Un viaje por las fronteras de la libertad de expresión
Una jornada repleta de éxitos, humor y reencuentros en la que reinó el diálogo y el compromiso solidario. La quinta edición de Talking About Twitter termina a lo grande
Talking About Twitter, #TATGranada17, el mayor evento global sobre esta plataforma, tiene un reclamo evidente en la red social que le da nombre, pero llega mucho más allá. Desde su primera edición –y con esta van cinco– se caracteriza por explorar cada uno de sus rincones desde distintos puntos de vista, con el objetivo de entresacar lo más importante: el reflejo, bastante nítido, de la sociedad en la que vivimos, con sus bondades y sus miserias. La segunda y última jornada de #TATGranada17 se convirtió en un viaje por los límites de la libertad de expresión, en ese conflicto latente que existe entre este derecho fundamental y el respeto al honor de las personas. Fenómenos como las noticias falsas, las campañas orquestadas en torno a personas y colectivos o la censura visitaron las distintas conferencias y ponencias, con algunos testimonios envolventes y de calado, como el expresado por la politóloga mexicana Denise Dresser. La solidaridad, la gastronomía y la diversión también encontraron su hueco en esta despedida del evento.
La primera charla de la segunda jornada de #TATGranada17 giró en torno a las famosas noticias falsas. Myriam Redondo (@globograma) trasladó algunos procedimientos a seguir para distinguir este tipo de informaciones erróneas, sesgadas o directamente inventadas, que tanto han proliferado. Además de aportar el conocimiento de ciertas herramientas muy interesantes que ayudan en el proceso de distinción, al final los consejos fundamentales que trasladó son la cautela, la conciencia de verificación y la asunción de que, al final, todo el mundo está expuesto al fallo ante un bulo, por lo que no toca otra cosa que disculparse. Chequear la geolocalización, si la imagen es antigua o si el emisor es un ‘bot’ conformaron algunos trucos para descubrir la trampa.
Mónica Deza, consejera de AXA Seguros, profundizó en los nuevos conceptos que rigen nuestra sociedad y hacia los que avanzamos, superando ya la propia era Digital y adentrándose en la de la Humanización. Una fase revolucionaria ligada a los nuevos fenómenos de comunicación, a la práctica de un bienestar integral del individuo y a la necesidad de la creatividad como sello de distinción. Deza repasó los problemas actuales, relacionados con la falta de confianza y la crisis en las creencias establecidas. La importancia de que el emisor, ya sea persona y organización, crea en lo que transmite. La futura etapa estará al servicio de que la humanidad tenga una vida mejor. La transformación no es sólo hacer negocio, sino que esto sea un lugar adecuado para el bienestar. El valor está en la inspiración, lo que seguirá distanciándonos de las máquinas.
Una de las mujeres más influyentes en Twitter, con 3,5 millones de seguidores, es Denise Dresser, politóloga, académica y escritora mexicana, que repasó la terrible situación que acaece en su país, viviendo en primera persona las presiones del poder establecido. Dresser, que está amenazada de muerte, no pierde la esperanza de transformar su país, de contagiar entre los ciudadanos la conciencia de cambio. Un testimonio desgarrador, con momentos de gran emoción e impacto, que despertaron una ovación cerrada ante alguien involucrada en una lucha desigual y que invita a la desesperanza, pero que ella asume con convicción, en un país aparente democrático pero que en su opinión está lejos de las libertades y la limpieza que debería.
La ponencia sobre los límites de la libertad de expresión contó con la presencia de tres personas vinculadas al Derecho. Por un lado, la fiscal de la Audiencia Nacional Dolores Delgado, que entró por videollamada para demandar la colaboración ciudadana en las redes sociales para la lucha contra el extremismo, con especial referencia al terrorismo islámico.
Antonio Salas, magistrado del Tribunal Supremo, trasladó su propia experiencia personal como usuario identificado en Twitter, en los que ha encontrado «claroscuros», sobre todo cuando se ha enfrentado a polémicas relacionadas con sentencias del Alto Tribunal, aunque sigue siendo un entusiasta usuario. En concreto, comentó una vivencia respecto a unos comentarios relacionados con la violencia machista que le llevaron a protagonizar una intensa polémica, que concluyó interponiendo una demanda. Así se percató, en su propia piel, de la lentitud de la administración de Justicia que sufren los propios ciudadanos.
Por su parte, Borja Adsuara, abogado y consultor, centró su participación en el delito de odio, que tanta polvareda ha levantado en su aplicación. El letrado defendió la necesaria protección a la libertad de expresión. «Hay que tener cuidado también con al censura de lo políticamente correcto, que nos lleva hacia la autocensura», denunció. «Hay que defender la libertad de expresión de quien me está fastidiando también», agregó.
Cualquier cuestión es susceptible de debate en #TATGranada17 y no lo iba a ser menos el mundo del toro. Para ello, el evento contó con la presencia de Raquel Sanz, periodista y viuda del torero Víctor Barrio; Francisco Apaolaza, compañero de profesión y cara visible de los toros en Movistar TV; y Borja Cardelús, presidente de la Fundación Toro de Lidia. Los límites de la libertad de expresión, ejemplificados en los durísimos mensajes que recibió Raquel en las horas posteriores a la muerte de Barrio, sirvieron para abrir la reflexión acerca del respeto a otras sensibilidades.
«No sufrí tanto por los comentarios sobre mi marido, porque ya no podía sentir un mayor dolor que su propia pérdida. Me indignó más el tratamiento a Adrián Hinojosa, aquel niño que tenía cáncer y quería ser torero, y las cosas que le dijeron», abundó Sanz, que exigió una mejor legislación para evitar este tipo de situaciones relacionadas con el delito de odio.
José Álvarez, del restaurante almeriense La Costa, en El Ejido, agasajó a algunos de los presentes en #TATGranada17 a un menú muy especial, que preparó en directo, con mucho sabor granadino y el disfrute de algunos afortunados. Quisquillas de Motril, chopitos y un postre de tomate hicieron las delicias de aquellos a los que premió con la degustación el gran Iñaki Cano, que luego procedió al sorteo de ciertos productos de Granada y de un jamón, cortesía de la Diputación.
Alfonso Maya, del Alexander Cocktail Bar&Speakeasy Club, concluyó el deleite con un combinado muy especial:‘Twitter in my mind’.
La tarde comenzó con una ovación cerrada de agradecimiento y recuerdo hacia Ignacio Echevarría, el español fallecido durante el atentado terrorista de Londres mientras trataba de ayudar a una agente de policía. La mesa fue moderada por Luis Serrano, director del área de crisis del bufete Llorente & Cuenca.
Abrió el debate María Luisa Moreo, directora de comunicación de la asociación nacional de Voluntarios Digitales en Emergencia, que explicó lo que deberían hacer los ciudadanos, en especial en situaciones de alarma, como en los incendios de Doñana. Incidió en la necesidad de confiar en las cuentas oficiales que transmiten información contrastada y sospechar de las demás, sobre todo si no proveen de fuentes, porque podrían querer manipular intencionadamente. «Eso no es manera de hacer el bien», dijo Moreo. También aseguró que Twitter es hoy una herramienta de socialización fundamental en la sociedad de hoy y ofreció advertencias para evitar ‘comerse’ bulos en Twitter.
A Moreo le siguió Isabel Herrán y el perro ‘Blue’. Ella es especialista desde hace más de una década en adiestramiento de canes de búsqueda y rescate. Detalló algunas de las labores principales que realizan, desde el rastreo de personas desaparecidas hasta la detección de ahogados o la persecución del tráfico de drogas. Detalló incluso algunos nuevos usos, como el de animales capaces de detectar tumores o la presencia de veneno a través del olfato. Herrán hizo una demostración de cómo funciona el proceso en el propio auditorio del Parque de las Ciencias.
Raúl Narváez, ‘community manager’ de la Unión Oficial de Guardias Civiles, rememoró la historia de cómo consiguió ayudar a una chica menor de edad que sufría un caso de bullying gracias a Twitter. En su intervención, Narváez contó algunos detalles del caso, donde pudo hacer uso de sus conocimientos sobre psicología para ayudar a la menor, que se encontraba en una situación límite. También contó detalles sobre el protocolo antisuicidios que existe dentro de la Guardia Civil. En su alocución, aseguró que lo que más satisfacción le produce es siempre tener la capacidad de ayudar a personas que lo necesiten. También quiso llamar la atención sobre la edad cada vez más temprana en que ocurren los casos de acoso que llevan a algunos preadolescentes a pretender quitarse la vida.
Hay que estar en Twitter. Once años después de que la compañía californiana se lanzara al mercado global como una plataforma en la que contar lo que está pasando, cualquier empresa no puede vivir al margen del pájaro azul, porque aquí están gran parte de sus clientes. Samsung y Mutua Madrileña lo han entendido así y sus responsables de comunicación expusieron en TAT Granada que su presencia en la red social es necesaria «para generar consumidores», pero también para «estar cerca de las personas» y poder dar respuesta a sus demandas.
TAT Granada recibió a tres de los ‘community managers’ más reputados del territorio nacional: Ilde Cortés, encargado de las redes sociales de la Selección Española de Fútbol; Pablo Gallego, director de redes sociales de la agencia de creatividad TBWA; y Nasser Hantout, encargado de las redes sociales de la ‘startup’ de gafas de sol Hawkers. Debatieron animadamente sobre cómo llegaron a dedicarse profesionalmente a la gestión de redes sociales. Explicaron como es su trabajo diario, que difiere mucho, por ejemplo, entre una agencia de publicidad y algo con tanta exposición pública como la ‘Roja’. Ilde Cortés profundizó en que es importante tener el trabajo planificado pero también estar preparado para que cualquier cosa cambie en cada momento, ya que las redes pueden ser muy volátiles en ocasiones. También discutieron sobre el papel que juega Twitter en la estrategia de cada uno de sus trabajos y de cómo puede ayudar a transmitir los valores de las marcas. También analizaron cómo es mejor responder a situaciones de crisis.
Tres habituales del mundo del entretenimiento antes de que Twitter fuese parte fundamental del panorama evocaron qué habría pasado en aquella época si hubiera existido esta red social. Moderados por Manuel Feijóo, que hacía el papel de Luismi en la serie Compañeros, participaron en el debate Ismael Beiro, el gaditano ganador de la primera edición de Gran Hermano; y Daniel Huarte, que hacía de David en Al Salir de Clase, todo un fenómeno para adolescentes. Juntos desgranaron cómo les ha ido la vida desde su salto a la fama. Hablaron sobre el papel que juega la comedia en la sociedad y de cómo el humor y Twitter se basan en muchas ocasiones en los equívocos que surgen del uso diario del idioma. También compararon cómo habría sido su vida si la fama les hubiera llegado hoy. Beiro y Feijóo explicaron que recibían toneladas de cartas y hasta peluches enviados por fans. Quizá por deformación profesional, unos y otros acabaron discutiendo sobre datos de audiencia.
Sor Lucía Caram, la mediática monja, hizo un llamamiento acerca de la situación de los niños pobres, que Sor Lucía consideró que ha de ser «la causa de toda la humanidad». Explicó el proceso que le ha llevado a luchar por esta cruzada, que durante el evento se movió con el hashtag #StopPobrezaInfantil. Recordó que a pesar de lo grave y triste de la situación, siempre se obligó a no caer en la desesperanza y a «decir alto y fuerte» que hay que acabar con esta lacra y la falta de condiciones económicas soportables entre los más pequeños. «En el futuro nos preguntaremos cómo fuimos capaces de consentir esta barbaridad», aseguró convencida la religiosa. También ahondó en que la situación de España ha empeorado para muchísimas familias debido a la ruptura de las redes de solidaridad tras la coyuntura económica. Se declaró contraria a la idea de que «la crisis es una oportunidad», asegurando que la crisis «es un drama enorme». Puso ejemplos relativos a hogares con los que ha tratado directamente a lo largo de estos años. «La pobreza infantil tiene rostro de niño», resumió, para concretar que este contexto supone «hipotecar a las próximas generaciones», por lo que pidió apoyo y compromiso.
Edu Galán de la revista satírica Mongolia, repitió presencia en TATGranada y calcó el éxito de carcajadas a mandíbula batiente. Bordeando a la perfección el límite de las distintas sensibilidades presentes, destacó en primer lugar el valor de Talking About Twitter en su promoción por la libertad de expresión, ya que «es capaz de tener sobre el escenario una monja «comprometida e independentista», como Sor Lucía; y un «ateo internacionalista como yo».
A partir de este extremo, abundó en el concepto de la libertad de expresión, con definiciones de catedráticos incluidas, y se empleó en un repaso sobre los usos ardientes y delicados que se suceden en Twitter. Enumeró los temas que sí salen, pero incidió en los que nunca aparecen, que suelen ser las causas más nobles y necesitadas. También, describió los perfiles de los tuiteros más fastuosos y agresivos, para concluir con un repaso de las portadas más polémicas de la revista Mongolia. Aquellas que entre trucos y tipografías, habla de la Infanta Cristina, de Trump, de Ortega Cano –con proceso judicial en ciernes–, y mil arrebatadoras imágenes transgresoras. Dejó para el final las respuestas que reciben, y destacó la del típico usuario enfurecido que les escribió por Twitter: «Si por mí fuera, vuestra revista estará clausurada bla, bla, bla (todo un glosario de insultos)». Su respuesta fue la siguiente: «Pero como no depende de ti, te jodes ja ja. No vamos a parar», certificó para despedirse.
Hay ponentes que repiten, participantes que han presenciado varias ediciones, aunque el que está certificado que siempre ha estado al pie del cañón es el carismático presentador Iñaki Cano. Superado el susto que sufrió en enero, con un infarto, agradeció «que le aguanten». «Tengo suerte de estar aquí, porque estuve muerto», acertó a concluir emocionado.
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