22 noviembre 2024

Nace el primer atlas que analiza los complejos flujos de población del África subsahariana con especial atención al ámbito rural. El 75% se mueve dentro del continente

Muestras de mapas pertenecientes al atlas 'Africa en movimiento'.
Muestras de mapas pertenecientes al atlas ‘Africa en movimiento’. FAO / CIRAD

No es que África se mueva, es que el continente está en ebullición: 36 millones de africanos migraron en 2017, es decir, el 14% de los 258 millones que se registraron en el año pasado en todo el mundo, según el informe de migraciones de 2017 de las Naciones Unidas. Pero no se mueven como creemos. Se suele dar por hecho que los flujos entre África y Europa o América del Norte son los únicos, o los de mayor volumen, pero el 75% de quienes cambiaron de aires en África subsahariana se quedaron dentro del continente, no viajaron a otros, según el estudio África en movimiento: Dinámica y motores de la migración al sur del Sáhara, publicado por la agencia de la ONU para la alimentación y la agricultura (FAO) y el Centro de Investigación Agrícola para el Desarrollo (Cirad) el pasado noviembre. Este es el primer atlas del mundo que analiza la interrelación de los factores que impulsan a los habitantes del continente negro a abandonar sus hogares.

A través de varios mapas y del estudio en profundidad de cuatro ejemplos (Senegal, Madagascar, Sudáfrica y Zambia), la publicación trata de facilitar la comprensión de las dinámicas y tendencias de los flujos migratorios. Los migrantes han dado forma al mundo en el que vivimos hoy, han impulsado el progreso, y los movimientos humanos no se van a detener. Por eso, es preferible impulsar acciones que aumenten su potencial y disminuyan los posibles efectos perniciosos. Este atlas intenta encontrar patrones y que sirvan para desarrollar políticas más eficientes. «Los migrantes pueden ser agentes de desarrollo, por lo que aprovechar esto es de suma importancia», asevera la investigación. Estas son algunas claves:

Más población rural, y el empleo como gran desafío

Gráficos que describen la densidad de población rural en 2015 y la estimada para 2050. Debajo, el número de personas que pasan a formar parte de la grupo de población trabajadora desde 1950 y lo estimado hasta 2050, los cambios demográficos estimados en los países y regiones analizados y una comparativa de la evolución de la población rural en varios países. ampliar foto
Gráficos que describen la densidad de población rural en 2015 y la estimada para 2050. Debajo, el número de personas que pasan a formar parte de la grupo de población trabajadora desde 1950 y lo estimado hasta 2050, los cambios demográficos estimados en los países y regiones analizados y una comparativa de la evolución de la población rural en varios países. FAO/CIRAD
 La población en el África subsahariana continúa creciendo a una escala sin precedentes. Para 2050 aumentará en 208 millones de personas, alcanzando los 2.200 millones. Este crecimiento representa un cambio mayor que los experimentados por China e India en el pasado. La región seguirá siendo principalmente rural debido a que el crecimiento de las ciudades es relativamente reciente: en 2015, el 62% (602 millones) de los africanos aún vivían en el campo. Para 2050, estará en 980 millones, es decir, un tercio de los residentes rurales del mundo. Como consecuencia, la mano de obra aumentará en 813 millones para el año 2050. Casi el 35% provendrá del campo, con 220 millones de trabajadores.

También aumenta el grupo de edad económicamente activo (de 15 a 64 años), algo que supone una gran ventaja para el crecimiento económico. Pero si no se desarrolla un entorno económico e institucional favorable, este posible beneficio podría convertirse en una multa demográfica (muchos desempleados), algo que puede provocar tensiones sociales y políticas. El mayor desafío para África subsahariana es generar suficiente empleo para absorber su fuerza de trabajo en auge. La evolución del sector agrario dependerá de la presión sobre los recursos y su gestión.

Se migra más dentro de África

Gráfico que muestra la cantidad de migraciones rurales y urbanas por destino y las migraciones dentro y fuera de África. ampliar foto
Gráfico que muestra la cantidad de migraciones rurales y urbanas por destino y las migraciones dentro y fuera de África. FAO/CIRAD
 En 2015, alrededor de 33 millones de africanos vivían fuera de sus países de origen, aunque los que se mueven dentro de su continente suponen casi el 75%. La porosidad de las fronteras y las regulaciones regionales para facilitar la libre circulación de personas favorecen el movimiento. Los patrones de migración rural y urbana presentan características muy diferentes. Los primeros suelen trasladarse a ciudades si se quedan en su país. Por el contrario, los urbanos se marchan, en general, a otros continentes y áreas urbanas. La migración entre zonas rurales surge cuando es posible el acceso a la tierra y cuando se desarrollan nuevas actividades, como en la minería artesanal. Sin embargo, la mayoría de las veces resulta de la falta de empleo en las ciudades y a la mayor oferta en zonas de producción de cultivos comerciales como algodón, cacahuetes, cacao, café y arroz.

Estas dinámicas demuestran que los vínculos entre lo rural y lo urbano son cada vez menos estáticos. La migración apoya la diversificación de los medios de vida de los hogares y el acceso a oportunidades de empleo. Fortalece el papel de las ciudades pequeñas y ciudades intermedias, así como las dinámicas locales y regionales. Esta nueva realidad territorial, moldeada por la migración, debería facilitar una mejor coincidencia de las acciones políticas con las necesidades locales.

Perfil de los migrantes africanos

Este gráfico muestra los motivos principales para migrar en caso de los migrantes rurales de algunos países seleccionados, las características de los migrantes internacionales por país en 2015 y las de los migrantes rurales y de sus hogares. ampliar foto
Este gráfico muestra los motivos principales para migrar en caso de los migrantes rurales de algunos países seleccionados, las características de los migrantes internacionales por país en 2015 y las de los migrantes rurales y de sus hogares. FAO/CIRAD

En 2015, África presentó la mayor proporción de jóvenes migrantes internacionales (de 15 a 24 años) con un 34% del total. La media de edad fue de 29 años. Mirando más de cerca a un grupo de países (Senegal, Burkina Faso, Nigeria, Uganda y Kenia), se encuentran similitudes: los jóvenes se mueven dentro de su país y suponen el grueso de los migrantes rurales. Alrededor del 60% tienen entre 15 y 34 años y las mujeres son generalmente más jóvenes, aunque ellos son más: entre el 60% y el 80%. La región también se caracteriza por tener familias muy numerosas (con frecuencia siete o más miembros) que generalmente son más propensas a tener migrantes. Esto refleja las dificultades de los jóvenes para acceder y heredar tierras agrícolas, lo que es un incentivo para marcharse

Los campesinos tienen logros escolares más bajos que sus homólogos urbanos, y los que deciden dejar el campo no son una excepción. Los migrantes tienden, sin embargo, a pasar más años en la escuela, y la mayoría de los rurales provienen de hogares que tienen miembros mejor educados.  Al mirar el empleo, la mayoría de aquellos con educación formal limitada o nula terminan en trabajos por cuenta propia, mientras que aquellos que han alcanzado el nivel de educación secundaria tienen más probabilidades de acceder a un empleo asalariado. El ingreso diario medio por persona en las áreas rurales es muy bajo. Alrededor del 60% de los miembros del hogar gana menos de un dólar por día. Las ganancias de los hogares con migrantes son ligeramente más altas.

Importancia de las remesas

Infografía sobre el envío y recepción de remesas: principales países que las reciben, cantidad en miles de millones recibidos en varios países africanos, y envíos en especie.
Infografía sobre el envío y recepción de remesas: principales países que las reciben, cantidad en miles de millones recibidos en varios países africanos, y envíos en especie. FAO/CIRAD

El motor de desarrollo más tangible de la migración es el dinero que los migrantes envían a casa. África subsahariana recibió aproximadamente 32.000 millones de dólares de los 580.000 millones que se enviaron por todo el mundo.  Sin embargo, las cifras reales deben ser superiores porque muchos envían informalmente y porque otros lo hacen en forma de bienes, en especie, y esto no se refleja en las estadísticas.

El envío de remesas transforma la vida de las familias en el país, aliviando la pobreza y mejorando el consumo de los hogares, pero pueden generar problemas si llegan a perturbar las instituciones y sistemas tradicionales, o si acaban provocando dependencia de la familia que recibe hacia la persona que envía. Aún así ayudan a mejorar los medios de vida para muchos. Según los autores, África debería priorizar la reducción los costes de envío y promover la competencia, la eficiencia y la transparencia. «Los Estados africanos también deberían reformar su banca y sistemas financieros para facilitar la capacidad de los migrantes para remitir dinero a través de instituciones financieras», recomiendan.

La importancia del cambio climático

Infografía en inglés sobre el impacto del cambi climático en África. Muestra las interrelaciones entre las zonas de aridez y niveles de degradación del suelo, densidad de población, niveles de vulnerabilidad, población trabajadora dedicada a la agricultura y niveles de pobreza. ampliar foto
Infografía en inglés sobre el impacto del cambi climático en África. Muestra las interrelaciones entre las zonas de aridez y niveles de degradación del suelo, densidad de población, niveles de vulnerabilidad, población trabajadora dedicada a la agricultura y niveles de pobreza. FAO/CIRAD

El cambio climático es un fenómeno global cada vez más perjudicial para los humanos.Las temperaturas y los cambios en las precipitaciones pueden tener graves repercusiones en los medios de subsistencia. Se estima que las pérdidas en cosechas de cereal rondarán el 20% y que la región subsahariana será una de las más golpeadas, con escenarios que proyectan un aumento del 20% de la desnutrición en 2050 si no se toman medidas.

En países de alto riesgo y con mecanismos de mitigación, las personas pueden sobrevivir mejor a este fenómeno. La capacidad de los gobiernos para responder a las necesidades básicas después de los desastres naturales podría, por ejemplo, permitir a las personas reconstruir sus medios de vida sin la necesidad de migrar. En la mayoría de los países de África subsahariana, problemas como la inestabilidad política, la mala la gobernanza, la falta de capacidades y los recursos financieros limitados impiden el uso efectivo y la buena implementación de mecanismos de prevención y adaptación. Para lograros se deben diseñar estrategias de desarrollo fundamentadas en una mirada a largo plazo de los posibles escenarios para conseguir un diseño adecuado y eficiente de las políticas públicas.

https://elpais.com/elpais/2018/01/11/planeta_futuro/1515674435_555866.html