¿Y AHORA QUÉ? Por Juan Alfredo Bellón
¿Y AHORA QUÉ? Por Juan Alfredo Bellón DESDE EL MIRADOR Nº53 Para EL MIRADOR DE ATARFE del domingo 24-05-2015
Ya sé que hoy es el día de las votaciones para designar concejales en todos los municipios de España y de Andalucía .Y sé que, por eso, no es día de soflamas electoralistas de ningún color o condición. Pero también conozco el derecho que nos asiste a los tribunos de la prensa, aunque sea tan virtual y, por lo tanto, tan inmaterial como este Mirador, a reflexionar sobre la jornada y sobre el sentido del voto ciudadano, libre y responsable; meditado y tendente a resolver los asuntos cotidianos de nuestra localidad y del gobierno de la misma.
Empezaré diciendo que he votado por la lista que hoy puede ofrecer a mi municipio más garantía de conformar o de participar en la formación de un ayuntamiento democráticamente comprometido en la resolución de los problemas de sus conciudadanos y en la constitución de una Diputación que traslade esa aspiración al escenario de la provincia, con un programa de gobierno participado y consensuado entre las distintas formaciones de progreso que hoy conviven en muchas localidades granadinas y que sepan acompasar programas y coordinar personas, fuerzas e ideas. En suma, se supone que he votado por el partido que me garantiza la defensa de las personas más desfavorecidas y el respeto por los intereses de quienes no lo son, en el marco de la justicia distributiva y de la igualdad de oportunidades, la atención compensatoria a quienes soportan cualquier desigualdad física, intelectual, de género y social y deben mejorar su vida en el marco cotidiano y de proximidad de su domicilio, escuela, centro de salud, trabajo etc.
Me alegraría saber que, al leer lo anterior, muchas personas proclives a partidos diferentes se hayan sentido identificadas entre sí y con el de mi preferencia porque ello sería señal de esa posibilidad real de consenso y coincidencia a la que vengo refiriéndome, aunque tampoco me hago demasiadas ilusiones al respecto dada la experiencia democrática de nuestro pueblo y el cainismo imperante aún entre nosotros y que nos lleva con frecuencia a sentirnos felices de estar tuertos con tal de haber dejado ciego al oponente de turno.
Pero, qué tiempos y qué costumbres más extraños son los que nos ha tocado vivir. Ya lo dijo Charles Chaplin en su inigualable film Tiempos Modernos: época de crisis en la que todo muda a peor para la gran mayoría de la población y solo a mejor para una minoría que se aprovecha del sufrimiento de aquellos y en tales convulsiones cambian las costumbres y las actitudes de las gentes que andan revueltas y desnortadas sin saber, como decía la copla, del cómo ni del porqué de su existencia. Ese desconcierto genera profundos cambios en el estado de ánimo y de opinión de las clases y capas sociales y la aparición de nuevos liderazgos que ponen en tela de juicio los ideales de los anteriores que se perfilan, con o sin motivo, como ideologías caducas y periclitadas.
Para no ir más lejos ni hablar en términos abstractos, ¿habráse visto mayor mudanza que la observada con estos ojitos que se han de comer los gusanos, el pasado martes, en las televisiones hispanas cuando, durante la celebración de un debate público en formato de a tres (como la Trinidad o los tres Juanes: Artur Mas, Xavié Trias y sor Lucía Caram, la monja mediática argentina esa que ahora está tan de moda) la supradicha hermana confesó jocosamente estar enamorada del President de la Generalitat, en presencia del alcalde de Barcelona y los tres se quedaron tan pachos. Pero lo más grande es suponer con fundamento que esa monja loca, por quien en realidad bebe los vientos es por el Papa Francisco, su paisano, y que ambos planean casarse para dar señal del cambio de los tiempos, aunque sea sin disfrutar, dada su edad, del beneficio de las carnes tolendas. De ser cierta, como lo es, la primera noticia y probable, por verosímil, la segunda, ya me dirán qué pienso yo del mundo donde vivo y qué he podido votar hoy, 24-M-2015, a pesar de las advertencias precautorias de mi amigo Miguel el Curica que desde su ateísmo timorato siempre me dice que con esto no se juega porque es peligroso ¿Pues no juegan ellos con nosotros impune e impúdicamente?