¿Cuánta velocidad se pierde al conectarnos con wifi en casa?
El recurso a las conexiones inalámbricas en el hogar se ha extendido, pese al uso de routers poco eficientes
Las conexiones a través de wifi sigue mostrando claras deficiencias por culpa de la pérdida de velocidad en la transmisión inalámbrica, al menos en lo que respecta al equipamiento que proporcionan los operadores.
El 65 por ciento del ancho de banda contratado se pierde en los escasos metros que separan el router wifi del ordenador personal, portátil, tableta o smartphone. Dicho de otra manera, sólo aprovechamos el 35 por ciento de la velocidad por la que estamos pagando, en caso de que nos conectemos de forma inalámbrica, según datos difundidos por el CEO de ADSLZone, Javier Sanz, en Teknautas.
El uso de las conexiones wifi ha crecido exponencialmente con el auge de los dispositivos móviles inteligentes, pero sus prestaciones frente a tecnologías como la fibra óptica siguen siendo pobres ya que existe una pérdida de velocidad que ahora se ha conseguido cuantificar en datos. Es decir, aunque contrates 100MB de bajada, probablemente apenas les saques partido si sueles optar por una conexión inalámbrica en tu hogar.
El hecho de producirse una pérdida de velocidad es común, independientemente de la operadora que usemos. Según la misma fuente, con una muestra de 35.000 análisis recogidos entre el 1 y 3 de mayo en la aplicación móvil ‘Test de velocidad’, ha demostrado que las conexiones de fibra óptica se ven gravemente mermadas por las limitaciones técnológicas de los routers instalados en los hogares.
Con Movistar, según los análisis realizados, se puede perder unos 63 megas, 65 megas en Jazztel en la conexión de 200 MB, o 58 megas en Orange. Únicamente ONO parece mejorar ligeramente los datos con 43,8 megas perdidos, pero al final lo que queda claro es que buena parte de la velocidad no se está aprovechando.
Causas
La principal causa que provoca la pérdida de velocidad está relacionada con el modelo de router que instalan las operadoras en nuestros hogares.
Los equipos más destacados del mercado pueden llegar a costar 150 euros y obviamente esto supondría un enorme desembolso para todas las operadoras de España.
A esto hay que sumarle que las consecuencias de otros elementos que restan ancho de banda a las conexiones inalámbricas, como son la existencia de obstáculos físicos, generalmente tabiques, entre el router y el dispositivo conectado, así como rebotes de señal, interferencias y compatibilidad con tarjetas ‘Wireless’ inalámbricas que inciden de forma negativa.
Soluciones
En el mercado hay modelos de router capaces de llegar a velocidades de hasta 600 megas reales con tecnologías wifi muy avanzadas como AC MU-MIMO 4×4 o se puede optar por la solución clásica mediante los PLC (Power Line Communications) que transmite la señal mediante la red eléctrica y lleva una conexión ‘ethernet’ o un punto wifi a cada habitación, cuyos resultados son mucho mejores que el de los equipos wifi.
Conectar el cable ‘ethernet’ directamente al equipo es la única garantía de que todos los usuarios puedan explotar al máximo rendimiento la velocidad de la fibra óptica ofrecida por las operadoras. Lamentablemente, en muchos dispositivos, como ‘smartphones’ o tabletas esto es algo imposible.