A PROPÒSITO DE JUANA RIVAS
La lucha y la movilización de las mujeres ha contribuido a modificar y mejorar la normativa, de tal manera que en algunos supuestos, pocos, se mitigan las consecuencias de las violencias patriarcales; pocos, porque el Derecho es una herramienta limitada que muchas veces nos devuelve, impotente, sus propias limitaciones; pocos, porque las decisiones judiciales no son nunca una aplicación mecánica de las leyes, sino que están sometidas a la interpretación personal de quien las aplica, en la que no es ajena la escala de valores vigentes en una sociedad eminentemente patriarcal.
Y todo esto, a propósito de Juana Rivas, de las Juanas Rivas que vemos a diario en nuestros despachos; de las mujeres que han sufrido violencias junto con sus hijas e hijos, obligadas a permitir que vean y se comuniquen con el padre, sancionadas por el sistema si lo rehúyen, con el criterio judicial de que cuanto más comunicación paterno-filial, mejor, porque la paternidad biológica sin matices es la fuente de las visitas, y la violencia, en su caso, no ha afectado a los niños, como si fuera posible que los hijos no sean víctimas directas de las violencias sufridas por la madre.
A propósito de Juana y de todas las mujeres a las que los estrechos límites de las figuras jurídicas no han dado reparación, debemos significar que los instrumentos penales no analizan el horror ni el sufrimiento de las niñas y los niños que han vivido las violencias, que la representación inmaculada y sin matices de la paternidad biológica es un valor superior frente el dolor y el sufrimiento de las víctimas y que da igual que los convenios, los tratados internacionales y las leyes internas afirmen que las niñas y los niños tienen derecho a una vida libre de violencias, porque en la práctica judicial estas principios no se aplican y continúa la desconfianza hacia las palabras de las mujeres, siempre sospechosas de mentir y de intentar perjudicar a los padres: la perversidad de las mujeres, víctimas, incapaces y infantilizadas por el Derecho. El crimen y el castigo siguen siendo definidos por el patriarcado.
Seguiremos luchando, suerte Juana, suerte a todas las Juanas.
Dones Juristes
http://donesjuristes.cat/proposito-juana-rivas/