¿De dónde son y adónde van los españoles que se mudan para trabajar?

La movilidad laboral dentro de España crece al mayor ritmo desde la burbuja inmobiliaria

El número de trabajadores que se trasladaron de comunidad autónoma por motivos laborales durante el año pasado ascendió a 125.487 personas, un aumento del 14,8% sobre el año anterior, según datos publicados ayer por la Agencia Tributaria. Se trata del mayor crecimiento en una década, cuando el boom inmobiliario propiciaba que casi 250.000 trabajadores hacían las maletas en busca de un empleo mejor. Los datos muestran que los ciudadanos de las autonomías con más paro se trasladan a las más dinámicas: Madrid, Cataluña y Baleares.

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Los trabajadores de las comunidades con una mayor tasa de desempleo son atraídos por aquellas regiones más prósperas. Es una constante en las últimas décadas pero este fenómeno se está acelerando con la recuperación económica. Aunque aún queda lejos de los niveles de los años de vino y rosa en pleno boom inmobiliario. «Aún es una tasa pequeña de la población la que se muda por cuestiones laborales», admite Victor Tatay, responsable de Adecco en la zona de Levante.

El mayor trasvase laboral entre comunidades se produjo entre Castilla-La Mancha y Madrid: Unos 7.946 manchegos cruzaron la frontera imaginaria que les separa de Madrid en busca de un trabajo mejor.

El examen a la estadística de la Agencia Tributaria muestra que los grandes flujos migratorios se producen desde Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León a Madrid, Cataluña y Baleares. Estas tres últimas comunidades son las únicas que presentan un saldo migratorio neto positivo, la diferencia entre llegadas y salidas de trabajadores.

La fortaleza de la recuperación económica, la eclosión del turismo también provoca que Andalucía y la Comunidad Valenciana reciban a un buen puñado de trabajadores procedentes de otras regiones, aunque el saldo final es negativo en ambos casos.

En términos comparativos, España siempre ha tenido una movilidad interregional baja. La propensión de los españoles a comprar vivienda y el apego a las redes familiares han contribuido a este fenómeno. «Las elevadas tasas de paro en algunas comunidades favorecen la movilidad», explica Marcel Jansen, profesor de Economía de la Autónoma de Madrid. «Sería preferible que esas comunidades fueran capaces de generar empleo dado que tienen un paro más alto. Pero el aumento de la movilidad es una buena noticia», apunta Jansen, experto en temas laborales y que reclama que este asunto tome más protagonismo en la agenda política.

Los más jóvenes

En el maremágnum de datos de esta estadística tributaria, que recopila las altas y bajas de trabajadores de un año a otro, revela que unos 2.871 trabajadores se trasladaron de Cataluña a Madrid durante el año pasado. Y 2.721 personas hicieron el camino inverso. Un vistazo a los datos desagregados permite observar que Madrid (38.872 personas), Cataluña (16.380) y la Comunidad Valenciana (10.023) son los territorios que más trabajadores recibieron procedentes de otras comunidades.

En sentido contrario, las autonomías de donde salieron más ciudadanos en busca de un mejor trabajo son Madrid (20.678), Andalucía (20.402) y Castilla-La Mancha (13.043). Unos 12.000 personas que trabajaban en la Comunidad Valenciana y otras tantas en Castilla y León también se mudaron por motivos laborales.

Tatay, de Adecco, apunta a que muchos de estos movimientos migratorios entre regiones están protagonizados por jóvenes. De hecho, dos de cada tres trabajadores que llegan a Madrid tienen menos de 35 años. En el otro lado, la mitad de los empleados que salen de Andalucía tiene entre 26 y 35 años, según los datos oficiales.

El catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona, Josep Oliver, explicó el pasado lunes que si se estimula la movilidad laboral interregional, la tasa de paro y el número de parados bajará más rápido que si los desocupados no cambian su residencia en función de dónde encuentren empleo. En este caso, explica, si los trabajadores no se mueven, como la oferta de empleo seguirá existiendo en las comunidades más prósperas, lo más probable es que España necesite más inmigrantes, subrayó el pasado lunes Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada, durante la presentación de previsiones laborales de Manpower.

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