Atarfe reclama apoyo institucional para proteger y divulgar el yacimiento de Medina Elvira
Durante la presentación de la nueva campaña de excavación arqueológica que lleva a cabo en Sierra Elvira un grupo de arqueólogos del Instituto de Arqueología y Etnología de la Academia de las Ciencias Polacas y de la Universidad de Granada, el alcalde de Atarfe ha insistido en la necesidad de “recuperar el patrimonio arqueológico y proteger un yacimiento único que ayude a comprender cómo era la ciudad de Medina Elvira y la forma de vida de los pueblos que la ocuparon”.
En la actualidad, el Ayuntamiento trabaja en la redacción de un plan director que permita en un futuro disponer de un centro de interpretación o un museo arqueológico abierto con un fin divulgativo y de interés turístico.
Rodríguez Quesada ha agradecido el interés por investigar el asentamiento de Medina Elvira del equipo de investigación procedente del Instituto de Arqueología y Etnología de la Academia de las Ciencias Polacas, que financia en su integridad los trabajos de excavación, y del grupo de investigación de la UGR «Toponimia, Historia y Arqueología del Reino de Granada», que dirige el historiador y arqueólogo Antonio Malpica. De igual modo, ha destacado la colaboración de más de medio centenar de voluntarios que ayudan en las tareas de excavación y limpieza.
A la presentación ha acudido el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada, Guillermo Quero, y representantes de la corporación municipal, entre ellos la concejala de Cultura, Fabiola García Montijano, la concejal socialista Trinidad Rodríguez y el portavoz de Ciudadanos, Antonio Martín.
El yacimiento de Medina Elvira se localiza en los municipios de Atarfe y Pinos Puente y cuenta con una amplia extensión protegida de 332 hectáreas, declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) en 2004.
Los trabajos, que se iniciaron el pasado 24 de septiembre y que se extenderán hasta la primera semana de noviembre, se centran en el estudio del barrio o arrabal donde los historiadores sitúan la zona de origen cristiano o mozárabe. Este enclave se encuentra a escasos metros del cortijo de los Cigarrones, donde el arqueólogo Manuel Gómez Moreno encontró la lápida funeraria del obispo Cipriano, fallecido en 1009, que se conserva en el Museo Arqueológico de Granada.
El área de intervención de la excavación ocupa en este momento 16 metros cuadrados y en su interior se han localizado muros de mampostería de construcciones compartimentadas, además de piezas de cerámica, monedas y otros objetos metálicos.
En opinión de Antonio Malpica Cuello, director del proyecto de Investigación «La ciudad de Madinat Ilbira», la presencia mozárabe y su integración con la población musulmana está suficientemente documentada: “se sabe por fuentes escritas que pagaban un impuesto especial como era obligación en el mundo islámico”. Las intervenciones arqueológicas que ha dirigido desde que en 2001 inició la excavación en el cerro del Sombrerete, han tratado de arrojar luz sobre “el paso del mundo antiguo al mundo árabe, que no está suficientemente aclarado en la historiografía española, además de solventar un problema de contenido antropológico, cultural y social que gira en torno a la integración de poblaciones de diferentes características y religiones en una colectividad donde todo el mundo se respetaba”.
Por su parte, el profesor del Instituto de Arqueología de la Academia de las Ciencias Polacas, Marian Rebkowski, se ha mostrado “optimista” sobre los resultados de una investigación que espera que “sea el principio de una futura infraestructura turística con la dimensión social que debe tener la arqueología”.
Rebkowski ha explicado que el objetivo principal de la campaña es “estudiar el proceso de urbanización de la ciudad de Medina Elvira, la confrontación cultural entre cristianos y musulmanes, y cómo funcionaban los distintos espacios privados y públicos”.
A la presentación también ha acudido el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada, Guillermo Quero, quien ha destacado “la importancia del yacimiento de Medina Elvira para el conocimiento de nuestra herencia en común y nuestra historia”. Quero ha señalado que la intervención arqueológica cuenta con la autorización de la Delegación de Cultura, que ha delimitado recientemente el entorno BIC para “evitar los atentados al patrimonio y garantizar que cualquier actuación precise de cautela arqueológica”.