El tranvía de Sierra Nevada es uno de los pioneros de montaña de nuestro país,
Este histórico transporte, que funcionó entre 1925 y 1974, regresó a la memoria a través de la exposición que organizó en su día, el Ayuntamiento de Cenes de la Vega (Granada)
Aunque muy popular en la zona, la mayor parte de los habitantes de la piel de toro desconocen que Sierra Nevada (Granada) tuvo tranvía. Este histórico transporte, que funcionó entre 1925 y 1974, regresó a la memoria a través de la exposición que organizó en su día, el Ayuntamiento de Cenes de la Vega (Granada), en colaboración con la Asociación Granadina de Amigos del Ferrocarril y del Tranvía (Agraft). La muestra incluyó más de una treintena de fotografías en las que se pudo observar la singularidad del trayecto.
El tranvía de Sierra Nevada es uno de los pioneros de montaña de nuestro país, junto con el F.C. eléctrico de Guadarrama y el cremallera de Ribes de Freser a Nuria, aún en funcionamiento. De carácter eminentemente turístico, su finalidad era mostrar las bellezas del macizo penibético. A medidos de los años 20 se decide construir este medio de transporte a raíz del creciente interés por las actividades de ocio relacionadas con la montaña. Hoteles y albergues, que siguen el ejemplo de los mejores establecimientos suizos del momento, se instalan en la montaá granadina que requiere de un transporte acorde con la geografía y peculiaridad granadina.
Este ferrocarril fue construido aprovechando hasta Pinos Genil la traza de la carretera de la Sierra (8.550 metros y pasando por Cenes de la Vega), en construcción por entonces, donde continuaba por explanación propia a media ladera. Atraviesa constantemente túneles y bordea barrancos mediante viaductos y pasos en cornisa, algunos verdaderamente escalofriantes, hasta la estación de Maitena (pasando por Canales y Güejar Sierra), en un primer momento y de donde partía el camino de acceso al Hotel Sierra Nevada. En 1947 se llegó al Barranco de San Juan para superar un desnivel de unos 470 metros en poco más de 20 kilómetros de recorrido. De ellos solo 0,2 eran en desarrollo horizontal; 5,1 en rampa de hasta 10 milésimas; 2,2 en rampa entre las 10 y las 20 milésimas y más de 13 en rampas superiores a las 20 milésimas.
El trazado cuenta con 15 túneles y 21 puentes, algunos de bella factura. Destacan impresionantes obras de fábrica como el puente del Blanquillo, una de las primeras construcciones de hormigón armado en España, los túneles y arquerías sobre el paraje de los Poyos Canaleros. Es digna de señalar la maravillosa Cueva del Diablo, gran cavidad natural a la que el tranvía accedía por sus extremos mediante dos túneles. Todos estos parajes se encuentran hoy bajo las aguas del embalse de Canales.
El material móvil se componía de tres coches motores de viajeros; un tractor que posteriormente fue convertido en coche de viajeros; seis remolques o ‘jardineras’; ocho vagones de mercancías y seis bateas especiales para el transporte de mármol.
Resulta vital el papel de Julio Quesada Cañaveral y Piédrola. Duque de San Pedro de Galatino, conde de Benalúa y de las Villas y señor de Láchar, es un hombre adelantado a su tiempo, polifacético en sus actividades y siempre inmerso en proyectos empresariales que buscan el despegue económico de la provincia granadina. Promotor del Hotel Alhambra Palace, de gran lujo para su tiempo e inaugurado en 1910 por el rey Alfonso XIII, amigo personal del duque, le lleva a constituir y presidir la sociedad que construye l Tranvía de la Sierra, que conecta con el Hotel Sierra Nevada (o del Duque), sucursal del Alhambra Palace, promovido también por éste y destinado a promocionar los valores de Sierra Nevada. La inauguración tiene lugar el 20 de marzo de 1925 con todas las comodidades del momento. Es el primer establecimiento de España en disponer todos sus servicios de corriente eléctrica, cuya limpieza y rapidez eran el éxito de los hoteles de Suiza.
Tras más de cuatro años de trabajos, el 6 de septiembre de 1924 se presenta en el Gobierno Civil de Granada la solicitud para la apertura del tranvía. A primeros de febrero del siguiente año se firma la Real Orden autorizando su funcionamiento hasta el kilómetro 12,200 y a las 10.30 de la mañana del 21 de febrero de 1925 se inaugura el primer tramo del tranvía, desde Granada hasta Canales. Después de algunos reforzamientos de puentes y vías, en junio de 1925 se autoriza la circulación provisional del tranvía en todo el trayecto entonces ejecutado, de Granada a la estación de Güejar Sierra, hasta donde recorría un total de 17,55 kilómetros; 8,5 junto a la carretera de la sierra y el resto desde el cruce del Genil en Pinos, adentrándose por una de las zonas más agrestes, difíciles y hermosas de Sierra Nevada.
Desde la estación de Güejar Sierra las obras continuaron algo más de un kilómetro y en 1928 el tranvía llegó a la estación de Maitena, en la confluencia de los ríos Maitena y Genil, desde donde se subía al Hotel del Duque en coches de caballos. Los malos resultados económicos de la empresa desaconsejaban cualquier nueva obra.
La construcción de la línea desde Maitena hasta el Barranco de San Juan con estación intermedia en el Charcón, no se realiza hastamuchos años después (1944) y se inaugura en 1947, pero ni la prolongación hasta la Estrella, ni el teleférico, pese a que fue pomposamente aprobado por el Pleno de las Cortes el 11 de diciembre de 1951, pasaron de ser un bello sueño montañero.
El tranvía de Sierra Nevada fue un formidable procedimiento romántico de penetración en la Sierra. En sus elegantes coches llevaron y trajeron sus ilusiones los montañeros granadinos durante casi cincuenta años.
La historia de este ferrocarril se vio afectada por una suerte de dificultades y de circunstancias, que terminaron por convertirlo en un proyecto incompleto. En 1973 la compañía explotadora elevó al Gobierno la propuesta de cierre; como era inminente la construcción del embalse de Canales, que inundaría más de cinco kilómetros de trazado, el Consejo de Ministros del 7 de diciembre de 1983 acordó el cierre de la línea.
El último viaje se realizó el 19 de enero de 1974. La construcción del embalse de Canales, inaugurado catorce años después de la clausura del tranvía, fue el colofón de una serie de adversidades que acompañaron el devenir de este malogrado Tranvía de la Sierra.
La muestra fotográfica incluyó además piezas originales y restauradas por Agraft como un asiento, el volante de freno y el enganche de unos de los coches, y que estuvieron expuestos en el Centro Sociocultural Carlos Cano de Cenes de la Vega. Agraft cedió también para su exposición al público una maqueta modular de 10×5 metros en escala H0 que recrea las estaciones de Iznalloz y Moreda, y a la que se le añadió la propuesta de integración ferroviaria de la estación de Granada, más conocida como la Tercera Vía. Además, también se pudo contemplar en esta maqueta, una réplica a escala de la antigua estación del tranvía de Cenes de la Vega.
Fotografía de Martin-Dieterich.
EXTRAIDO DE FACEBOOK DE DANIEL J. SALDAÑA