo. Puede, pero estoy segura de que en su siguiente viaje cerró las piernas.

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