Me produce indignación la fuerte expansión que han alcanzado en los últimos tiempos publicaciones de noticias falsas en distintos medios de comunicación, especialmente en redes sociales.

Se ha atacado con total impunidad tanto a personas como a instituciones mediante la propagación de injurias y calumnias con ánimo de desprestigiar.

Su injerencia ha sido de tal magnitud que incluso han llegado a afectar a procesos electorales de países con fuerte repercusión mediática, como ha sido el caso de las elecciones de EE UU en 2016 o las que ayer se celebraron en Brasil. Sin embargo, lo verdaderamente lamentable ha sido que sus responsables continúan actuando a su libre albedrío y no se les persiga con suficiente contundencia.

Resulta imprescindible una reglamentación a escala mundial para que este tipo de delitos dejen de escapar a la acción de la justicia. Es necesario que se actúe con diligencia y se condene a los culpables.

Javier Cordero Ruiz. Madrid.

 

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