«Melones, feminazi, pechugas, caliente, sexy…», así hablan los economistas de las mujeres
Un trabajo fin de grado publicado en la Universidad de Berkeley desata la polémica en el mundo académico al poner de relieve el ambiente misógino y tóxico al que se enfrentan las mujeres
Alice Wu rastreó hasta un millón de entradas en un foro especializado en economía para detectar las 30 palabras más usadas al hablar de una mujer y de un hombre: el resultado es «perturbador»
Imagine un foro de internet con el éxito de Forocoches pero solo para economistas. Existe, porque en Estados Unidos existe casi de todo y se trata del Economics Job Market Rumors (conocido por sus siglas EJMR), un exitoso foro donde miles de economistas discuten los cotilleos del sector, un patio de corrala con vecindario selecto.
Ahora imagine de qué hablan los economistas en ese foro. Si piensa que de cosas muy serias, acertará. El hilo «mercado alemán» lleva 3,6 millones de visitas y 28.700 entradas; las previsiones del Banco Mundial llevan más de 600 comentarios y el debate sobre los salarios de los profesores de finanzas en Canadá se están animando en las últimas horas con decenas de comentarios.
Pero soterrado bajo este mar de comentarios profesionales y especializados se encuentra un foro misógino y machista. Puede que como muchos otros pero de este en concreto hay datos fehacientes gracias a la economista Alice Wu, una joven estadounidense que ha presentado un aclamado trabajo de fin de grado en la Universidad de Berkeley (California) que lleva por título « Estereotipos de género en el mundo académico: algunas evidencias de EJMR«.
Wu se ha valido de un robot para peinar un millón de entradas del foro y discriminar las que contenían apelaciones a una figura femenina y a una masculina. Después ha buceado en la nube de palabras para hallar las 30 más utilizadas en cada uno de los casos, es decir, cuando se hablaba de una mujer o de un hombre. El resultado, que difundió el New York Times a principios de agosto, trae de cabeza al mundo académico desde que se publicó.
«Más caliente, lesbiana, bebé, sexismo, melones, anal, casamiento, feminazi, puta, caliente, vagina, pechugas, embarazo, mona, casar, tasa, imponente, cachonda, flechazo, bonita, secretaria, vertedero, ir de tiendas, cita, no rentable, intenciones, sexy, comprometida y prostituta». Esta retahíla son las 30 palabras que más se han usado cuando el post versaba sobre una mujer.
La contraposición con los vocablos que se emplean al tratar de una figura masculina hace aún más chocante el hallazgo. «Sustancioso, claves, asesor, excelente, preparar, pelear, Wharton (una prestigiosa escuela de negocios), austriaco (por una corriente económica libertaria), homo, genes, e7ee, matemático, consejero, fogoso, poner precioso, Philly, franja, kfc, nobel, cmt, sorprendente, el más grande, libro de texto, metas, furioso, techo, señalar, episodio, intentos».
Las conclusiones de la autora, que luego han recogido The Washington Post y Financial Times entre otros medios y han sido largamente comentadas en Twitter, es que sobre las mujeres se habla de temas personales y en el caso de los hombres las referencias son profesionales. El director de la tesis, David Card, describe los resultados como «perturbadores».
Lo que describe el estudio es un ambiente altamente tóxico para las mujeres que tienen que lidiar con estos comentarios que están encubiertos por el anonimato. The New York Times recoge las declaraciones de Janet Currie, una de las tres investigadoras económicas mujeres más prestigiosas del mundo en este momento y que ha sido jefa de Wu, en las que asegura que los resultados cuantifican algo «que la mayoría de las mujeres economistas ya saben», pero que dan voz a cómo determinadas actitudes persisten en los «rincones oscuros» de la profesión.
Silvana Tenreyro, profesora de la London School of Economics y anterior presidenta del comité de mujeres en la Asociación Europea de Economistas, asegura que de ese foro emergen cada año una o dos espirales de rumores que atacan a alguna mujer estudiante.
Wu se va ahora a Harvard a realizar sus estudios doctorales y asegura que no tiene miedo a seguir poniendo negro sobre blanco lo que ocurre en su profesión.
http://www.eldiario.es/economia/Melones-pechugas-caliente-economistas-mujeres_0_682082287.html