El gasto anual de los hogares en electricidad crece un 55% en una década, casi el triple que la inflación

El gasto anual de los hogares españoles en electricidad se situó en 2017 en 745,9 euros, según datos extraídos de la  Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) publicada este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan un encarecimiento de esta partida del 55,6% en la última década.

En 2007, según el INE, la factura media anual por hogar ascendió a 479,33 euros. El citado incremento del 55,6% casi triplica la evolución de la inflación. En estos diez años, el IPC ha subido un 19,6%. El crecimiento del gasto en electricidad no tiene parangón con otros servicios básicos. El gas se ha encarecido lo mismo que el IPC en estos años y el suministro de agua, un 17,5%.

Con España año tras año  en los puestos de cabeza de los países europeos con el kilovatio más caro para los consumidores domésticos, según Eurostat, la última encuesta del INE refleja que la factura anual en electricidad de los hogares, en precios corrientes (sin tener en cuenta la inflación), repuntó el año pasado un 5,2% respecto a 2016.

El incremento es el mayor de la era de Mariano Rajoy en La Moncloa, aunque es muy inferior a los registrados en época de José Luis Rodríguez Zapatero, entre 2008 y 2011. En 2010 llegó a superar el 20% interanual.

La de 2017 fue la tercera factura anual más alta de la serie histórica de la EPF, tras las registradas en 2012 (796,48 euros anuales) y 2011 (781,36 euros anuales). La encuesta abarca hasta 2006 y recoge un espectacular aumento durante la crisis que estalló en 2008.

A precios constantes de 2006 (teniendo en cuenta la inflación), la encuesta del INE refleja que el gasto total de los hogares en electricidad se situó en 528,18 euros en 2017, un 3,7% menos que un año antes, cuando fue de 548,22 euros. En 2007, esta magnitud se situó en 470,49 euros, lo que implica un incremento del 12,2% en una década.

2017 fue un ejercicio marcado por un fortísimo encarecimiento de los precios de la luz en el mes de enero de ese año. Entonces, una ola de frío, bajas lluvias, escasez de viento, la parada de reactores nucleares en Francia y problemas puntuales de suministro de gas dispararon los precios del mercado mayorista de electricidad, que tienen un reflejo directo en la factura del consumidor.

En lo que va de 2018, los precios se han reducido, aunque en mayo, pese a las copiosas lluvias de los últimos meses, el recibo medio se disparó el 8%, según el simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya ha avanzado que estudiará una reforma del sistema de fijación de precios del mercado de electricidad (que data de hace 20 años, cuando no existían las renovables) y ha criticado «que la gente tenga que elegir entre poder pagar la factura de la luz y poder comer o poder atender otras necesidades básicas».

«Tendremos que hacer un repaso de medidas de emergencia o de urgencia y medidas que respondan a las causas subyacentes de ese precio creciente de la factura de la luz en la factura de los hogares», señalaba Ribera la semana pasada en una  entrevista en eldiario.es

Consumo estancado

El gasto creciente de los hogares en su factura de la luz ha ido acompañado de un consumo eléctrico menguante. Los datos del INE reflejan que la demanda de los hogares sigue sin recuperarse del batacazo que se dio entre 2010 y 2015, cuando se desplomó un 32% al pasar de 4.161,1 kilovatios hora anuales (kwh) a 2.816,5. En 2017, esta magnitud apenas repuntó un 0,3%, hasta 2.868 kwh.

La encuesta del INE, de periodicidad anual y basada en una muestra de unos 24.000 hogares, refleja que el gasto medio total por hogar en España aumentó en términos corrientes un 3,5% en 2017, el mayor crecimiento desde 2007, al situarse en 29.188 euros. En términos constantes, el aumento fue del 2,4%. El gasto medio por persona creció un 3,7% al situarse en 11.726 euros, el más elevado desde 2008

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