El Mediterráneo, más mortal que nunca
Tres años después de la muerte de Alan Kurdi en una playa de Turquía, un nuevo informe de ACNUR muestra que cruzar el Mediterráneo es hoy más peligroso que nunca.
‘Travesías Desesperadas’ muestra que más de 1.600 personas han muerto intentando alcanzar las costas europeas en lo que va de año. Aunque la cifra es más baja que en años anteriores, la mortalidad es mucho mayor. El informe muestra que las llegadas a Europa siguen cayendo, mientras la tasa de mortalidad aumenta de manera dramática.
6 datos para entender lo que está pasando en el Mediterráneo
- Bajan las llegadas hasta Italia, la ruta más peligrosa, y aumentan las que llegan a Grecia y España.
- En la ruta hasta Italia, llamada “Mediterráneo Central”. 1 de cada 18 personas que cruzaron en 2018, perdió la vida. Esta tasa sube hasta 1 de cada 7 en junio.
- El Mediterráneo Central ha dejado más de 50 muertos procedentes de Libia, un infierno para los refugiados.
- Los sirios siguen llegando a Grecia vía Mediterráneo. Una ruta en la que el 60% son mujeres y niños.
- En la ruta del norte de África a España más de 300 personas han muerto en lo que va de año, 100 más que en todo el año anterior. En abril, la mortalidad en esta ruta aumentó hasta 1 de cada 14 personas.
- Además, más de 78 personas han muerto en las rutas terrestres hacia Europa y las fronteras europeas. Casi el doble que el año anterior.
“Ya no es una prueba de si Europa puede gestionar números, sino de si tiene la humanidad para salvar vidas”
ACNUR y la IOM, la Agencia de migración de la ONU, se unen para pedir una respuesta a los rescates y desembarcos en el mar Mediterráneo. Además, ACNUR llama a aumentar el acceso de rutas legales para los refugiados, como la reunificación familiar, que ofrezcan una alternativa a estas travesías mortales y a reforzar los mecanismos para proteger a los niños solos.
Entre las mayores preocupaciones, los centros de recepción de las islas griegas, conocidos como “hotspots”, donde las condiciones deplorables se van deteriorando. ACNUR pide el traslado hasta el continente desde centros como los de Moria, en Lesbos, donde 7.000 personas viven en un centro capacitado para 2.000. Una cuarta parte de ellos son niños.