Los casos que sí serán y no violencia de género: todos los delitos sexuales pasan a tener esa consideración
España toma la delantera y extiende la protección a víctimas de acoso, ablación, mutilación y trata. El Poder Judicial arenga a todos los juzgados a reformular el concepto de violencia de género y aplicarlo ya en sus resoluciones y medidas adoptadas.
España, que posee una de las legislaciones más avanzadas en protección de las víctimas de violencia de género de España desde 2004, tambiénse pone en cabeza en la aplicación del llamado Convenio de Estambul, que, aunque se presentó en 2011 en la ciudad turca, fue ratificado en nuestro país en el año 2014 y toda la Unión Europea, en conjunto, en mayo de 2017. Dicho Convenio pide a los países un recuento paralelo al balance oficial de víctimas de violencia de género como tal y es el de víctimas femeninas asesinadas por hombres por el mero hecho de serlo. Esto supone una estadística muy amplia: desde la mujer que sufre una mutilación genital, a la prostituta cuyo cliente asesina.
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es una de las primeras instituciones que se ponen en marcha para aplicar cuanto antes este mandato, que además suscribieron absolutamente todos los partidos políticos en el Pacto de Estado contra la Violencia Machista, aprobado en las Cortes españolas. Así, y según detalló ayer la presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género, Ángeles Carmona, en los próximos meses el organismo publicará el primer balance oficial de víctimas, el referido al año 2016, que contenga las dos contabilidades: la de mujeres asesinadas por sus parejas y los homicidios de mujeres fuera del ámbito de la pareja, a manos de hombres desconocidos o con quienes no mantenían un vínculo sentimental.
La nueva estadística, aprobada ayer por el Grupo de expertos del Observatorio presidido por Carmona, y que la semana próxima ratificará la Comisión Permanente del CGPJ, suscita numerosas dudas. Sobre todo, por la dificultad de discernir entre un caso y otro. En todos los casos relatados a continuación, la consideración como víctima de violencia de género implica un cambio trascendental en la protección, con órdenes de alejamiento includios, para todas las víctimas y también una modificación en las indemnizaciones que recibirán sus descendientes directos.
¿Qué delitos recoge el Convenio de Estambul? Concretamente, delitos contra la integridad moral, física o sexual de las mujeres por serlo, acoso psicológico y sexual, acoso laboral, víctimas de matrimonios forzados, de mutilación genital femenina, ablación, violaciones, agresiones, abusos y todos los delitos de índole sexual y trata con fines de explotación. Todos ellos deben considerarse a partir de ahora violencia de género a todos los efectos, incluyendo el estadístico. Por este motivo, los Juzgados serán los primeros que remitan al Poder Judicial mensualmente información disgregada por género de todas las denuncias interpuestas que se tramiten, así como el nuevo recuento de sentencias y pronunciamientos condenatorios que emitan por delito comentidso por hombres sobre mujeres aunque no tengan una relación de preja y en los que exista un componente de «desprecio de género», calificó ayer Carmona.
¿Qué se pretende al reformular el concepto de violencia de género? En la aplicación del Convenio de Estambul, en la que España se muestra aventajada, se pretende arrojar luz sobre la prevalencia actual de tipos de violencia, delitos, amenazas, vejaciones, ex plotación y prostitución forzada. Dicen los expertos consultados por este periódico que algunos países, tales como Bélgica, ni siquiera publican datos que aludan a la violencia de género en su consideración más limitada, por lo que no se pueden ni extraer comparaciones respecto al resto del continente. Otros países adolecen, incluso, de una cobertura de protección para las víctimas, como es el caso de Rusia.
¿Tendría esa consideración una víctima de un atraco o un forcejeo gratuito? No. La también vocal del Poder Judicial admitió que los cambios planteados por el Convenio de Estambul y que obliga a cumplir el Pacto de Estado, van a originar confusión y un cierto caos a la hora de valorar cada caso. Carmona sí despejó la duda de que todo homicidio involuntario, como un accidente de tráfico o un tiroteo indiscriminado, y todo acto de violencia callejera, no serán considerados violencia de género.
¿Y si dos hombres apalean hasta la muerte a una indigente?Una mujer indigente asesinada por hombres tampoco entrará en el balance, «a menos que se demostrase una posición de dominación e imposición machista del asesino sobre la mujer en razón a su sexo», lo que provocará numerosas dudas a los magistrados, reconocieron fuentes del Poder Judicial consultadas por ABC. Si en la valoración judicial del caso se demuestra tal imposición, por ejemplo, aprovechándose de la vulnerabilidad que tenía la mujer sin hogar, entonces sí podría entrar su consideración como violencia de género. Estos casos en duda pueden convertirse en un galimatías jurídico sin definir.
¿Y una prostituta asesinada por un cliente es o no víctima? Sí, siempre que se demuestre que el cliente lo hizo imponiendo su superioridad física o moral sobre la mujer. En caso de que la prostituta ejerza de manera voluntaria y no sea forzada o explotada por redes de trata, también sería una víctima de violencia de género, resolvió la vocal del Poder Judicial, un caso que en principio no estaría contemplado siquiera en los supuestos del Convenio de Estambul, reconoció Carmona.
¿Qué pasos se darán para dar visibilidad a las «nuevas» víctimas? La Comisión Nacional de Estadística Judicial, compuesta por el CGPJ y el Ministerio de Justicia, aceptará la propuesta de recopilar los datos de los delitos cometidos por hombres sobre mujeres. Se conocerá a continuación la magnitud del problema en toda su extensión en España: por ejemplo, las 140.000 denuncias por violencia de género se podrían multiplicar. En cuanto a los delitos sexuales, las fuerzas policiales solo contabilizan las 8.200 agresiones sexuales con penetración, tres al día, que se registran en el país, sin desglosar otras agresiones. «Se trata de hacer un seguimiento a las resoluciones judiciales que se adoptan sobre estos delitos, porque en este momento no tenemos datos estadísticos y es importante visibilizarlo», dijo Carmona.