Un ‘check-in’ en la historia y leyendas de los hoteles más simbólicos de Granada | Galería
Nacieron con el espíritu de acoger en sus habitaciones a los viajeros de la alta sociedad cuando aún Granada no ‘vivía’ del turismo | La Guerra Civil española marcó el destino y el uso de muchos de ellos
No es arriesgado afirmar que Granada vive en buena parte del turismo. Los datos lo avalan: el pasado año, más de tres millones de visitantes se dejaron caer por nuestra ciudad y se superaron los cinco millones en pernoctaciones. El sector servicios emplea en Granada a una media de 50.000 personas y supone un 15% del PIB.
La provincia dispone hoy día de más de 400 establecimientos hoteleros, según el Instituto Nacional de Estadística, y alrededor de 170 se encuentran en Granada capital. Algunos son de obra nueva como, por ejemplo, el Hotel Allegro Granada, que se abrió hace un par de años. Otros más veteranos han sufrido una reforma integral en su estructura e, incluso, en su nombre; y, algunos, con peor suerte, echaron el candado, aunque siguen siendo testigos del ajetreo de la ciudad. Hay otros cuantos que, si bien han sido reformados y rehabilitados para modernizarse, en sus pasillos y habitaciones aún resuenan historias y leyendas que han hecho que sea imposible quitarles la etiqueta de “emblemáticos”. De hecho, Granada sigue disfrutando hoy día de un trío hotelero que surgió prácticamente en la misma época y que aún perdura: el Alhambra Palace, el Washington Irving y el Hotel Victoria.
Hoy os proponemos cambiar de época y mirar Granada a través de los ojos de los viajeros de finales del siglo XIX y principios del XX. Pasaremos nuestra estancia recorriendo los hoteles que hicieron una delicia las visitas a la ciudad. Hablaremos de su historia, de sus propietarios y de por qué los viajeros los elegían para pasar su estancia en la ciudad nazarí. Recordaremos también efemérides curiosas vinculadas a los establecimientos hoteleros de la ciudad.
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HOTEL REÚMA
A los pies de la colina de la Alhambra, frente al Paseo de los Tristes, se encuentra el antiguo Hotel Reúma, un establecimiento histórico en la ciudad. Por su aspecto, muchos lo han apodado ‘la casa de las muñecas’ o ‘la maleta’.
El 20 de mayo de 1910 abrió sus puertas aunque bajo otro nombre: ‘Hotel Bosque de la Alhambra’. Bien situado, a un paso de la Alhambra y del bullicio de la Granada de principios del siglo XX, el hotel estaba predestinado a ser un éxito. Sin embargo, si bien el río Darro aportaba un marco incomparable y relajante para cualquier visitante, la humedad y la umbría hicieron que solo seis años después de su apertura este hotel tuviese que colgar el cartel de cerrado.
Según artículos que desgranan la historia de este imponente hotel, durante la Guerra Civil el edificio fue utilizado como hospital. También se ha documentado que el edificio volvió a ser utilizado con el propósito inicial con el que fue concebida la propiedad, como fábrica de cuerdas de cáñamo.
Los años han pasado, y el Reúma sigue cerrado. Ninguna administración ha sido capaz de darle un lavado de cara al edificio que ya forma parte del imaginario colectivo de la ciudad, integrándose y consolidándose en el paisaje. Sin embargo, parece que ya le ha llegado la oportunidad de renacer. Según informaba el Independiente de Granada el pasado 6 de mayo, el Patronato de la Alhambra y Generalife acometerá próximamente la rehabilitación del Hotel Reúma y sus jardines. ¿Y qué uso se le va a dar al edificio? Será un museo centrado en colecciones de máquinas, aparatos y documentos que explicarán los avances tecnológicos experimentados por la ciudad durante los siglos XIX y XX.
HOTEL WASHINTON IRVING
Frente a la Puerta de los Siete Suelos, en el Bosque del Generalife se encuentra el Hotel Washington Irving, uno de los hoteles más históricos de la ciudad que, hace dos años, volvió a abrir sus puertas a los viajeros tras 18 años cerrado.
Este inmueble, que fue adquirido al Real Patrimonio de la Alhambra en 1821, fue comprado más tarde por otro propietario y lo llamó Fonda Ortiz, según confirman varios historiadores de la ciudad. El hotel era lujoso y muchos viajeros se decantaron por él por un aspecto que hoy día no sería un valor añadido: las habitaciones contaban con agua fría y caliente.
La estancia de Washington Irving, que se dedicó a recopilar historias y cuentos relacionados con el palacio nazarí y que luego se plasmarían en ‘Cuentos de la Alhambra’, marcó sin duda el futuro nombre del establecimiento hotelero.
Las décadas de los 60 y 70 fueron las de más esplendor para el hotel. Por sus habitaciones pasaron numerosas personalidades como el Premio Nobel Camilo José Cela, el cantante Raphael o la actriz Brigitte Bardot.
El Washington Irving cerró en 1999 por necesidad de reforma, pero no fue hasta 2014 cuando se le pudo meter mano. Sin embargo, durante esos años, un viajero especial se quedó allí encerrado. Y es que no son pocas las leyendas que apuntan a que el fantasma de Irving seguía haciendo vida en las instalaciones del hotel.
En 2016, y con una gran expectación, reabría sus puertas de la mano de Eurostars Hotel Company. Cuenta en la actualidad con 63 habitaciones tematizadas e inspiradas en la obra del autor romántico estadounidense y que refleja su vínculo con la ciudad, a través de los ‘Cuentos de la Alhambra’.
HOTEL ALHAMBRA PALACE
Ya sea por su historia, por los años que lleva alojando a visitantes o por su aspecto, sin duda, pocos granadinos serían incapaces de no saber indicar dónde se encuentra el Hotel Alhambra Palace. Su llamativo color, su imponente ubicación, su fachada palaciega con tintes de fortaleza y esencia andalusí, sumado a sus 107 años de historia, lo han convertido en un referente en la ciudad.
Fue un empresario, el Duque de San Pedro de Galatino, el que apostó por él en un tiempo en el que el turismo no estaba en auge y en el que la Alhambra, según relatan, no lucía toda su plenitud.
La construcción y la puesta a punto del nuevo hotel culminó el 1 de enero de 1910, día en el que el Rey Alfonso XIII lo inauguró. Dejó a muchos boquiabiertos. Su apariencia de fortaleza nazarí y su interior barroco cargado de yesería y de elementos de decoración lo hicieron singular desde el primer momento. Su precio: entre 15 y 30 pesetas la noche.
El hotel incorporó un casino y un teatro, dos servicios que convirtieron al Alhambra Palace en un punto de encuentro social. Falla, Lorca, Ángel Barrios, Andrés Segovia… no fueron pocos los personajes ilustres de la vida cultural granadina que se dejaron caer por el hotel.
Sin embargo, en 1921, el casino cerró por una prohibición implantada por el General Primo de Rivera. El hotel logra mantenerse hasta principios de los años 30, fecha en la que se llega a un acuerdo de alquiler con la Cadena Husa, especializada entonces en hoteles de lujo en España, y que lo gestionó durante 50 años posteriores.
El 15 de julio de 1936, el Duque fallece. Días después estalla la Guerra Civil española. La viuda de Galatino dona el hotel a las fuerzas militares y éste se convierte en un hospital de campaña durante tres años.
Acabada la contienda y el hotel reabre en 1942. A partir de esa fecha vive su época más brillante, llegando a convertirse en un emblema internacional para el turismo de lujo. Por sus instalaciones pasaron D. Alfonso XIII, su hijo D. Juan Conde de Barcelona, su nieto y Rey, D. Juan Carlos I junto a la Reina Doña Sofía, y su bisnieto y Rey D. Felipe VI. El Rey Aga Khan, Los Reyes de Bélgica, de Suecia, de Arabia Saudí, Príncipe de Gales, Príncipes de Persia, de Irán, de Marruecos, de Qatar, de Arabia Saudita. También durmieron en sus habitaciones presidentes de Gobierno como Charles de Gaulle de Francia, Mijail Gorbachov de la U.R.S.S., Batista de Cuba o Kekkonen de Finlandia, o el Presidente de Sudán o Indonesia; primeros ministros como Aldo Moro de Italia, o Eva Perón siendo Primera Dama, grandes personalidades como el Dalai Lama, Rockefeller o Stephen Hawking, la Selección Española de Fútbol, escritores como Federico García Lorca, Jean Cocteau o Mario Vargas Llosa; músicos como Cole Porter, Manuel de Falla, Richard Strauss, Ataulfo Argenta, Arthur Rubinstein, Herbert Von Karajan, Rostropovich, Zubin Mehta, Daniel Barenboin, Plácido Domingo o Montserrat Caballé, actores y actrices inolvidables del cine español, como Paco Rabal, Lola Flores o Lola Herrera, y especialmente, grandes estrellas de Hollywood, como Tirone Power, Lawrence Olivier, Vivien Leigh, Burt Lancaster, Yul Brynner, Charles Bronson, Rock Hudson, Glenn Ford, James Stewart, Anthony Quinn, Orson Welles, Henry Fonda, Lauren Bacall, Marcello Mastroianni, Sofia Loren, Jean Paul Belmondo, William Dafoe, Alec Guinnes, Cantinflas, Joseph Cotten, Faye Dunaway, Steven Spielberg o Brad Pitt.
A primeros de los años 80, los herederos del Duque de San Pedro de Galatino volvieron a coger las riendas del hotel, y ahora es el hotel de cinco estrellas más antiguo de España.
GRAN HOTEL INGLATERRA
A comienzos del siglo XX, en la época que empezaban a aflorar el lujo y la exuberancia, un nuevo hotel abría en Granada: el Gran Hotel Inglaterra. El conjunto arquitectónico, esquinado entre las calles Cettie Meriem y Joaquin Costa, y bajo el diseño arquitectónico de Ángel Casas. La elegancia fue siempre su sello distintivo.
Empezó a funcionar en los últimos años de la década de los 20 bajo la dirección de Manuel Morales Arias, propietario también de otro inmueble hotelero, ‘El Navío’ (aunque ahora se le conoce como Hotel Nuevo Oriente).
El estallido de la Guerra Civil en 1936 hizo que el hotel tuviese que suprimir el ‘Inglaterra’ de su denominación para que no estuviese mal visto, dadas las circusntancias. Relatan crónicas de la ciudad que la pensión completa rondaba las 30 pesetas diarias y que, a veces, estudiantes acudían al lugar y tiraban piedras a su fachada bajo consignas de ¡Queremos Gibraltar”.
En la actualidad, el hotel conserva su fachada, así como la estructura interior y parte del mobiliario original (puertas, mesas, enlosado, barandas, escaleras, etc) y consta de 36 habitaciones.
HOTEL VICTORIA
Con una clara disposición a ser hospedar a la clase alta de la sociedad, en 1901 la fonda de Victoria se había convertido en el Gran Hotel Victoria. Era propiedad de un empresario de la época Federico Iniesta, quien adquirió otro edificio contiguo para ampliar las instalaciones y construir un establecimiento de ensueño. Cuentan las crónicas de la época que lujosos carruajes, tirados por caballos, recogían a los pasajeros en la estación de trenes de Andaluces para llevarlos al hotel.
Fue en 1940 cuando el Victoria cambió de propietario, un vecino de La Peza que recorrió Europa y llegó a trabajar en el Royal Palace de Londres y que dirigió el prestigioso restaurante de la capital británica “El Trocadero”. Un destino marcado por la guerra le hizo volver a Granada y se volcó en hacer del Hotel Victoria un destino ideal. Y así sucedió. El hotel, más allá de acoger a los viajeros, se convirtió, junto a las cafeterías anejas, en un punto de encuentro de la sociedad granadina por céntrica ubicación.
En el año 1997, los propietarios plantearon un proyecto de reconstrucción, pero no fue aceptado por la Administración. Con pena e indignación, el Victoria cerró en 1998. Sin embargo, llegó su ‘salvador’ el grupo NH Hoteles, que consiguió los permisos para restaurarlo. El hotel volvió a abrir sus puertas en octubre de 2005 hasta ahora.
PINCELADAS HOTELERAS CURIOSAS
Abre al público el restaurante del Hotel París situado en la Gran Vía (10 de enero de 1908).
Apertura del Gran Hotel Brasilia, situado en la calle de Recogidas, 7. (16 de enero de 1961).
Inauguración del Hotel Nevada Palace en la calle de Ganivet (El 22 de febrero de 1957).
Apertura del Hotel de la Paz en Puerta Real (7 de marzo de 1894).
Inauguración del Hotel Suizo (4 de abril de 1910).
Un incendio en el hotel Washington Irving se salda con ocho heridos (7 de abril de 1894).
Abre sus puertas el Hotel Sacromonte en la calle Párraga (1 de mayo de 1960).
Arranca la actividad en el Hotel Carlos V (2 de mayo de 1950)
Se inaugura el Hotel Rally, situado en el Camino de Ronda (2 de junio de 1964).
El Hotel Navío ofrece pensión completa por 5,50 pesetas diarias (13 de julio de 1911).
Se inaugura el nuevo comedor del hotel Alameda (8 de septiembre de 1897)
El Hotel Alameda ofrece un servicio de automóviles para que sus clientes vayan o vengan a la estación (22 de septiembre de 1911)
Se inician las obras de demolición del Hotel Siete Suelos de la Alhambra (13 de octubre de 1936)
El 22 de octubre de 1895 algunos heridos y destrozos al entrar dos toros enloquecidos en el banquete de homenaje al torero granadino “Lagartijillo” en el Hotel Siete Suelos de la Alhambra (22 de octubre de 1895)