26 noviembre 2024

El Senado aprueba el CETA con la abstención del PSOE el mismo día que aprueba el art. 155

La aprobación del tratado comercial entre la UE y Canadá por parte del Senado se ha producido tras la votación de la aplicación del artículo 155.

El Senado ha aprobado hoy el tratado comercial entre la UE y Canadá (CETA) con la abstención del PSOE en un pleno que apenas ha durado una hora después del celebrado para autorizar la aplicación del artículo 155 en Cataluña.

La aprobación del CETA figuraba en el orden del día del pleno ordinario que se iba a celebrar esta semana pero quedó aplazado para dar prioridad a la tramitación del 155 y se ha votado en un breve pleno posterior.

Como estaba previsto, el Senado ha dado la aprobación definitiva con 157 votos a favor (PP, PNV); 20 en contra (Podemos) y 60 abstenciones (PSOE).

En junio, el Congreso lo aprobó también con el apoyo de PP, Ciudadanos, PNV y PDeCAT, el rechazo de Unidos Podemos, ERC y Compromís, y la abstención del PSOE.

En ese momento, la postura de los socialistas, que habían apoyado el tratado hasta el regreso de Pedro Sánchez a la Secretaría General, fue duramente criticada por el Gobierno que les acusó de ser antieuropeístas e ir en contra del progreso.

Hoy, el senador socialista Oscar López ha subrayado el apoyo del PSOE al comercio internacional «regulado» con acuerdos que tengan garantías sociales y ha mantenido que se trata de una abstención «con espíritu critico» para mejorar más este acuerdo.

«No se pueden poner puertas al campo pero al menos algunas vallas», ha apuntado.

Desde Podemos, la senadora Idoia Villanueva ha afirmado que acuerdos como éste suponen «volver a un capitalismo salvaje, desregularizado» y una amenaza para los trabajadores y los consumidores.

Desde el PP, el senador Carlos Aragonés ha defendido la importancia de un acuerdo con una de las democracias más relevantes del mundo y ha afeado al PSOE su postura abstencionista que podría haber hecho perder una década de negociaciones.

El CETA es un acuerdo comercial que, según la Comisión Europea (CE), tendrá un impacto anual positivo de 12.000 millones de euros en la Unión Europea y de 8.000 millones en Canadá.

La Comisión Europea defiende que permitirá a las empresas de la Unión Europea (UE) acudir a las licitaciones de contratos públicos canadienses a la vez que facilitará la inversión de empresas europeas en Canadá.

El tratado ha contado con la oposición de diferentes grupos de izquierda que consideran que se ha negociado de manera opaca y redactado sólo para beneficio de las multinacionales.

En España, los sindicatos CCOO y UGT han criticado que merma los derechos de los trabajadores y cede la soberanía nacional.

http://www.expansion.com/economia/politica/2017/10/27/59f35f0f22601d8e7e8b45e6.html