Más de 900 menores acogidos por familias en los diez primeros meses del año
La futura Ley de Infancia y Adolescencia elevará de tres a seis años la edad mínima para ingresar en un centro de protecciónUn total de 931 menores han encontrado una familia ajena que los han acogido con carácter de urgencia, temporal, permanente y especializado, según el avance de datos de 1 de enero a 30 octubre de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales. En total, los menores acogidos han sido 3.124, de los que 2.193 han sido atendidos por familias extensas, integradas por abuelos, tíos u otras personas con vínculos familiares con los menores.
El acogimiento familiar es una de las figuras que reforzará la futura Ley de Infancia y Adolescencia, cuyo anteproyecto se está tramitando y que prevé igualmente que elevará de tres (como marca la normativa estatal) a seis años la edad mínima para ingresar en un centro de protección de menores. Asimismo, se establece que cuando el ingreso sea de menores con edades entre siete y 12 años el tiempo de permanencia no puede superar los seis meses. También el II Plan de Infancia y Adolescencia de Andalucía 2016-2020 prevé el acogimiento familiar para los menores de 12 años.
Para constituirse en familia acogedora no se requiere ningún perfil concreto, puede ser una persona sola o con pareja, y con o sin hijos. Para ello deben presentar una solicitud en la delegación territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de su provincia de residencia, además de asistir a sesiones informativas y formativas y superar un estudio psicosocial. Si la familia resulta idónea se incluirá en el Registro de Solicitantes de Acogimiento y Adopción de Andalucía.
Según la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor los acogimientos pueden ser de urgencia, temporal, permanente, y especializado y se llevan a cabo mediante programas concertados con Entidades Colaboradoras de Integración Familiar (Icif). De los 3.124 menores acogidos, 2.451 lo han sido de forma permanente al descartarse la posibilidad de convivir con sus familias biológicas y los 673 restantes en las modalidades de urgencia (343), con un máximo de seis meses, y temporal (330), con una duración máxima de dos años. De entre todos los acogimientos realizados 230 corresponden a la modalidad de especializado, que puede ser temporal o permanente y que se aplica cuando se trata de menores con necesidades o circunstancias especiales ocasionadas por una enfermedad, problemas de conducta o algún tipo de discapacidad que requieran un apoyo especial.
Según el avance de balance, la Junta también ha atendido a 2.518 familias entre extensa (1.687 familias) y ajena (831) a las que presta apoyo económico para facilitar el acogimiento, sobre todo los de urgencia y especializados. Las cuantías de las prestaciones económicas se han incrementado mediante una orden de 26 de julio de 2017 con importes que oscilan entre 324 y 576 euros mensuales, según la modalidad.
Apoyo a las familias
Además de estos recursos, las familias disponen de otras medidas de apoyo como las plataformas online ‘Escuela de Familias Adoptivas, Acogedoras y Colaboradoras’, que permite compartir experiencias con otras familias, y ‘Siempre en familia’ destinada a captar familias. También, la ‘Guía para personas interesadas en acoger, adoptar o ayudar a niños, niñas y adolescentes que necesitan familia en Andalucía’, un instrumento informativo dirigido a todas las personas que quieran conocer cómo ayudar a los menores del sistema de protección.
Otras actuaciones que se han llevado a cabo en este ámbito son el Encuentro de Familias Acogedoras, con la asistencia de 400 adultos y 300 niños y niñas; la constitución de la Plataforma de Asociaciones de Familias Acogedoras de Andalucía, y la elaboración de un Manual sobre Valoración de Idoneidad para el acogimiento familiar. Además, la comunidad andaluza cuenta con el teléfono gratuito de Atención a la Infancia 900 921 111.
En este contexto, durante el mes de noviembre se han realizado encuestas a familias acogedoras para conocer de primera mano la atención que les prestan las Entidades Colaboradoras. Con la información obtenida se elaborarán protocolos para optimizar las intervenciones de los profesionales, en función de las necesidades de las familias y de los menores.